Transporte escolar | Jornada sin guaguas en colegios e institutos

Los padres se organizan y sortean el paro del transporte escolar en las Islas

Pese al «éxito» del seguimiento del 100% de la huelga, los progenitores, familiares y vecinos aminoran el impacto al llevar a los niños en coche, guaguas o ‘a pata’

Salida de los alumnos de CEIP Orobal, en La Guitarrilla, Santidad de Arucas.

Salida de los alumnos de CEIP Orobal, en La Guitarrilla, Santidad de Arucas. / ANDRÉS CRUZ

V. Pavés / F. Marimón

«Esperemos que la huelga no dure más días porque si no es así ya será más complicado organizarse». El paro de este lunes del transporte escolar ha trastocado, como a muchos, la mañana de Jessica Marichal que se vio obligada a ejercer de chófer particular para sus dos hijos y sus dos sobrinos, todos usuarios habituales de las guaguas escolares. Tuvo suerte, pues aunque la noticia de la huelga llegó a altas horas de la noche, hoy le tocaba librar en el trabajo. Marichal ha sido una de las tantas madres y padres, abuelos e incluso vecinos que han mitigado el golpe de la huelga de transporte escolar, que ha dejado en la jornada de hoy sin su forma habitual de acudir a clase a 37.000 alumnos de los centros públicos de toda Canarias.

En realidad la huelga fue un éxito. «El 100% de las empresas transportistas han secundado el paro», asegura José Ángel Hernández, secretario general de la Federación de Empresarios de Transportes (FET) de Canarias. Es la segunda vez que los alumnos de Canarias se quedan sin poder acudir a clase en sus guaguas escolares. La primera fue a principios del curso 2021-2022, cuando los empresarios decidieron realizar un paro de una semana. Con ello consiguieron sentarse con la consejera de Educación, Manuela Armas, e incluso, arrancarle un compromiso para resolver los problemas económicos que sufre el sector, al admitir la deuda de una década como propia. 

El confinamiento debido a la pandemia fue un duro golpe para el transporte escolar. «Lo que iba a ser 15 días se convirtió en varios meses», recuerda Hernández. Sin embargo, cuando se les propuso un plan de contingencia, los empresarios consideraron que había otra fórmula más eficaz y resolutiva a largo plazo: actualizar las tarifas de acuerdo al IPC - que por convenio debería aumentar un 2% anual pero lleva congelados desde 2012 - y pagar la deuda acumulada durante este tiempo por ese mismo motivo. Un montante que asciende a 14 millones de euros. «Con abonarnos lo que nos debían sería suficiente», resalta Hernández. 

En aquel momento la Consejería de Educación admitió que no había liquidez para llevar a cabo ese gasto, pero se comprometió a arreglar el desaguisado tan pronto como pudiera. Cuando comenzó el curso 2021-2022 la patronal seguía sin respuesta y pararon el servicio durante una semana. En agosto de 2022 se le planteó a la Administración que los transportistas escolares estaban llegando a un punto de no retorno, y fue entonces cuando Educación decidió admitir la deuda como propia, y además, mantuvo su compromiso inicial de actualizar las tarifas. La deuda se abonaría en tres plazos: al finalizar 2022, en 2023 y en 2024. A finales del año pasado, sin embargo, el dinero no había llegado.

En 15 días, resuelto

Se volvieron a reunir y la Consejería de Educación les comunicó que en 15 días estaría resuelto. «Pero hemos entrado en 2023 y todo sigue igual», insiste el secretario general.

Hartos de la desidia de la Administración, se volvieron a reunir con ellos, indica. Esta vez con una convocatoria de huelga bajo el brazo y exigiendo mayor concreción a la hora de establecer sus compromisos. «Nos dijeron que tenían la partida consignada en los presupuestos pero que no había suficiente personal para tramitarlo», explica Hernández. La Consejería de Educación trabajó contrarreloj para dar una respuesta a sus demandas, pero el documento, que según la Administración acepta todas las peticiones de la patronal -incluyendo la puesta a disposición de dos funcionarios para actualizar las facturas-, ha sido demasiado vago para convencer a los empresarios.

Así, en la víspera de Reyes se reunieron en una multitudinaria asamblea que acabó con una sola conclusión: el paro tendría que seguir adelante. «Es más de lo mismo; nos dicen que dentro de tantos meses resolverán los expedientes pero las empresas no están ya por la labor de seguir esperando», insiste Hernández. En concreto, según los empresarios, la consejería habría consignado algunas de las partidas presupuestarias para junio, otras para el segundo semestre del 2023 y unas últimas sin fecha. «No puede ser que sigan tirando el balón hacia delante porque entonces acabará la legislatura y es posible que tengamos que volver a empezar», reclama.

La consejera de Educación, Manuela Armas, por su parte, destacó el hecho de que «es la primera vez que un gobierno pone el dinero de esa deuda histórica en los presupuestos». Un montante que asciende al menos a nueve millones de euros - para realizar el primer pago este año- que ha elevado el presupuesto por encima de los 50 millones de euros, cuando la inversión habitual para el transporte escolar es de 42. Recordó que, siendo un paro patronal, desde Educación no pudieron hacer nada para "imponer servicios mínimos", pero insistió en que el cese del servicio ha sido de un solo día.

Los salvadores, por un día

Los padres, sin duda, fueron los salvadores de la jornada escolar, pero que no se repita, insisten en todas las Islas. Un día pueden hacer el esfuerzo, pero más sería imposible porque las familias tienen sus obligaciones.

