Los emigrantes en Venezuela reclaman más medios para garantizar su derecho al voto

Los emigrantes españoles en Venezuela, entre los que los canarios son mayoría, reclaman al Gobierno de España más medios para poder garantizar su derecho al voto en las próximas elecciones autonómicas del 28 de mayo. La Comisión Permanente del Consejo de Residentes Españoles (CRE), de la Circunscripción Consular de Venezuela, ha mostrado recientemente su preocupación por la falta de información acerca de cómo se organizará en el país la logística para que los expatriados o sus descendientes puedan ejercer el sufragio en los comicios. 

Estos serán los primeros que se celebren tras el fin del voto rogado –que fue eliminado por el Congreso el año pasado– un procedimiento que suponía que los emigrantes tuvieran que solicitar de antemano que se les concediera el derecho a voto. La intención era evitar fraudes en las papeletas que provenían del exterior. Pero, lo que ocasionó fue que la participación de los españoles que viven en otros países, incluidos los isleños, se desplomase. Este año, la supresión de este requisito previo hace prever que un mayor número de expatriados acudan a las urnas. Ante esto, la Comisión Permanente del Consejo de Residentes Españoles cree necesario que se habiliten puntos de votación suficientes.

La mitad de los expatriados españoles en el país latinoamericano son isleños

Su presidenta, Isabel Jara Noda, reclama a la administración pública que se abran al menos cinco repartidos por el país para garantizar el derecho a voto de estos ciudadanos. «Aunque no ha habido comunicación oficial creemos que solo piensan instalar dos puntos, que son totalmente insuficientes dada la dimensión que tiene Venezuela», explica. Sin embargo, recalca que la normativa permite que se instalen urnas también en los consulados honorarios. «Esta será la primera vez que los emigrantes españoles podamos votar en urna porque antes solo había opción de hacerlo por correo, pero si no habilitan lugares será como volver a quitarnos un derecho por el que tanto hemos peleado», sostiene.  

En concreto, el organismo propone que se coloquen urnas en los consulados honorarios de España en Barquisimeto, en el estado de Lara; el de Valencia, en el estado de Carabobo; en el de Maracay, en Aragua; en Puerto de la Cruz, que se localiza en el estado de Anzoátegui; y un último punto en el Consulado General de España en Caracas, en el Distrito Capital. Con estos puntos, los emigrantes españoles en Venezuela creen que se cubriría «a grandes rasgos la extensión del país», ya que en estos estados es donde existe una mayor concentración de la comunidad española. De no hacerlo, Jara Noda asegura que no se podrá garantizar que una población tan importante acuda a las urnas. Existen al menos 115.000 ciudadanos españoles con derecho a voto en Venezuela, de los que 57.000 son canarios. «Ciertamente la mayoría son isleños», detalla. 

La comunidad no solo espera que se incremente la participación tras la supresión del voto rogado sino también «debido a la información que facilitan las redes, que hacen que un mayor porcentaje de personas sea consciente de que habrá elecciones en mayo», explica Jara Noda. El CRE considera que su propuesta es una «logística mínima» para garantizar el derecho al voto de la comunidad emigrante española en el país. «De no hacerlo se estaría cercenando el derecho de miles de personas a elegir a sus representantes», señala. 

De hecho, cuando se eliminó el voto rogado, aunque desde Canarias se consideró un avance, también se advirtió que no resolvería todos los inconvenientes de los isleños en el exterior para ejercer su derecho de sufragio. La gran mayoría de la colonia canaria que está fuera del Archipiélago se concentra en América y sobre todo en países que, como Venezuela, tienen problemas estructurales y económicos que dificultan que puedan ejercer ese derecho. 

El deficiente transporte público y la falta de gasolina dificulta los traslados para votar

Para afianzar su demanda, el CRE recordó también este hecho, haciendo hincapié en que las distancias existentes entre los estados venezolanos son muy grandes y pueden llevar más de dos horas de trayecto. Todo esto en un país que no dispone de una red de transporte público regular y en el que la escasez de combustible se convierte en una barrera para que los emigrantes puedan trasladarse en sus vehículos particulares, si los tuvieran, hasta los centros de votación. 

Asimismo, el organismo también argumenta que no considera viable la posibilidad de que la población emigrante recurra al correo postal ordinario para ejercer su derecho a voto, a pesar de que enviar su voto por carta hasta los consulados sea una alternativa prevista en la ley. Aseguran que la red estatal se ha visto afectada en los últimos años por el paulatino cierre de muchas oficinas en las ciudades del interior del país. «En la actualidad, su funcionamiento es muy precario para tramitar con solvencia la recogida y posterior traslado de los sufragios», cuestionan. 

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