Ocurrió en mayo y ha vuelto a pasar hace tres días. El miércoles se reunió en Madrid el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, con su homólogo de Marruecos, Abdelouafi Laftit, y sus respectivos equipos con el objetivo de reforzar, según comunicación oficial, la cooperación bilateral entre ambos países. En la mesa del palacete del Paseo de la Castellana no había ningún representante del Gobierno de Canarias. Un hecho, este, que se tiende por parte de Coalición Canaria como «nuevo portazo» a Ángel Víctor Torres.

El secretario de Organización del principal partido de la oposición en las Islas, David Toledo, sostiene en un comunicado que el Gobierno de Canarias fue tampoco ha sido esta vez «convocado» al encuentro en el que se ha analizado, entre otros asuntos, la gestión de los flujos migratorios y la lucha contra las mafias que trafican con personas.

Para Toledo, «este nuevo desplante a Canarias certifica que las promesas realizadas por Torres o por parte del ministro de Exteriores [José Manuel Albares] sobre la presencia de representantes de las Islas en las reuniones bilaterales con Marruecos que afecten a nuestro territorio, como es el caso de las migraciones, ni se cumplen ni existen perspectivas de que el Estado abra las puertas al Ejecutivo presidido por Torres».

El dirigente nacionalista tachado además de «triunfalista» el discurso de Marlaska.