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Sector audiovisual en las islas | Fondos de recuperación de la UE

Fondos europeos para atraer industria cinematográfica además de rodajes

El Gobierno canario se propone crear grandes centros de montaje de películas

para generar más empleo estable en el sector audiovisual en el Archipiélago

Primer rodaje realizado en Canarias tras el confinamiento de un anuncio en la playa de Las Teresitas. Andrés Gutiérrez

El Gobierno de Canarias usará los fondos europeos de recuperación Next Generation para potenciar la industria del cine en las Islas más allá de los rodajes. La intención es generar empleos estables en esta floreciente actividad económica en el Archipiélago. Para ello, está ya elaborando proyectos para acceder a los recursos europeos, centrados en crear grandes infraestructuras de postproducción, de montaje específicamente, de modo que las películas, series de ficción, animación o documentales empiecen y acaben en las Islas y se pueda generar un tejido laboral con mayor estabilidad.

En la actualidad, Canarias es un foco atrayente de producciones audiovisuales por sus incentivos fiscales –20 puntos porcentuales más que en las deducciones de la Península en el impuesto de Sociedades–y por las diversas localizaciones que se encuentran en las Islas, así como su benigno clima durante todo el año. Para acogerse a estos incentivos establecidos en el Régimen Económico y Fiscal (REF) debe rodarse en Canarias un mínimo de entre 11 y 18 días dependiendo del presupuestos de la película y contratar como mínimo a una decena de personas de las Islas.

El año pasado, pese a la pandemia, Canarias batió su propio récord, al contabilizar el rodaje de al menos 155 producciones nacionales e internacionales, que dejaron en el Archipiélago una inversión de 98 millones de euros. Esta cantidad permitió además duplicar el número de contratos de profesionales del sector. Esta actividad generó 4.000 contrataciones de personal técnico y artístico de las Islas, el doble que en 2018. En esta cantidad no se incluyen figurantes, en torno a 5.000, ni la contratación de proveedores. Durante el año se realizaron 2.700 días de rodaje repartidos en todas las islas.

Los datos son óptimos, pero el problema es que son empleos con una alta temporalidad, duran lo que los días de rodaje o semanas previas para preparar la producción, por lo que dependen de si vienen o no proyectos a las Islas.

Postproducción

Ante ello, el Gobierno de Canarias está intentando generar más empleo y con mayor estabilidad con los fondos europeos de recuperación Next Generation. El viceconsejero de Cultura, Juan Márquez, reconoce que estos trabajos son temporales y, por eso, es necesario dotar de mayor músculo a la industria del cine en las Islas para que las producciones atraídas por las ventajas fiscales, entre otras cuestiones, no se vayan cuando acaban de rodar sino que se queden a finalizar el proyecto en centros de postproducción que ofrezcan estos servicios, una pata elemental de estas propuestas culturales y de ocio. Ahora mismo se ofrecen servicios de preproducción, como la búsqueda de localizaciones para el rodaje, permisos, reservas de vuelos y hoteles, o todo tipo de asistencia durante la filmación, pero aún se carece de espacios en los que finalizar el producto, con personal especializado en ello. Según el viceconsejero, en esa línea ya hay propuestas con fondos de la UE para atraer aún más a la industria del cine, a fin de que implementen su estancia y cierren sus proyectos en las Islas. Márquez reconoce que, además, se ha de completar la formación de las personas locales, especializándolos en este tipo de servicios, y alude a incrementar la formación dual (estudios y prácticas en empresas).

Incentivos fiscales

Desde el Gobierno canario se aboga por desarrollar al máximo esta industria, aprovechando los incentivos fiscales del REF en la deducción por inversiones, la Zona Especial Canaria (ZEC) y la Reserva para Inversiones en las Islas (RIC). Lo que más está atrayendo a las empresas son las deducciones por inversiones en el impuesto de Sociedades. Según un estudio realizado por expertos para Proexca, mientras el incentivo internacional ha mejorado, la complejidad y la inseguridad jurídica en el incentivo nacional está frenando el crecimiento de los rodajes españoles en las Islas. Jaime Sanz, asesor fiscal especializado en las ventajas fiscales del REF en Canarias, expone que el incentivo internacional ha provocado un boom de películas extranjeras en las Islas y el nacional se ha quedado rezagado. A las producciones internacionales solo se les exige que se apoyen en una empresa canaria que sea la encargada de ejecutar el proyecto en las Islas y Hacienda devuelve lo correspondiente al gasto que hayan realizado. En concreto, tienen derecho a una deducción por los gastos realizados en Canarias del 50% respecto en el primer millón de euros y del 45% de ahí en adelante. En la Península son 20 puntos porcentuales menos.

Para las películas nacionales se exige un Certificado Canario de Obra Audiovisual y en las coproducciones la aportación de la firma isleña debe superar el 20% del coste de producción. Las productoras canarias, por su pequeño tamaño, se ven obligadas a buscar inversores de las Islas para que compren el crédito fiscal de estas obras. Es como cualquier otro producto financiero pero con el caché del mecenazgo cultural.

Según la Ley del Impuesto sobre Sociedades de 2014, las deducciones también ascienden al 50% sobre el primer millón de euros -el 30% en la Península-, y al 45 % de ahí en adelante, 25% en el resto del territorio. Este incentivo está limitado a una devolución máxima de 18 millones de euros y en la Península a diez millones. Gran parte de las productoras canarias, sino todas, para acceder a este incentivo buscan capital foráneo al sector, mediante la constitución de las Agrupaciones de Interés Económico (AIE) por las que los inversores pueden acceder a las deducciones al margen de si la película obtiene o no beneficios.

Pero esta figura ha sido cuestionada por Hacienda y ha generado inseguridad jurídica, al margen de la complejidad que, para las productoras canarias, supone constituir estas agrupaciones, que son sociedades limitadas, con firmas de gran capital. Según explica Sanz ahora hay una nueva fórmula, el contrato de financiación, por el que los inversores pueden acceder a las deducciones a través de un mero contrato y ya no hacen falta las AIE. Desde el sector se pide que no solo las empresas canarias puedan ser inversoras sino que se abra a sociedades del resto del territorio nacional.

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