El consejero de Sanidad de Canarias, Blas Trujillo, asegura que el Gobierno autonómico permanece atento a la evolución judicial del llamado caso mascarillas, que investiga la compra por cuatros millones de euros de un millón de mascarillas que la Comunidad Autónoma no llegó a recibir, una causa en la que el propio Ejecutivo regional se ha personado. Así lo aseguró ayer durante una rueda de prensa junto al director del Servicio Canario de la Salud (SCS), Conrado Domínguez, para hacer balance de los datos de actividad y de lista de espera a junio de 2022.

«Sobre este tema ya hemos hecho distintas intervenciones en el Parlamento de Canarias con todo tipo de detalles y con los datos más explícitos posible sobre todo este proceso», apuntó. Trujillo indicó que en la actualidad la situación es que el asunto está sub iúdice y «no queda otra cuestión que permanecer atentos y haciendo un seguimiento al asunto». Al respecto, recordó que en su momento el Gobierno de Canarias decidió personarse en el caso. «Y ahora debemos esperar que sea la justicia la que haga su trabajo», concluyó.

El Servicio Canario de la Salud (SCS) abonó cuatro millones de euros por la compra de un millón de mascarillas N95 modelo 1860 de 3M a través de la compañía RR7 United Limited SL. La adquisición se gestó durante el estado de alarma, cuando se produjo un fuerte desabastecimiento de equipos de protección individual y todos los países competían por adquirir mascarillas para contener al virus. El material sanitario nunca llegó a los hospitales canarios.

El Gobierno de Canarias recurrió a la vía administrativa para resolver el contrato y reclamar el dinero. La Fiscalía Anticorrupción se querelló contra el director del SCS, Conrado Domínguez, la que fuera directora general de recursos económicos del mismo organismo, Ana María Pérez, y el responsable de RR7, Rayco Rubén González, por presuntos delitos de prevaricación, tráfico de influencias, estafa y blanqueo de capitales. El Juzgado de Instrucción número 7 de Las Palmas de Gran Canaria admitió a trámite la querella.