Ben Magec considera una gran irresponsabilidad y falta de visión de futuro que, en el actual contexto de crisis climática y de escasez de recursos energéticos, se siga apostando por el crecimiento turístico sin límites. «La crisis ecológica por la que atraviesa el mundo globalizado obliga a la revisión del modelo económico canario y a un necesario decrecimiento de las actividades económicas altamente contaminantes y dependientes de los combustibles fósiles como la turística», señaló la federación ecologista en un comunicado.

A diferencia de otras regiones como Baleares, que lleva años aplicando una ecotasa que grava la actividad turística para compensar impactos sociales y ambientales, o la reciente entrada en vigor de la Ley de circularidad y sostenibilidad turística, que entre otras medidas incluye una moratoria o prohibición de nuevas plazas hoteleras así como el decrecimiento de las mismas, en Canarias, «lejos de apostar por la contención de la actividad turística y rehabilitación de la planta alojativa obsoleta, se sigue facilitando la especulación en el litoral y la construcción de más establecimientos hoteleros», denunciaron.

La organización ecologista aseguró que el modelo turístico canario se ha caracterizado desde sus inicios por tener una vocación claramente invasiva y especulativa en el territorio, enfocado hacia un turismo de masas y aportando «un bajo valor añadido, privatizando los grandes beneficios de la especulación urbanística y de la actividad turística mientras se socializan las pérdidas y los costes sociales y ambientales».

Añaden a ello que estas prácticas han provocado «un elevado consumo de recursos (suelo, agua, combustibles fósiles...) y la generación de gran cantidad de residuos», además de demandar «grandes infraestructuras como aeropuertos, carreteras, redes de saneamiento o eléctricas», entre otras. Tode ello «financiado con dinero público», alertaron.

«Lejos de cumplir las continuas promesas de traer riqueza y prosperidad a los canarios y canarias, la realidad es que seguimos siendo una de las regiones con mayor índice de pobreza y desigualdad»,, lamentaron desde Ben Magec, además de «empleos precarios y de baja cualificación». En su opinión, la historia ha mostrado «los efectos perversos que el actual modelo turístico lleva aparejados, vinculados a la ocupación masiva del litoral».