El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ya ha encendido el contador de sus vacaciones de verano en Lanzarote. El líder socialista llegó ayer a mediodía con su familia al Aeropuerto César Manrique en el Falcon y nada más pisar la isla volcánica el jefe del Ejecutivo se trasladó hasta la residencia La Mareta, ubicada en la localidad turística de Costa Teguise. Su llegada no fue tan «sonada» como en otros años, el presidente entró en la instalación sin hacer mucho ruido. No hubo convoy de la Guardia Civil, ni despliegue de seguridad en la puerta; solo lunas tintadas, varios coches entrando y saliendo, discreción y mucha prisa.

Pedro Sánchez inicia las vacaciones en Lanzarote con familia y mascotas

El presidente pisó la finca sobre las 12 de la mañana, pero antes de su llegada el movimiento en la zona fue constante. El personal de seguridad no paró de entrar y salir y los buzos de los GEAS de la Guardia Civil inspeccionaron la costa colindante a la residencia de cara a la llegada del presidente. Miembros del equipo de Sánchez también pasearon por las rocas junto al mar en las que el presidente se ha dado algún baño en años anteriores. Durante la mañana también entraron a la residencia trabajadores y personal de mantenimiento y encargados del catering.

La visita despertó el interés de numerosos medios de comunicación que se desplazaron hasta La Mareta para cubrir la llegada de Sánchez y su familia, una noticia que siempre genera expectación.

Pero el líder socialista prefirió no salir del complejo en su primer día de vacaciones. La familia pasó la jornada dentro de La Mareta y a los únicos que se les pudo ver disfrutando de la costa fueron a los dos perros que acompañaron a la familia en su viaje hasta las Islas. Incluso, algunos miembros de seguridad se animaron en varias ocasiones a jugar con ellos. Durante todo el día se respiró un fuerte hermetismo sobre la actividad diaria del presidente y su familia dentro de la finca.

Casi hubo más movimiento los días previos a la llegada de Sánchez, en los que una decena de personas se encargaron de poner a punto la playa donde descansa la familia. Se han realizado labores de limpieza en la arena y las rocas de ramas, algas y desechos marinos. También se trabajó en adecentar los jardines y los árboles de la residencia.

Torres se reunirá con Sánchez el próximo domingo en el Cabildo de Lanzarote

El presidente Sánchez no tuvo prisa por darse el primer baño del verano en aguas canarias porque cuenta con bastante tiempo para disfrutar de las bondades de Lanzarote ya que pasará –si nada cambia– los próximos 20 días en esta casa. Al menos hasta el consejo de ministros que tendrá lugar en Madrid previsiblemente el próximo 23 de agosto. Lo cierto es que estas serán las vacaciones más largas del líder socialista desde que llegó a Moncloa. Durante este periodo el presidente plantea desplazarse a La Palma a cumplir su promesa de regresar a la isla a comprobar cómo avanza la reconstrucción de los daños del volcán.

Además de esta visita, el presidente va a interrumpir su tiempo libre en Lanzarote para mantener un encuentro con el jefe del Ejecutivo autonómico, Ángel Víctor Torres, a finales de esta semana. No es la primera vez que el líder canario visita a Sánchez durante su periodo vacacional. Todavía no se ha cerrado la fecha exacta, pero se espera que la reunión se produzca el próximo domingo en el Cabildo de la isla.

Deporte y lectura

Además de los encuentros y visitas oficiales, fuentes cercanas al presidente aseguraron ayer que el líder socialista utilizará las mañanas de sus vacaciones para hacer «mucho deporte» en los paisajes naturales de la isla y que dedicará las tardes libres a la lectura en las instalación ubicada en Teguise.

Esta es la quinta ocasión en la que el jefe del Ejecutivo se hospeda en la residencia conejera. La primera visita del presidente a La Mareta fue en marzo de 2014, cuando era un joven diputado en el Congreso por Madrid, promotor de la participación en las elecciones europeas. La segunda ocasión fue en octubre de 2018 tras acudir los actos de homenaje al escritor José Saramago con motivo del 20 aniversario de su consecución del Premio Nobel de Literatura y veinticinco años de su llegada a la isla de los volcanes. La tercera vez fue en las navidades 2018-2019 y luego repitió en agosto de 2020, el primer verano de la pandemia del coronavirus.

También han elegido esa propiedad los miembros de la Familia Real española y los expresidentes José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, además de mandatarios extranjeros, entre ellos los expresidentes de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, y la República Checa, Václav Havel. En el caso de Zapatero su amor por Lanzarote, tal y como ha reconocido en varias ocasiones, hizo que vendiera su casa en León para comprar uno de los apartamentos de Los Noruegos en Famara. La Familia Real visitó la residencia por primera vez en 1993, convirtiéndose en un refugio para ellos tras la muerte del padre del rey emérito Juan Carlos I, Don Juan, conde de Barcelona. Pero allí también han vivido otros momentos difíciles como el fallecimiento de la madre del rey emérito, Doña María de las Mercedes, en enero de 2000 cuando pasaban las navidades en la isla volcánica. Las casa lanzaroteña también ha sido el escenario de momentos importantes para la monarquía española, allí los reyes actuales, Felipe VI y Letizia Ortiz, presentaron en sociedad a la infanta Leonor, heredera al trono, en 2005 tras su nacimiento el 31 de octubre de ese año.

La vivienda fue donada en 1989 al ahora rey emérito por el rey Hussein de Jordania, aunque después pasó a manos de Patrimonio Nacional. El actual rey, Felipe VI, decidió después ponerla «al servicio de los intereses turísticos de España». Se trata de un complejo de más de 30.000 metros cuadrados que, como todo en Lanzarote, no escapa al influjo del artista local e internacional de la isla, César Manrique, que la diseñó y la decoró.

La residencia vacacional de la familia del presidente, con acceso directo a la playa, está dividida en diez bungalós protegidos por altos muros que lo aíslan del exterior y de los curiosos que puedan rondar la zona. En el caso de la familia de Sánchez, suelen hospedarse en el edificio principal, que cuenta con dos dormitorios con terraza, dos baños, zona de descanso y una piscina privada. Además, en el jardín se encuentra un lago muy parecido al que se encuentra en los Jameos del Agua. También cuenta con un helipuerto, así como con pista de baloncesto o de tenis.

La agenda de Sánchez estará supeditada a los acontecimientos que puedan surgir tanto a nivel nacional como internacional, ya en anteriores ocasiones el presidente ha tenido que interrumpir sus tiempo libre para atender sucesos de actualidad. Antes de sus vacaciones, el jefe del Ejecutivo era recibido el martes por el Rey Felipe VI en el Palacio Real de La Almudaina, en Palma de Mallorca, donde mantuvo su tradicional despacho de verano para hacer balance anual de la situación del país. Antes, el lunes, presidió el último Consejo de Ministros del curso político, que, entre otras cosas, aprobó el plan de ahorro energético, justo después de aterrizar de su viaje oficial por los Balcanes Occidentales.

Después de las vacaciones en Lanzarote, se espera que Pedro Sánchez y su familia pongan rumbo a Doñana, donde se alojarán en el Palacio de las Marismillas, situado dentro del propio Parque de Doñana, en el extremo sur, perteneciente al municipio de Almonte (Huelva), cerca del río Guadalquivir.