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Medalla de Oro de Canarias 2022
Rosa Aguilar Rectora de la Universidad de La Laguna

«Esta Medalla muestra el trabajo de las mujeres en la ciencia»

El Gobierno de Canarias concede la Medalla de Oro a la rectora de la ULL, la ingeniera informática gomera

Rosa Aguilar en el Rectora de la ULL MARIA PISACA

Rosa María Aguilar (Arure, 1970) lleva ya tres años al frente de la Universidad de La Laguna (ULL), al frente del equipo rectoral con mayor presencia femenina de toda la historia de la institución. El Gobierno de Canarias reconoce este año su gestión y trayectoria investigadora con la Medalla de Oro.

¿Cómo le comunicaron que recibiría este año la Medalla de Oro de Canarias?

Después de haber pasado la covid y una erupción volcánica, cuando me llamó el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, me puse muy nerviosa y lo primero que pregunté es si el meteorito ya estaba llegando. Me dijo que me tranquilizara y, después de explicarme que me iban a dar la Medalla de Oro, lo primero que pensé es que era una pena que mi madre no estuviera aquí para verlo, pero el presidente me dijo que allí donde estuviera, seguro que ella lo estaba viendo. Evidentemente me siento muy orgullosa de este reconocimiento, de haber nacido en Arure, de ser canaria y de trabajar por mi tierra. Más allá del honor, esta Medalla de Oro es para mí un homenaje a todas las madres coraje que han hecho que yo, por ejemplo, esté aquí tratando de cambiar el mundo, como creo que hago. Mi madre siempre me insistió en que desde la formación y el conocimiento iba a ser feliz y eso me lo decía ella, que era de una isla no capitalina y que sentía la universidad como algo lejano. Sin las preguntas no hubiéramos evolucionado y eso lo vemos ahora con los grandes retos que tenemos.

Siempre lleva por bandera a su madre y a La Gomera allá donde va y en esta ocasión no será menos porque les dedica a las dos este reconocimiento. 

Sí. Creo que la orografía de La Gomera y la forma en la que se vivía allí ha hecho que los que somos de esa isla contemos con unas determinadas características. Somos lo que somos gracias a nuestro entorno y a las personas y experiencias que nos acompañan y, en este caso, esa orografía que hubo que salvar hizo que no nos viniéramos abajo ante los retos. Quiero creer que eso se repite en todos los gomeros. Y la búsqueda de conocimiento se basa en eso precisamente. En ese sentido, el silbo gomero, por ejemplo, es una forma de salvar las dificultades que presenta el terreno.

Como rectora ha realizado un trabajo innegable a lo largo de estos últimos tres años pero su aportación al campo educativo en Canarias comenzó mucho antes, con su trabajo de investigación, que también se reconoce con esta Medalla de Oro.

Dejé la investigación totalmente aparcada con la llegada al Rectorado porque le dedico 24 horas al día los siete días de la semana, porque esto también es mi pasión. Pero también es verdad que me gusta mucho la investigación porque me permite trasladarme a otro mundo, donde soy capaz de resolver los problemas del aquí y el ahora. Quiero poner en valor esa trayectoria que he tenido como investigadora, que para mí prácticamente ha sido una afición, la he desarrollado en un ambiente totalmente masculino y he tenido que salvar los barrancos que supone trabajar entre tantos hombres. Así que esta Medalla de Oro también tiene que ver con visibilizar el trabajo de las mujeres en la ciencia y en la tecnología.

«Lo primero que pensé es que era una pena que mi madre no esté aquí para ver la Medalla»

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¿Echa de menos el trabajo de investigación?

Muchísimo. Una de mis especialidades es la analítica de datos que permite predecir diferentes acontecimientos y cuando sucedió la erupción volcánica de La Palma eché mucho en falta poder estar sobre el terreno trabajando, recogiendo datos y prediciendo qué podría pasar con las técnicas de inteligencia artificial que empleamos. De hecho, en un momento dado realicé una visita a la zona y para mí fue inolvidable y lo echo mucho en falta.

Este también es un reconocimiento a su trayectoria al frente de la ULL estos tres años, pero ¿qué cuentas pendientes tiene al frente del Rectorado?

Quiero cerrar todo lo que he iniciado a lo largo de estos años. Evidentemente estamos en mitad de una transformación en la forma de gestionar y gobernar la ULL utilizando el empleo de datos. Es una práctica similar a la que realizamos en la investigación pero en la parte de gestión nos falta afianzar ese cambio. En el ámbito del profesorado queremos seguir con la renovación de la plantilla. Ya hemos hecho todo lo que podíamos hacer desde la universidad para obtener un modelo transparente que permita ver las necesidades reales y a partir de ahí resolver lo que podamos con la financiación de la que disponemos. Existe otra parte fundamental muy vinculada a la necesidad de innovar ante los nuevos retos que se nos presentan porque, ante los nuevos barrancos, debemos reinventar el silbo gomero. Esto se refiere al cambio en la mentalidad de nuestro alumnado, que piensa diferente y se relaciona diferente y por tanto no podemos seguir dando la docencia que estábamos dando hasta ahora. En ese caso, se ha abierto una línea de trabajo para ofrecer una docencia más centrada en el estudiante, pero es una carrera de fondo porque cambiar los modos y costumbres no se hace de hoy para mañana. No obstante, ya hay muchos profesores que están empleando el aprendizaje basado en proyectos. Así que la gestión, el personal y la docencia se están trabajando ya pero lo que más me satisface, y ya se está produciendo, es la apertura de la universidad a la sociedad.

¿Cómo se está produciendo esa apertura de la institución a los canarios?

Queremos estar en todos los pueblos de las ocho islas atendiendo a cada uno de los problemas de los canarios, porque para eso estamos aquí. Pero el amor a la fuerza es imposible y por eso queremos seguir atendiendo a los retos que se les presenta a la sociedad. Esa es la conocida extensión universitaria, pero no solo entendida como los cursos no oficiales que ya ofrecemos, sino que hace referencia a las acciones que nos permiten estar más en contacto con nuestro territorio, ver cuáles son sus necesidades y crear, junto a los ciudadanos, las soluciones que no siempre serán las más factibles técnicamente sino que pueden ser aquellas que para nuestros vecinos sean las más favorables. Es algo que ya estamos haciendo en La Palma, por ejemplo, donde junto al Cabildo tenemos en marcha Revivir el Valle. Estamos escuchando a las personas para cocrear soluciones.

Sin duda la ULL estará en las ocho islas el Día de Canarias cuando le concedan esa Medalla de Oro. ¿Qué supone para usted ese día?

Creo que lo vivo como todos los canarios, como un día importante. De hecho, el día 30 hay una Conferencia de Rectores y yo no voy a asistir porque es el Día de Canarias. Aunque no me hubieran dado la Medalla de Oro, no hubiera ido porque quería estar presente en el cumpleaños de mi tierra. El Día de Canarias me gusta soplar las velas de la tarta para poder pedir regalos para el futuro, para que Canarias siga creciendo. Somos las Islas Afortunadas y debemos lograr que eso sea así para todos. Debemos trabajar mucho pero estoy convencida de que lo lograremos entre todos.

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