Las Palmas de Gran Canaria amaneció con un manto de nubes que cubría una ciudad aún dormida por los coletazos de Hermine. Durante el fin de semana el Ayuntamiento capitalino intervino en 477 incidentes sobre al rastro de desperfectos que dejaba la tormenta tropical. En la capital los pluviómetros registraron 130 litros por metro cuadrado, una tromba de agua histórica, la segunda más intensa con una diferencia de apenas diez litros de la más fuerte en 1954.

La mayoría de las incidencias han sido interrupciones eléctricas e inundaciones. Los servicios de emergencias han realizado 178 atenciones relacionadas con inundaciones e incidencias con aguas; 98 con alumbrado; 54 con edificios por caídas de cascotes; 30 intervenciones relacionadas con árboles y ramas; 18 con carreteras; ocho con semáforos y ocho con muros. A pesar de los daños materiales no hay que lamentar ningún fallecido, la población, como indicó el concejal de Seguridad del Ayuntamiento, Josué Iñíguez, demostró un “gran comportamiento” quedándose en casa.

Los desperfectos han tenido lugar de forma espaciada por el municipio. El más significativo ha sido el socavón de en torno 15 metros de la calle Luis Benítez Inglott, que obligó a cortar la calle al tráfico. El edil, durante el día de ayer manifestó que el Consistorio estaba trabajando para solucionar el destrozo a más tardar durante la mañana de hoy. Por otra parte, en la calle Montejurra tuvo lugar un desprendimiento que no ocasionó grandes trastornos en la circulación gracias a la amplitud de la vía que permitió el paso.

La capital fue uno de los municipios más afectados por apagones debido a las inundaciones

En el caso del acceso a El Confital fue cerrado de forma preventiva para evitar posibles desprendimientos que afecten a los viandantes. Desde el Ayuntamiento han asegurado que tardaran dos o tres días para evaluar el estado de las laderas de la zona. El Consistorio también evaluará otros lugares de riesgo durante los próximos días, que aunque no han sido cerrados al tránsito necesitan una análisis para comprobar si resisten el agua descargada durante estos días de lluvias anormales.

Hermine afectó a la red de saneamiento, algunas tapas de alcantarillas se levantaron y hubo viviendas que sufrieron inundaciones. La Empresa Mixta de Aguas de Las Palmas (Emalsa) actuó frente a las 200 incidencias que afectaron a la red de tuberías de la ciudad. La mayor parte, alrededor de 170, fueron registradas el domingo por la noche. Nueve vehículos y nueve brigadas junto a personal electromecánico y de telemando fueron los encargados de solucionar el más de centenar de problemas que iban surgiendo durante los dos días más fuertes de la tormenta.

Unos operarios trabajan al comienzo de la Avenida José Sánchez Peñate. LP/DLP

Entre los desperfectos también es reseñable la caída de siete árboles, los más aparatosos son los de San Bernardo y Mesa y López. En el primer caso, los vecinos aseguraron que sus raíces estaban podridas porque había sido comido por el cemento. Otras zonas donde los árboles sufrieron la embestida de Hermine fueron el Obelisco, Primero de Mayo y Córdoba.

El tráfico se mantuvo tranquilo y no tuvo lugar ningún accidente. El principal problema para conductores y peatones han sido los semáforos. Muchos en la ciudad han estado inoperativos y la policía local cubrió las principales intersecciones para dirigir a los vehículos y peatones.

Algunos ciudadanos vieron interrumpido su suministro eléctrico. Endesa informó que Gran Canaria ha sido la Isla con más problemas al detectarse numerosas inundaciones en centros de transformación y subestaciones como consecuencia del atasco de las alcantarillas, así como cableado de media tensión mojado que provoca cortes de alimentación. Las Palmas de Gran Canaria es uno de los municipios más afectados. El apagón lo vivieron de primera mano en la calle Ferreras, en La Puntilla, donde en la mañana del lunes seguían sin luz vecinos y comercios. Endesa, ayer, aseguró que estaban trabajando para recuperar el servicio en su totalidad a más tardar en la mañana de hoy.

El respiro del comercio local

Las asociaciones comerciales de la capital coinciden en que las lluvias no han ocasionado graves daños a los dueños de los negocios. La secretaria general de la Zona Comercial de Mesa y López, Pepi Peinado, expresa que los empresarios están “asombrados de que no hubiera inundaciones ante el nivel del fenómeno meteorológico que estaba anunciado” y aclara que el mayor incidente fue la rotura de un toldo en la Plaza de España.

En el caso de las líneas telefónicas, la empresa Telefónica comunicó la caída de un bastidor en Tarahales que dejó a la zona sin conexión. La empresa estaba trabajando el lunes para recuperar el servicio al día siguiente.

El Museo Néstor, anegado

El Museo Néstor, anegado La Provincia

Para las personas sin hogar o habitantes de infravivienda el área de Servicios Sociales abrió las puertas del Pabellón Jesús Telo para garantizar la seguridad de la población más vulnerable. El albergue provisional, que cierra hoy, acogió a 77 personas a las que ofrecieron las tres comidas diarias.

El Museo Néstor sufrió daños y desperfectos ocasionados por la lluvia. En su interior, tuvieron lugar desprendimientos en las cornisas y goteras.

Para cubrir las incidencias trabajaron durante el fin de semana más de 400 efectivos de las diferentes áreas de Policía Local, Bomberos, Protección Civil, Limpieza, Aguas, Alumbrado, Vías y Obras, Playas, Parques y Jardines y Servicios Sociales.