Felipe Afonso (Las Palmas de Gran Canaria, 1962), adjunto primero de la Diputación del Común, explica las claves del informe que han elaborado sobre la situación de la dependencia en 2021.

Han pedido en el Parlamento un gran pacto por la dependencia en Canarias. ¿No llega tarde?

Efectivamente se tenía que haber hecho hace mucho tiempo, pero estamos hablando del momento presente, y en nuestro presente hacemos propuestas en constructivo, intentando resolver el problema. Hemos dado un compendio de datos importantes sobre la situación de la dependencia en Canarias y diecinueve propuestas, y en una de ellas está el pacto por la dependencia entre administraciones de todos los signos políticos para transformar la dura realidad analizada.

¿Pero cómo se materializará ese gran pacto?

Tiene que ser entre grupos políticos pero, sobre todo, que las administraciones, los ayuntamientos, los cabildos y la Comunidad Autónoma, lleguen a acuerdos para descentralizar lo máximo posible la gestión, y que la Comunidad Autónoma financie, como se hace en Valencia, Castilla y León o Galicia, a los ayuntamientos cuyos trabajadores sociales hacen los informes, y eso agiliza de manera espectacular la dependencia. En Valencia, por ejemplo, hace poquitos años estaban como nosotros y ha cambiado de manera espectacular, porque todos los ayuntamientos han empezado hacer informes y agilizar los expedientes. Por ejemplo, un trabajador va de Las Palmas de Gran Canaria a Artenara y, lo más probable, es que solo le dé tiempo a hacer un informe ese día. En cambio, el Ayuntamiento de Artenara, a lo mejor no tiene ni que visitar a la persona porque ya la conoce y tiene suficiente información para hacer el informe.

¿Qué defectos tiene el actual sistema del Gobierno de Canarias?

Ahora es un sistema donde los trabajadores o están en interinidad o están en contratos con un proyecto que se acaba dentro de un año o dos años, y están continuamente renovando la plantilla. La dependencia es un servicio estructural, donde hay que tener una plantilla estable y el número suficiente de personas para toda la demanda que hay de expedientes, sin contar lo que se nos viene encima, porque hay muchísima gente que todavía no está acudiendo a pedir la dependencia por falta de confianza, por falta información. Si tuviéramos el mismo número de expedientes por población que tiene el conjunto del Estado tendríamos 30.000 solicitudes más, el doble de las que tenemos en este momento. Si ahora el sistema está colapsado, imagine cuando aparezca toda esta gente.

Lo que nos preocupa es que todos los días nos llegan quejas y con historiales muy duros

En su informe hablan de un vía crucis de los dependientes, de que se tarda 45 meses en contestar a las solicitudes cuando la ley establece seis meses, de que mueren nueve personas al día, de que estamos a la cola estatal en inversión o que el plan de choque nacional de la dependencia no ha servido para bajar las listas de espera en las Islas. Vaya, una radiografía muy negativa. ¿De quién es la culpa? Lo digo porque ha habido gobiernos de CC con el PP y con el PSOE.

Esos son debates de los grupos políticos. La Diputación del Común no entra en esas cuestiones sino que decimos la realidad, y la evolución del año pasado en algunos casos fue la peor de España, en más tiempo de espera y mayor limbo (personas que tenían reconocido el grado y las prestaciones pero no las reciben). En el conjunto de España los limbos bajaron con el plan de choque un 16% y en Canarias subió un 23 %.

¿A qué se debe?

No hay recursos económicos, no hay personal, no hay medios tecnológicos, es una situación colapsada. A nosotros lo que nos preocupa es que todos los días nos entran quejas, leemos su historial y es muy duro, y eso es lo que queremos transmitir a la sociedad. Nosotros somos neutrales. Hacemos recomendaciones e informes y los remitimos a la administración de forma positiva queriendo cambiar las cosas de forma constructiva, con humildad.

En esta radiografía dicen algo tan grave como que muere una persona cada dos horas y media esperando por su derecho a la dependencia. ¿Qué pueden hacer los familiares?

Hay distintas alternativas. Cuando no tienen ni el grado reconocido es complicado porque no tienen reconocido ningún derecho. En otros casos será con carácter retroactivo, porque si te viene el PIA [Programa Individual de Atención] aprobado puedes pedirlo con carácter retroactivo, y en otros casos puedes reclamar una indemnización por responsabilidad patrimonial por una actuación irregular de la administración.

Resumiendo, ¿cuál es el mayor problema que ven ustedes ?

Lo primero que vemos es la falta de recursos.

Pero el Gobierno canario presentó el año pasado un presupuesto de más de 8.000 millones de euros, y alegaron que preservaba el Estado del bienestar, además de todos los recursos que vinieron de Europa por los fondos de recuperación y resiliencia por la pandemia.

Pero la realidad es que estamos por debajo de la mitad de la media nacional. Canarias invirtió por habitante en materia de dependencia 67,7 euros en 2021 y la media nacional fue de 148,3 euros. O sea, que estamos en el 45% de la media. Castilla y León, por ejemplo, tiene mucho más recursos económicos destinados a dependencia, tiene acuerdos con el conjunto de los ayuntamientos que son dos mil y pico y aquí son 88, y mucho de ellos pequeños, cuentan con personal estable financiado por la Comunidad y tienen programas tecnológicos.

¿Cuánto dinero debería destinarse a la dependencia y cuánto personal habría que poner para darle una solución en Canarias?

Para estar en la media, y no para ser el más guapo de la región de España, hay que duplicar el presupuesto actual en el porcentaje por habitante. Tiene que aumentar el número de trabajadores y que sean estables, no personas que entren y salgan. Y debe haber un programa de gestión actualizado porque no se puede funcionar con Excel. Además, hay que simplificar los trámites, hay que acelerar el tercer plan de infraestructuras sociosanitarias, porque muchas personas no pueden estar en su casa, aunque sea lo deseable, pero lo que no puede ser es que más de tres mil personas estén en lista de espera. Es cierto que hay que ir a un modelo de residencia mucho más hogareño, pero ni una cosa ni la otra, porque siempre habrá un grupo de personas que necesite una residencia.

Ojalá este año los datos sean mejores porque todos tenemos a un familiar en esta situación

¿Cuál es su prospección de futuro?

Dependerá de la voluntad que se ponga, pero es posible transformar la realidad de la dependencia. Hacemos este informe y de manera humilde. No estamos inventando nada, solo queremos ayudar a cambiar la realidad dura del dependiente y de sus familiares, y es posible poniendo los recursos que sean necesarios y que tienen en otros lados.

Desde el Gobierno dicen que se está invirtiendo la tendencia este año y, de hecho, en mayo hay un récord, con 1.050 altas en el sistema.

Hemos estudiado el 2021. Cuando estudiemos este año lo veremos. Ojalá las cosas sean mejor. Nos alegraríamos porque todos tenemos a un familiar en esta situación.