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Los británicos en las Islas, conmovidos por la muerte de una figura «memorable»

La comunidad ve en Carlos III un rey preparado para continuar con el legado de su madre

Fotografía de la reina Isabel II de Inglaterra con los ojos cerrados tomada por el artista Chris Levine en 2007. | | EFE

La comunidad británica en el Archipiélago recibió ayer con conmoción la muerte de la reina Isabel II, una monarca a la que la presidenta del Club Inglés de Las Palmas, Betty Burgess, calificó de «realmente impresionante y memorable» que deja tras de sí una sombra enorme a la que tendrá que hacer frente su hijo Carlos. Aun así, prácticamente todos los consultados coinciden en señalar que el nuevo rey está preparado para continuar con el legado de su madre, que se encargará de reinar con la filosofía ya establecida por ella. «No habrá muchos cambios», adelanta el que fuera jugador de la UD Las Palmas, Vinny Samways, quien se mostró especialmente afectado por el fallecimiento de la principal figura de la casa real británica a los 96 años de edad. A lo largo de este tiempo ha tenido que lidiar con numerosas crisis, algunas de ellas de imagen como la muerte de la princesa Diana de Gales, y otras políticas, como la desaparición del imperio británico o el Brexit que llevó al Reino Unido a abandonar la Unión Europea.

La nueva presidenta del Club Inglés de Las Palmas, Betty Burgess, recuerda aquel discurso que dio por radio la reina Isabel II en febrero de 1952, cuando ascendió al trono tras la muerte de su padre Jorge VI. «Me acuerdo estar en el colegio y escuchar su mensaje por la radio en el que decía que iba a dedicar su vida al servicio del país, sea larga o corta». Y así lo hizo. «Lleva más de 70 años, es algo realmente impresionante y memorable, un caso único de una persona que», como ya adelantó en su discurso de hace siete décadas, «ha dedicado toda su vida». Burgess es de las británicas que ya veían próximo este desenlace. No obstante, en un escrito remitido a los miembros del club tras su viaje a Inglaterra el pasado mes de junio ya indicaba: «Me llamó la atención, y me hizo reflexionar, la figura ya diminuta, encorvada y frágil de la reina a sus 96 años». ¿Sorpresa por su fallecimiento? «No me extrañó tanto como si hubiese sido cuando se produjo el Jubileo [los 70 años de reinado que se celebraron a principios de este año], cuando estaba tan vital, llena de vida e ilusión; pero en estas últimas semanas ha habido un deterioro bastante notable», responde. Si bien no tuvo la oportunidad de estrecharle la mano, sí que la pudo ver en persona hace ya muchos años. «Estaba junto a mis padres y la policía nos mandó parar, y pasó por allí, delante de nosotros, con su característico saludo». La también responsable de la iglesia anglicana de Ciudad Jardín adelantó que se realizarán diversos actos relacionados con el fallecimiento de la monarca, entre ellos una misa funeral y poner la bandera a media asta en el edificio de la calle León y Castillo de Las Palmas de Gran Canaria. Burgess apunta que, por los mensajes que ya había recibido pocos minutos después de confirmarse el fallecimiento, la comunidad británica en el Archipiélago estaba «muy conmovida».

«Carlos continuará con el mismo camino y la misma filosofía de su madre, que era una gran persona»

Vinny Samways

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El fotógrafo británico, aunque residente durante prácticamente toda su vida en Gran Canaria, Álex Bramwell calificó de «impresionante» el largo reinado de Isabel II. Coincide con Betty Burgess en que no le coge por sorpresa la noticia, «porque tenía 96 años y porque en los últimos meses se ha visto que ha tenido un envejecimiento notable». Bramwell, hijo del botánico David Bramwell, fallecido el pasado 20 de enero, opina que la monarca era una persona «muy sutil», que no necesitaba de las palabras para dar sus opiniones personales, sino que lo hacía a través de la ropa o las joyas. «Carlos va a tener muy difícil seguir esa línea como rey, sobre todo después de que ella haya reinado durante tantos años y porque es la única reina que conoce la mayoría de los británicos». Pero, Carlos tiene a su favor que «durante mucho tiempo, como príncipe de Gales, ha tenido opiniones que estaban fuera de moda, como la defensa de la agricultura o la protección de los bosques», que ahora están de actualidad con el cambio climático. «Ya veremos cómo lo hace y cuánto dura, porque las mujeres duran más que los hombres en el reinado», en referencia no sólo a los 70 años de Isabel II, sino también a los 45 de Isabel I de Inglaterra y los 63 de la Reina Victoria. Para Alex Bramwell, el ya nombrado Carlos III tendrá detrás la sombra enorme de su madre y considera que la continuidad llegará con su sucesor, su hijo Guillermo, que «parece ser bastante más popular». Y, porque no se prevé un reinado tan prolongado porque el hasta ahora príncipe de Gales sube al trono con 73 años de edad.

