Hurones y gatos silvestres ganan vidas con la nueva ley animal

El Congreso pasa por alto el riesgo para la fauna isleña en la norma aprobada ayer | CC no logra sacar adelante sus enmiendas

Ana Oramas negoció hasta el último minuto el voto de CC en la nueva ley de bienestar animal.

Ana Oramas negoció hasta el último minuto el voto de CC en la nueva ley de bienestar animal. / Efe

Joaquín Anastasio

Joaquín Anastasio

El Congreso de los Diputados aprobó este jueves la primera gran ley española de bienestar animal, con reforma del Código Penal asociada, y la mayoría de los grupos parlamentarios saludaron esta nueva legislación que supone un hito en la cultura de la protección de los derechos de los animales. Ha sido una ley controvertida sobre todo por las discrepancias en el seno del Ejecutivo central entre el PSOE y Unidas Podemos por la enmienda socialista sobre los perros de caza, proponiendo la desvinculación de la actividad cigenética de la norma impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales, aunque finalmente la formación morada y otros socios del Gobierno han cedido para evitar que la ley cayera sin posibilidad de continuar su tramitación en el Senado.

El Congreso pasa por alto el riesgo para la fauna isleña en la norma aprobada ayer v CC no logra sacar adelante sus enmiendas

La norma contempla sin embargo otros elementos que no han estado en el centro del debate político y parlamentario en el Estado pero que inciden de manera singular en Canarias como es el hecho de que la definición de animales domésticos, así como el sistema de protección de los mismos, no haya excluido a gatos silvestres o hurones, animales que en las Islas son responsables de la desaparición paulatina de algunas especies autóctonas como el lagarto gigante canario, la lisneja, la musaraña, y el pinzón azul y otras pequeñas aves características del territorio, poniendo en riesgo la biodiversidad del Archipiélago, según informes de diversas entidades naturalistas.

Es la argumentación que ha defendido CC durante todo el proceso de tramitación de la norma, y esta mañana antes de la votación final en el pleno de la Cámara Baja, para tratar de que se aceptaran varias enmiendas en este sentido, sin que finalmente se hayan incluido en el texto pese a que el día anterior varios responsables de los grupos que sostienen al Gobierno se habían mostrado receptivos a esas reclamaciones. Esa expectativa llevó a la portavoz de esta formación, Ana Oramas, a pedir votación separa de algunas de sus enmiendas, que tras ser rechazadas obligaron a la diputada tinerfeña a comunicar al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que tanto ella como su compañera de escaño, María Fernández, votarían en contra del dictamen si no había un compromiso firme de aceptarlas en el Senado.

Gatos silvestres o hurones son responsables en el Archipiélago de la desaparición paulatina de especies autóctonas como el lagarto gigante canario, la lisneja, la musaraña o el pinzón azul

El Gobierno no tenía aún en ese momento los votos necesarios asegurados dado que varios grupos estaban dudando sobre su posición final, razón por la que mantuvieron la puerta abierta para ese compromiso con CC para que apoyara el dictamen final de la ley. Sin embargo, una vez despajadas las incertidumbres sobre la votación, se desmarcó de cualquier acuerdo con los nacionalistas canarios, cuyas diputadas votaron finalmente en contra de la ley en su conjunto.

Durante unas horas, esos dos votos de Oramas y Fernández parecía que podrían ser decisivos, pero tras cambiar ERC de la abstención al sí, esa posibilidad se diluyó, siendo el resultado final de 174 votos a favor, 165 en contra, y siete abstenciones. La reforma del Código Penal asociada a la ley obtuvo cuatro votos más de margen.

De esta forma, la llamada ley de bienestar animal sale adelante sin que tenga en cuenta su efecto específico en Canarias porque no contempla el control de estas especies animales introducidas en las Islas que suponen una amenaza directa para la conservación de su fauna y flora autóctonas.

