La Hacienda canaria no solo recaudará este año más que en ningún otro ejercicio, sino que hará lo propio también en 2023. Los ingresos impositivos llegarán a su máximo histórico en 2022 espoleados por una inflación desbocada y una política fiscal que, al contrario de las de Gobiernos como el madrileño o el andaluz, reniega de bajadas tributarias generalizadas. Por primera vez se superarán en solo un año los 2.000 millones de euros de recaudación por el Bloque de Financiación Canario, es decir, por los impuestos del Régimen Económico y Fiscal (REF). El fisco autonómico habrá ingresado al cabo del ejercicio 2.072,5 millones, según las previsiones de la Consejería de Hacienda recogidas en el proyecto de ley de presupuestos para 2023. Para hacerse una idea de la magnitud de esta cifra basta con recordar que los técnicos de la consejería habían calculado al elaborar las cuentas para este año que la recaudación por los tributos del REF sería de unos 1.781,2 millones de euros, de casi 300 millones menos. En cualquier caso, el récord será efímero, ya que el próximo ejercicio se recaudarán más de 2.153,3 millones de euros. Cerca de 81 millones por encima de la plusmarca de 2022. Un récord sobre otro récord.
No obstante, a lo anterior hay que puntualizar que los técnicos de la Hacienda isleña suelen ser muy precavidos a la hora de calcular los ingresos impositivos. No será extraño, por tanto, que la recaudación al cierre de 2023 sea bastante superior a esos ya de por sí elevadísimos 2.153,3 millones anotados en los presupuestos.
Las estimaciones sobre el Impuesto General Indirecto Canario, el IGIC, el principal tributo del REF, apuntan que los ingresos rebasarán en 2023 –de nuevo por primera vez en la historia– los 1.900 millones de euros. En concreto rozarán los 1.901,3 millones de euros, 71,4 millones más de los 1.829,9 que sumarán este año de cumplirse la previsión del Gobierno de Canarias.
Esto en cuanto al REF, aunque la tónica es la misma en el resto de partidas tributarias.
Los dineros de Europa y el cobro de tributos garantizan la financiación y evitan el alza de la deuda
Si se toman como referencia las dos grandes categorías de impuestos –directos e indirectos–, los ingresos previstos se incrementan alrededor de un 15% en ambos casos. Las arcas regionales recibirán en 2023 poco más de 1.992,2 millones de euros por impuestos directos, un 15,1% más de lo presupuestado en las cuentas iniciales de 2022; y serán otros 1.804,2 millones en concepto de tributos indirectos, un 15,9% más que este año –se considera aquí solo el 42% de la recaudación por el IGIC, ya que el 58% va para cabildos y ayuntamientos–.
Los altos ingresos impositivos y la inyección de fondos comunitarios permitirán que Canarias transite 2023 –y ponga así fin a la legislatura– con la deuda pública bajo control. No en vano, el débito isleño ascenderá a 31 de diciembre de 2023 a solamente 6.518,4 millones, unos 52 millones de euros más que al cierre del actual ejercicio. Puede parecer una cantidad elevada, pero equivale a alrededor del 14% del Producto Interior Bruto (PIB) del Archipiélago, cuando hay autonomías, como, por ejemplo, la Comunidad Valenciana, donde se supera el 40%. De modo que si la situación socioeconómica se complicara aún más, este bajo nivel de endeudamiento le permitiría a la región acudir a los mercados financieros, donde tiene las puertas abiertas de par en par, para obtener más recursos, más dinero, con el que cubrir esas posibles nuevas necesidades.
Al hilo de lo anterior, y aun cuando las reglas de estabilidad presupuestaria y financiera están en suspenso por la crisis de la covid, Hacienda destaca que el débito público previsto para 2023 es «consecuente» con esas reglas «con el fin de seguir manteniendo un nivel de deuda sostenible».
