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Castro: «Dimito porque discrepo de la gestión política de la empresa del 112»

El gerente de GSC tacha de «irresponsable» que la sociedad tenga los mismos

medios de hace 20 años y lamenta que no se haya hecho caso de sus peticiones

Elías Castro Feliciano en su despacho de la empresa pública GSC. E. D.

El cisma interno abierto en la empresa pública Gestión de Servicios para la Salud y Seguridad en Canarias (GSC) culmina esta semana con la salida definitiva del director gerente, Elías Castro, que presentó su dimisión en abril y se ha mantenido de forma interina hasta ahora. Castro se va cansado de «predicar en el desierto» en la defensa de una reorganización de la empresa y de la necesidad de dotarla de una planificación estratégica de futuro de la que carece. «Es irresponsable que la empresa que gestiona el 112 y las emergencias tenga el mismo dimensionamiento de recursos de hace más de 20 años. No me voy porque me vaya a jubilar como dicen por ahí, ni porque quiera dejar en la estacada al Gobierno, me voy por claras discrepancias con los consejeros de Administraciones Públicas y Sanidad y con el propio presidente del Gobierno», afirma Castro.

El que ha sido director gerente de la empresa del 112 durante poco más de dos años –de marzo de 2020 a abril de 2022– desvela una gestión política caótica en este periodo, sin coordinación interna, sin directrices claras y con una improvisación continua que se ha solventado gracias a la profesionalidad y buen hacer de los trabajadores de la sociedad mercantil, subraya. Castro entró en GSC cuando era consejera de Sanidad Teresa Cruz, que fue destituida unos días después. A partir de ahí el consejo de administración de la empresa entró en una etapa de interinidad y de inacción que se prolongó casi dos años, ya que pese a que el nuevo equipo de Sanidad entró en junio de 2020, no fue hasta febrero de 2022 cuando se reorganizó definitivamente el consejo.

Pese a estar las dos consejerías –Seguridad y Sanidad– bajo la dirección del mismo partido, el PSOE, «durante este tiempo ha existido una constante pugna entre las dos partes para ver cómo configuraban el consejo». Durante este largo periodo Castro despachaba directamente con el presidente del consejo, Julio Pérez, pero sin que emanara del órgano de dirección de la empresa directrices sobre la gestión de la misma. Este vacío motivó que Elías Castro intentara hablar en varias ocasiones con el propio presidente del Gobierno, Ángel Víctor Torres, algo que ha sido imposible.

En este sentido, Castro lamenta que «no es de recibo que el presidente, que tanta celebridad ha conseguido como consecuencia de situaciones de emergencia durante su mandato, no haya tenido ni un minuto de tiempo para interesarse por la marcha y los problemas de la empresa encargada precisamente de la primera respuesta a las urgencias y emergencias».

Recorte de poderes

La gota que llenó la paciencia de Castro fue la designación por el nuevo consejo de un comité ejecutivo formado por cuatro personas en representación de Sanidad (Conrado Domínguez), Administraciones Públicas (Gustavo Armas y Alicia Álvarez) y Hacienda (José Julián Isturitz). La primera decisión del mismo fue «recortar los poderes del gerente», lo que dejó las «manos semiatadas» a Castro y provocó su decisión de dimitir al verse sin margen de maniobra para gestionar y ante los oídos sordos a sus reiteradas peticiones para mejorar y modernizar la gestión de la empresa. Castro también denuncia la intención de algunos de los miembros de este comité ejecutivo de introducir nuevas actividades que no son propias de la actividad de la sociedad, una situación a la que se ha enfrentado negándose a aplicarla.

En sus dos años al frente del día a día de la empresa GSC, Elías Castro ha demandado del Gobierno una mayor profesionalización de la gestión con la designación de directores o responsables de recursos humanos, medios tecnológicos y logística y transporte, todo en vano. Para Castro es imprescindible que una empresa que es «vital» para el presente y futuro de Canarias cuente con profesionales «bien formados y con carrera profesional»; que cuente con unos medios tecnológicos punteros para dar un servicio más eficaz y ágil ya que actualmente los medios de los que se dispone son «obsoletos» y no están preparados para los retos actuales y futuros de respuesta a las emergencias. Asimismo, el gerente considera necesario que haya un departamento dedicado a la logística para coordinar y profesionalizar la gestión del transporte sanitario, compuesto por ambulancias, aviones y helicópteros.

«La respuesta que se da desde GSC a las más de 750.000 llamadas al 112 que generan incidencias es razonablemente buena y la población valora de forma positiva lo que se hace pero los recursos no son los adecuados, la formación continuada del personal brilla por su ausencia y es necesario dar un nuevo impulso a esta actividad», añade. Castro explica que GSC comenzó como una historia de éxito a finales de los años 90 cuando había 1,5 millones de habitantes en las Islas y unos cinco o seis millones de turistas. Actualmente, con 2,2 millones de canarios y más de 14 millones de turistas, los medios son básicamente los mismos: «GSC se está quedando fuera de onda, los riesgos a medio plazo son importantes, se necesita un mínimo de planificación y no se ha hecho nada en este tiempo, por eso me voy», concluye.

El hasta ahora gerente de la empresa del 112 desvela algo también alarmante. La gestión de la línea telefónica y el personal que se dispuso durante el Covid han estado sujetos a partidas extrapresupuestarias que a última hora se han podido conseguir y que han estado a punto de llevar a la sociedad mercantil a entrar en pérdidas y, por consiguiente, en causa de disolución al ser sociedad anónima.

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