El lagarto canario, la musaraña o el pinzón azul desaparecen por las especies asilvestradas

Oramas afirmó en este sentido que la nueva ley “no va a responder a las necesidades de conservación animal” en el Archipiélago y que también “solapa competencias propias de la comunidad autónoma”. Tras compartir la voluntad legislativa que actualiza las políticas de bienestar animal, advirtió sin embargo de que su aplicación puede provocar efectos no deseados en el medio ambiente de las Islas. “Este proyecto de ley es un importante avance en la prevención y la persecución del maltrato animal, así como en la prevención y el control de las especies exóticas invasoras, pero también introduce definiciones que, si se aprueban con esta redacción propuesta, contribuirán a la extinción de especies de reptiles, aves y mamíferos endémicos de Canarias”.

Puso el ejemplo de los gatos asilvestrados como “amenaza directa para nuestra fauna”, recordando que varios estudios científicos apuntan que esta especie es la causante de la extinción de hasta el 14% de aves, reptiles y pequeños mamíferos en territorios insulares de todo el planeta y que ya son la principal amenaza para el 8% de las que se consideran en situación de peligro crítico para su conservación.

Colonias sin control

Aseguró que estos animales “son confundidos a menudo por animalistas con los gatos sin dueño”, pero que en Canarias están entre las principales amenazas para el lagarto gigante en La Gomera, El Hierro y Tenerife, especies como la lisneja, el pinzón azul de Gran Canaria, la musaraña y distintas aves marinas”. Por ello rechazó que la nueva ley, en su artículo 3, considere “animal doméstico de compañía” a todos los gatos, ya sean mascotas domésticas o vivan asilvestrados, sin valorar para qué se utilizan o el lugar donde habitan. “Esta medida, en la práctica, implicará que las administraciones competentes no podrán desarrollar las acciones de control de gatos asilvestrados previstas en los planes de recuperación legalmente aprobados y que, en muchos casos, son o han sido objeto de financiación por la Unión Europea”, aseguró la portavoz nacionalista

Oramas: «Ahora las administraciones ya no podrán desarrollar las acciones de control»

Oramas defendió por ello mantener su gestión al amparo del Real Decreto 630/2013 que regula el catálogo español de especies exóticas invasoras, en el que se considera al gato asilvestrado una especie exótica invasora a efectos de control.

“Esta ley falla a las Islas, a sus especies propias, a su patrimonio natural. Porque nos jugamos la pervivencia de especies especialmente protegidas por la legislación española y de la Unión Europea, para los que la depredación por los gatos asilvestrados es uno de los principales factores de amenaza”, resaltó la diputada tinerfeña.

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  • Un informe de la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria advierte de los impactos ambientales y los riesgos para la salud pública de los gatos asilvestrados. Estos han participado en el 14% de las extinciones de mamíferos, aves y reptiles ocurridas en Islas y, en la actualidad, amenazan al 8% de las especies consideradas en peligro crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza IUCN.
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  • De todas las especies depredadas por los gatos asilvestrados en Canarias -se han identificado un total de 68 especies diferentes-, cuatro de ellas se consideran amenazadas por la UICN. El pinzón azul de Gran Canaria Fringilla polatzeki está catalogado en peligro mientras que los tres lagartos gigantes de las Islas están incluidos como en peligro crítico: Gallotia simonyi, en El Hierro; Gallotia intermedia, en Tenerife y Gallotia bravoana, en La Gomera. A nivel nacional, 12 especies depredadas por los gatos en Canarias aparecen en libros rojos de especies amenazadas los tres lagartos gigantes antes mencionados y nueve especies de aves, entre ellas el mosquitero canario (Phylloscopus canariensis), el pinzón (Fringilla polatzeki), el caminero (Anthus berthelotii berthelotii), el petirrojo (Erithacus rubecula superbus), el pinzón vulgar de La Palma (Fringilla coelebs palmae) o la curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala leucogastra). 
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  • En 2020 fue el propio consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena, quien advirtió del gran poder depredador de los hurones en la fauna autóctona y apeló a la sensibilidad de los cazadores del Archipiélago para reducir el riesgo de pérdida o abandono durante la temporada de caza. Valbuena incidía en que el hurón es un mamífero carnívoro y depredador que está considerado altamente peligroso. El hurón ha encontrado hábitats adecuados para prosperar en islas como La Palma o La Gomera, pero en Tenerife, Gran Canaria o El Hierro también se ha detectado un incremento importante en el número de avistamientos y en problemas causados en granjas de conejos y gallinas.