En el IES Santa María de Guía, la ausencia del trasporte escolar se notó en un 15% de absentismo, aunque aún faltaba justificar la razón de las faltas. Tuvieron un 85% de asistencia y la huelga no repercutió mucho porque las familias se organizaron, cuenta la vicedirectora del centro, Charo García.

Lidia Pulido, directora del IES Arguineguín, explica que en su centro tienen cinco rutas y todas pararon. En este caso, acudió al IES un un 61% de del alumnado que usa transporte escolar, es decir, faltó un 40% y al resto de estudiantes los trajeron los familiares y otros, los que pudieron, usaron el transporte urbano, otra alternativa para llegar al instituto, aunque fuera con retraso. "Es un municipio muy disperso, porque nos vienen de Cercados de Espino, Puerto Rico o El Pajar y hay alumnos que tienen facilidades pero otros no", resalta.

En el CEIP Elvira vaquero, en Valsequillo, el 80 % de los niños transportados pudo acudir a clase. cuentan con cinco rutas de guaguas escolares y todas se sumaron a la jornada de paro aunque la mayoría de los alumnos pudieron sortear la inasistencia al colegio. No obstante, hay una ruta complicada, la de Tecén, con 12 alumnos, y la mitad faltó por la carencia del transporte y el resto pudo asistir al centro por el mismo motivo: sus padres o familiares obraron el milagro.

En el CEO Tunte una tercera parte de los alumnos no fueron a la escuela. Son 120 estudiantes y es un centro especial porque tienen niños desde infantiles hasta secundaria. Cuatro líneas de distintas compañías cubren la demanda de transporte escolar, y las cuatro pararon este lunes. Los que faltaron vienen de pueblos alejados del centro y los padres no los pudieron trasladar, porque trabajan.

Fuerteventura

En el IES de Gran Tarajal, en Fuerteventura, trece guaguas transportan a 396 alumnos de los 1.000 que alberga el centro, y algunas de las rutas son compartidas con el IES Vigán. El paro ha sido un "trastorno" para las familias, indican desde el centro, aunque la mayoría no faltó a clase porque hay alumnos que viven cerca, pero en torno a sesenta o setenta estudiante tuvieron "verdaderos problemas" porque residen en pueblos donde no hay un servicio público "medianamente decente", ya que o no pasan guaguas cerca o lo hacen con un horario inviable para los estudiantes. En cualquier caso, como solo es un día, recalcan, y después de las fiestas, "nadie se ha rajado las vestiduras" y los estudiantes que han podido se han buscado la vida.

Lanzarote

En el CEIP La Asomada, en Lanzarote, hay 214 niños y dos líneas de transporte que usan quince menores, y la mitad de ellos se han visto afectados por la huelga, como un alumno discapacitado motórico que lo recogen en Playa Blanca, y no pudo acudir a clase.

En Lanzarote donde más afección tuvieron los paros fueron en los IES de Yaiza y en el de Haría, indica Carmen Pellón, directora del IES Costa Teguise. En su centro cuentan con cuatro rutas y todas pararon, pero no lo notaron mucho por lo mismo: los padres o porque las viviendas quedaban relativamente cerca y aunque otros días van en guagua, en este caso fueron andando o en bicicleta.

En el IES de Haría, sin embargo, tienen seis rutas de guagua porque vienen de Arrieta, Punta Mujeres, Órzola o Guatiza y ninguna se cubrió. En su caso, de los 360 alumnos 308 acuden en transporte escolar, y de ellos asistieron a clase unos 200 por "el esfuerzo familiar principalmente, o a segunda hora por el transporte regular", indican desde el centro, por lo que un tercio del alumnado transportado no pudo ir al al instituto.

Tenerife

En el CEIP Castro Fariñas, del municipio de Tacoronte, la jornada transcurrió con normalidad y no faltaron demasiados niños. Eso sí, a primeras horas de la mañana hubo retrasos para la entrada al colegio así como colas para la entrada. En el IES Barranco Las Lajas, las retenciones de la mañana no fueron tan importantes, pero, de nuevo, fue gracias a la organización de los padres. La mayoría decidió dejar a los adolescentes en la puerta del instituto deteniendo la marcha tan solo lo suficiente como para que bajaran. 

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El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, lamentó ayer que miles de alumnos de la enseñanza pública se hayan quedado este lunes sin transporte escolar por el paro de los empresarios del sector y recordó a los convocantes que, en este asunto concreto, su gobierno está resolviendo «un problema de una década», que se arrastra desde 2011. «Nos sentaremos esta semana para solventar esta situación, pero también tengo que ser claro: este es el Gobierno que ha contemplado en los presupuestos de 2023 deudas que teníamos con el sector con la actualización del IPC desde el año 2011 y, por lo tanto, somos los que estamos resolviendo un problema de una década», recalcó. Torres se refirió de este modo al paro patronal en el transporte escolar ayer. El presidente de Canarias admite que «cualquier paro o huelga tiene su legitimidad», pero también pidió que se reconozca «a los gobiernos que solventan los problemas, incluso cuando son problemas heredados». El presidente está «seguro» de que resolverán «las discrepancias» que aún se mantienen con la Federación de Empresarios del Transporte y detalló que él mismo ha hablado personalmente con los representantes de la FET sobre este asunto. Por su parte, el PP achaca el paro los «habituales incumplimientos» del presidente canario, y CC pide al Gobierno que «dé certezas» al sector del transporte escolar de centros públicos y les pague los «14 millones de euros adeudados» antes de que se convoquen los concursos para las nuevas rutas.| Efe

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