La oposición canaria no ha tardado en responder a las declaraciones del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, sobre la inexistencia de una crisis migratoria en Canarias. La negación del socialista el pasado martes en el Senado ha provocado las críticas de los representantes de Coalición Canarias y el Partido Popular. La diputada nacionalista, María Fernández, utilizó ayer sus minutos en la sesión de control al Gobierno para reprochar al ministro que utilizara el descenso en la llegada de personas del continente africano a las Islas durante el mes de septiembre para «felicitarse». Y además, le exigió, una política migratoria «humanitaria». «Estamos hablando de cientos de personas que siguen llegando arriesgando su vida al Archipiélago y de muchas otras que trágicamente no lo consiguen y este Gobierno está más preocupado por colgarse medallas», añadió Fernández.

La diputada incidió en que el drama humanitario que deja la migración irregular «no se soluciona con grandes cárceles ni con dinero, se soluciona con solidaridad» y eso es lo que exigió en sede parlamentaria, «una implicación de España y de Europa y una política migratoria decente», apostilló.

El ministro, durante su intervención en el Senado, aseguró que se están derivando y «distribuyendo» migrantes a la Península y que «en este momento el sistema de acogida de migrantes está al 30%» y únicamente hay 1.400 personas en el sistema de acogida «perfectamente mantenido».

Fernández preguntó a Escrivá si conoce la situación de los Centros de Internamientos para Extranjeros (CIE). «¿Sabe que en Canarias se organizan ciudadanos para recoger ropa y comida para llevarla a los centros de internamiento? ¿Es esto de lo que se felicita el Gobierno?», le espetó la diputada de Coalición Canaria.

La nacionalista censuró también el «doble discurso» sobre la situación de los menores no acompañados. «Ustedes –en referencia al PSOE– mienten con las cifras; en Canarias siguen habiendo 2.700 niños y niñas tutelados». De la misma forma, aseguró que el Gobierno ha desoído al Ejecutivo canario, que «les ha pedido ayuda, ha reclamado una solidaridad que no existe», sentenció.

Al presidente del Partido Popular en Canarias, Manuel Domínguez, tampoco le sentaron bien las palabras de Escrivá, unas declaraciones que tildó de «absoluta aberración». «Eso dibuja a las claras cuál es el conocimiento que se tiene desde el Gobierno con nuestra tierra. Decir que no hay un problema de inmigración en Canarias es desconocer la realidad y una absoluta aberración», aseguró el líder popular.

Domínguez apuntó, además, que la capacidad «máxima» que tiene Canarias para dar una primera acogida digna ha de cifrarse en las 2.700 plazas y no en las 7.000 plazas que hay habilitadas en el Plan Canarias.