Entrevista | Borja Sémper Portavoz nacional del comité de la campaña electoral del PP

«No descansaremos hasta saber el papel del Gobierno en el ‘caso Mediador»

«La ley del 'solo sí es sí' es probablemente el mayor escándalo de la democracia», afirma el portavoz nacional del comité de la campaña electoral del PP

Borja Sémper, portavoz nacional del comité de la campaña electoral del PP.

Borja Sémper, portavoz nacional del comité de la campaña electoral del PP. / Juan Castro

Andrea Saavedra

Andrea Saavedra

El portavoz de la campaña del PP, Borja Sémper (Irún, 1976), vuelve a la política tras tres años fuera del ‘ring’. El proyecto «solvente y edificante» de Feijóo le empujó a «volver a jugar» a pesar de que los males de la política se hayan «agudizado». El portavoz afirma que el candidato popular entiende las singularidades de las Islas y asegura que el partido no «parará» hasta destapar a todos los responsables del ‘caso Mediador’. 

Hace tres años decidió alejarse de la política y ahora vuelve para ponerse al frente de la campaña y sumarse al equipo de Alberto Núñez Feijóo. ¿Qué le empujó a dar este paso?

Han sido tres años muy plácidos, la política es una trituradora humana. Necesitaba un cambio de vida y no me identificaba con el lugar en el que estaba instalada la política española. Decidí cambiar e irme al sector privado. Tres años después todos los males en la política se han agudizado, pero ha cambiado una cosa fundamental, el Partido Popular. Me siento totalmente identificado con el proyecto de Feijóo. Tiene las medidas para acabar con ese clima de crispación y propone una política más edificante, más seria y solvente. Me ofrecieron entrar a jugar y no pude decir que no.

El candidato del PP canario al Gobierno autonómico, Manuel Domínguez, lidera un proyecto renovado. ¿Considera que se han hecho los cambios suficientes para presentarse como una fuerza con opciones?

La tarea que tiene Domínguez por delante, como muchos candidatos territoriales, es titánica. Un candidato adecuado es el que tiene respuestas a los problemas de las Islas. Y lo que dicen las encuestas es que eso se percibe, hay una voluntad creciente de cambio. Hay que transformar la sociedad con los ciudadanos y Manuel Domínguez es la persona adecuada para eso. No podemos negar que el PP ha pasado años difíciles en las Islas, pero desde el cambio de presidencia percibimos también una nueva ilusión.

Una de las quejas recurrentes en los partidos de la oposición es que el Gobierno trata a los canarios como «españoles de segunda». ¿El Ejecutivo que lidere Feijóo tendrá sensibilidad con los asuntos canarios?

La política nacional hecha desde Madrid es una política que en demasiadas ocasiones se centra en el ombligo de la capital y esto no es patrimonio de ninguna formación política, es una constante a lo largo de nuestra democracia. Es verdad que da la sensación de que no se piensa en otros territorios. Es muy relevante tener un presidente del PP y un posible nuevo presidente del Gobierno que entienda la España desde la diversidad porque ha hecho política desde un lugar con singularidades propias. Su manera de interpretar la realidad española va a ser buena para Canarias. Feijóo sabe que las Islas necesitan medidas concretas y preservar lo bueno que ya tienen. Necesitan algo que probablemente sea intangible y es el afecto, el cariño y la demostración de que Canarias es una parte fundamental de España.

La gestión de la migración y la relación con Marruecos son dos asuntos que preocupan en las Islas. ¿El PP cambiaría la postura que ha tenido Pedro Sánchez durante la legislatura?

La política exterior es una de las materias en las que es fundamental que existan pactos de Estado. Que haya interlocución sana, transparente con la oposición. Y hemos visto lo contrario en el caso de Marruecos. Todas las posiciones pueden evolucionar y cambiar, pero hacerlo sin compartir las motivaciones con los españoles es un error. Al hablar de migración no podemos olvidar que estamos hablando de seres humanos. La política migratoria no puede estar sujeta a vaivenes y no puede hacerse de espaldas al conjunto de la UE. Los conflictos en la valla de Melilla y el fenómeno en Canarias requieren de más claridad y contundencia por parte del Gobierno.

