Los autores del sondeo electoral realizado en la cuarta oleada del Sociobarómetro de Canarias dudan de que sus conclusiones tengan «suficiente verosimilitud». En el propio documento admiten que, primero, se necesitaría «un estudio electoral específico, con una batería de preguntas dirigidas a conocer el posicionamiento de los electores vinculados al hecho de votar, que van más allá de preguntar su mera intención de voto»; y además: «en este momento no existe el contexto social, político y económico del momento electoral que en gran medida determina los resultados electorales ni existen candidaturas establecidas sobre las que pronunciarse [los electores], con conocimiento de los líderes que las han de encabezar».
Pese a ello la proyección dada a conocer el lunes da una victoria holgada al PSOE, con hasta cinco diputados más en la Cámara regional, la repetición del pacto de las flores, una mejora de resultados para NC y una caída de Coalición Canaria que pasaría de 20 a 15/18 representantes y una subida del PP de 11 a 14/16 escaños. Ciudadanos desaparecía del arco parlamentario y Vox no lograría entrar. Unos datos cuya fiabilidad se cuestiona en el informe, en la página 98 de las 134 que lo componen, bajo el título ya significativo del : «Cautelas ante la estimación de voto en periodos no electorales».
Los técnicos de la Universidad de Educación a Distancia (UNED) de Las Palmas, a quienes el Gobierno ha encargado la elaboración trimestral del Sociobarómetro de las Islas, sostienen que la mera pregunta sobre la intención de voto «no proporciona por sí misma una estimación de los resultados electorales». Los investigadores advierten de que la aplicación de otros modelos de proyección electoral sobre los mismos indicadores «podría dar lugar a estimaciones diferentes».
Otro de los condicionantes que subrayan es que podría haber cambios en las formaciones que se presenten a la contienda electoral en forma de coaliciones o alianzas electorales que modificarían la correlación de fuerzas, como podría ser una alianza de partidos a la izquierda del PSOE o el impacto real que puede tener el trasvase de votos de Ciudadanos al PP en Canarias y otros partidos de centro derecha que también se disputan este espacio en varias islas, entre ellos Unidos por Gran Canaria así como otras formaciones insularistas.
Así, tanto la intención del voto directo como la del voto unido a la simpatía por un partido o líder político son datos que no proporcionan por sí mismos una estimación de resultados electorales con suficiente consistencia para tener una proyección de cara a la cita electoral de mayo, explican. De hecho, los autores del sondeo puntualizan que la proyección de voto se aplica con un modelo de estimación a partir de los resultados directos obtenidos en el Sociobarómetro, en el que también hay otro tipo de preguntas no relacionadas con las elecciones.
"Los datos no proporcionan por sí mismos una estimación de resultados", aclaran
El director técnico de la encuesta, el sociólogo Juan del Río Alonso, advierte que todas las encuestas cuentan con un error muestral y, en el caso del sistema electoral canario, el error en la estimación aumenta a medida que se sube de la circunscripción insular a la lista autonómica que se implantó en las elecciones de 2019. No obstante, Del Río asegura que «después de cuatro oleadas habrá pocos cambios en las tendencias electorales», con la cautela del tiempo que resta para la consulta de las urnas. Otra de las variables que condiciona el resultado es la Ley D’Hondt que distribuye los escaños según los restos de las papeletas electorales.
Entre las conclusiones que más sorprenden a los expertos es el nulo desgaste del PSOE después de más de tres años y medio de gestión y con las diversas crisis ocurridas en esta legislatura. El sondeo le otorga una estrecha horquilla entre 27 y 30 diputados, por encima de los 25 que logró en las elecciones de 2019.
Del Río sostiene que se detectan trasvases de votos desde Podemos hacia NC o los socialistas en el ámbito de la izquierda, mientras que en el bloque de la derecha de CC a PP, que también se beneficia de la ola nacional de los populares tras la llegada al liderazgo del partido de Alberto Núñez Feijóo. También la desaparición de Ciudadanos provocaría un trasvase de votos a los populares, lo que impulsa las expectativas del partido que lidera ahora Manuel Domínguez a competir por la segunda posición en las elecciones con Coalición Canaria. La proyección del nuevo líder regional del PP «es más simpatía y valoración de la marca que de la persona porque la gente lo identifica con el PP», expone Del Río.
Como en anteriores oleadas la cocina de los datos establece criterios que no terminan de convencer a empresas de sondeos y expertos. Por ejemplo, el caso de Podemos, formación sujeta a problemas internos que en Canarias le ha supuesto fuga de militantes y de cargos públicos. Gana 10.000 votos pero pierde dos escaños de los cuatro que logró en 2019, según el Sociobarómetro. Lo contrario ocurre con NC, que se beneficia de un diputado por Fuerteventura pese al fracaso de su alianza con AMF y la fuga de la diputada Sandra Domínguez, y un posible escaño por Lanzarote donde se otorga un cuarto diputado al PSOE y otro a NC en detrimento de CC, isla donde los nacionalistas tienen uno de sus principales baluartes electorales.
Otra cuestión a ponderar afecta a Coalición. Los expertos ponen en cuestión que la proyección del Sociobarómetro de a CC la misma cantidad de papeletas en la lista regional que en la suma de las circunscripciones insulares: 173.969. El Sociobarómetro admite que la formación nacionalista crece un 22,5% en intención de voto más simpatía, un alza, que por contra no se refleja en el sondeo.
Otra de las críticas de los expertos demoscópicos al informe es que el estudio es muy preciso en el número de papeletas y en cambio muy abierto en la horquilla de escaños a repartir.