«En el colegio escuché su mensaje en el que decía que iba a dedicar su vida al país»

Betty Burgess

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El también británico Jonathan Allen, profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), califica de «ejemplar» la relación que Isabel II ha tenido durante todos estos años con autoridades y ciudadanos. «Cuidó mucho su agenda internacional y doméstica, con centenares de actos todos los años». En un repaso a su vida, recalca que su llegada al trono tras la II Guerra Mundial por la muerte por enfermedad de su padre Jorge VI en 1952 le permitió ver de primera mano la cruda realidad en la que vivían los británicos. «En la posguerra pudo acercarse al pueblo y conocer su sufrimiento». Y le hizo, además, estar presente en la caída del imperio británico, que a mitad del siglo pasado se iba desmembrando con la pérdida de la gran mayoría de las colonias, sobre todo India y Hong Kong. Aunque, en su opinión, el momento más duro de los 70 años de legado de la reina «fue la muerte de la princesa Diana de Gales», con la que había tenido una relación difícil «por cómo había sido el divorcio y por la última etapa de la relación con el príncipe Carlos». Jonathan Allen destaca que Isabel II mantuvo muy buena relación con prácticamente todo el mundo, «incluso con los no muy monárquicos», entre los que nombró a los primeros ministros socialistas más alejados de la Casa Real. Con casi todo el mundo excepto con una persona con la que nunca tuvo afinidad: Margaret Thatcher. «Se detestaban mutuamente», apunta Allen, quien añade que la política neoliberal provocó la división social del Reino Unido durante su gobierno entre 1979 y 1990. Este profesor británico subraya que Carlos III «está más que preparado para ser rey». «Es una persona», continúa, «con la cabeza muy bien amueblada, tiene muchos intereses culturales, de defensa del medio ambiente...», que además desde hace ya unos años acude a determinados actos como principal representante de la corona británica ante la ausencia de Isabel II por motivos de salud. «Está muy preparado para ser rey y será buen rey», sentencia.

«La continuidad llegará con Guillermo, porque parece ser bastante más popular que su padre»

Alex Bramwell

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El exsenador y expresidente del Club Inglés en Las Palmas, Diego Cambreleng, permanecía en la tarde de ayer atento a la cadena de televisión pública británica BBC para conocer las últimas novedades sobre el estado de salud de la reina Isabel II. Cuando atendió a la llamada de EL DÍA aún desconocía el desenlace. «¿Seguro?», preguntaba, desconfiado, a las 18.44 horas, cuando ya medios privados como The Guardian confirmaban el fallecimiento. «Ahora, en estos momentos, es cuando la BBC ha dicho dos cosas: primero que la Reina Isabel II muere y, por otro lado, la bandera a media asta en el Palacio de Buckingham», narraba al otro lado del teléfono. «Supone el final de un reinado enorme, de 70 años, pero no va a cambiar nada, todo seguirá igual, habrá una continuidad de la monarquía», atisba.

«Incluso los no muy monárquicos se llevaban bien con ella; excepto Margaret Thatcher»

Jonathan Allen

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Cambreleng sí que reconoce que la muerte le cogió por sorpresa porque apenas dos días antes, el pasado martes, la había visto con el primer ministro saliente Boris Johnson y con la primera ministra entrante, Liz Truss, en el castillo escocés de Balmoral donde falleció en la tarde de ayer. «Es increíble cómo a esta mujer se le ha visto tan bien en los últimos momentos, caminando, muy despierta, siempre con su bolso». Pese a su relación durante tantos años con la comunidad británica, Cambreleng reconoce a pocas personas que tuvieran algún tipo de acercamiento con la reina. De entre ellas destaca a una: su mujer María Pilar Roca, quien tuvo un encuentro con la monarca y fue por casualidad. «Estaba viviendo en casa de un primo de la reina cuando la reina se presentó a cenar», comenta, con ella al lado asintiendo. «Le dio una impresión de ser una persona muy sencilla, muy agradable, muy natural, nada engreída; era muy normal», agrega Cambreleng. De aquello hace muchos años. «Imagínese, ella estaba soltera y llevamos 58 años de casado».

«Es increíble cómo se le ha visto tan bien hasta en los últimos momentos de su vida»

Diego Cambreleng

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Para Carmelo Santana Peña, quien fuera exportador canario en Londres durante 30 años, la reina Isabel II representa «el profundo respeto de una sociedad hacia sus tradiciones e instituciones». «Todo lo que rodea a la corona», añade, «siempre ha sido de una solemnidad asombrosa y digna de mención». Santana recuerda el momento en que saludó a su marido Felipe de Edimburgo durante una visita que éste realizó al mercado de Convent Garden, donde muchos canarios tenían sus oficinas, «y sentir cómo el tiempo se detenía». «Lo mismo que me pasó durante el funeral de sir Winston Churchill. Sé que una cosa es vivirlo y otra muy distinta contarlo, pero pocas cosas como todo aquello». El empresario señala que si definiera a Isabel II con una sola palabra, esa sería «respeto» más allá de que haya sido una de las reinas más longevas de Europa y la monarca que durante más tiempo ha ostentado el trono en Gran Bretaña. «En realidad, cuando fallece un personaje de esta entidad siempre pienso que se marcha una parte de la historia, y en el caso de la Reina Isabel más aún». «God save the Queen (Dios salve a la reina)», sentencia.

«Representa el profundo respeto de una sociedad hacia sus tradiciones e instituciones»

Carmelo Santana Peña

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El exjugador de la UD Las Palmas, Vinny Samways, definió a la monarca como un «fenómeno» . «Para nosotros es una gran pena que ella haya muerto. No tengo palabras. Es una persona muy especial. Es difícil encontrar una persona que hable mal de ella», comenta desde Marbella, donde tiene ahora su residencia. Sobre su sucesor, el londinense piensa que «está listo para entrar y seguir el mismo camino y la misma filosofía que su madre», por lo que no atisba muchos cambios. «Sólo que, ahora, tenemos un nuevo rey». Samways rememora la final de copa que disputó con el Tottenham Hotspur. Admite que tuvo «mala suerte» porque no acudió Isabel II, sino que la encargada de entregarles el trofeo fue el príncipe Carlos, ahora rey Carlos III, acompañado por Lady Di. «Sólo tengo palabras muy buenas para la reina, no la conocí, pero viéndola desde fuera fue una persona de altísimo nivel», reitera el exfutbolista.

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