Cada día salen nuevos detalles del Caso Mediador, la trama corrupta que operaba en Canarias encabezada presuntamente por el diputado del PSOE Juan Bernardo Fuentes. ¿Qué consecuencias tendrá esto para el PSOE?

Este episodio me parece cutre. Es una práctica política de la que debemos de huir como de la peste. Cometer errores o desarrollar tu actividad política con frivolidad es muy censurable, pero si además te lucras, debes tener la mayor de las censuras. Este tipo de práctica claro que tienen consecuencias electorales. No descansaremos hasta saberlo todo, hasta conocer el grado de implicación del Gobierno de Canarias y también el de los miembros del Ejecutivo central, como la vicepresidencia del Gobierno, Nadia Calviño. No nos quedaremos tranquilos hasta tener toda la información porque, además, pudiera darse el caso de que a través de esos ejercicios de corrupción se hubiera hecho legislación a favor de personas concretas, a favor de intereses económicos concretos.

Justo este mes hace un año que Pablo Casado salió del partido. Hace unos días el expresidente del PP salió a comer con Feijóo. ¿Le parecería un acierto que Casado volviera?

Lo primero sería saber si él querría (risas). Él está en una vida privada muy contento y muy tranquilo. Para nosotros siempre será una persona muy importante aunque solo sea por el tiempo que le dedicó él al PP. Nosotros miramos al futuro e intentamos nos estar con el retrovisor permanentemente. Los retos que tiene España son tan importantes que no tenemos que hablar de nosotros sino de los problemas de los españoles. Hemos pasado página y estamos construyendo un proyecto de futuro.

¿Ese proyecto de futuro incluye apoyar una modificación de la ley de ‘sí solo es sí’ aunque nazca del PSOE?

Por encima de los intereses de partido están los intereses de las mujeres. Es el primer gobierno de la democracia cuya legislación perjudica directamente a las mujeres, a las que han sido víctimas de agresiones sexuales y cuando ven que a sus agresores se le rebaja la pena o que son puestos en libertad antes de tiempo sienten una revictimización natural y lógica. Eso también proyecta a la sociedad la idea de que el Gobierno es chapucero y que no sabe hacer leyes. Esta probablemente sea el mayor escándalo de la democracia española en materia de Código Penal y afección a las mujeres. Y nadie asume la responsabilidad, ni el más mínimo gesto de arrepentimiento o humildad. Eso también tendrá repercusión electoral. Es un reflejo de una legislatura llena de sobresaltos y medidas equivocadas que va a tener como colofón final un enfrentamiento abierto entre socios del Gobierno.

Un enfrentamiento que beneficia al PP...

A quien no le viene bien es al Gobierno. Nosotros no queremos ganar por enfado contra Sánchez, queremos ganar dibujando una ilusión futura.

También han hablado de modificar la ley trans y a Feijóo le han caído algunas críticas por pedirle a Sánchez que «deje de molestar a la gente de bien» con esa norma. ¿Qué es lo que les molesta?

Creemos que hay una realidad a la que hay que dar respuesta y es que hay gente con disforia de género, personas trans que merecen los mismos derechos que cualquier otro ciudadano y eso debe estar garantizado por ley, en términos jurídicos y en términos médicos. Ahora bien, no cualquier ley que responda a esto es buena. Creemos que hay ángulos de la norma que generan incertidumbre en menores y desprotección.

¿Fue acertada la expresión «gente de bien»?

En el debate parlamentario a veces uno dice cosas que se pueden malinterpretar, la frase a lo que apela es a esas personas que quieren una política edificante, solvente y seria. Y quieren que los poderes públicos actúen con sentido común. No sé si hoy él lo diría de otra manera...

¿Se puede hacer política edificante con Vox al lado?

Siempre he manifestado mi lejanía con muchas de las cuestiones que plantea Vox. Sabemos que alcanzar la mayoría absoluta es algo muy complicado. Hay una escalón más factible que es tener una mayoría lo suficientemente amplia que te permita gobernar sin otras formaciones políticas y este es nuestro objetivo. Queremos ensanchar nuestra oferta electoral para que ciudadanos de uno y otro lado crean que Feijóo es la persona en la que confiar. Las encuestas internas nos dicen que hay una transferencia de voto del PSOE al PP de un 13% y de Vox al PP de un 14%. Y todavía tenemos meses para seguir seduciendo a más ciudadanos. 

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