Natalia Kvasnytsia, exjugadora del CV Aguere y CV Haris ha hecho de la isla su reino después de ser una ‘trotamundos’ del voleibol por media Europa. Pero la acción iniciada por Rusia contra Ucrania la ha dejado con una profunda «pena» y una «rabia» contenida por una situación que no logra comprender. «Es increíble que esto pueda pasar en el siglo XXI. Es una vergüenza para todos. Cómo puede ser que solo una persona (el presidente Vladimir Putin) pueda hacer tanta maldad. Así estoy, casi sin poder hablar», señala la exjugadora ucraniana con la voz entrecortada liberando «toda la tensión acumulada durante los últimos días».
«Nadie sabe hasta donde puede llegar todo esto. Le cuento de primera mano. Hablé con mis padres, mis amigos de distintas ciudades y las están bombardeando. Da igual que sea el Este u Oeste, también en el Norte y en el Sur. Entran los tanques hasta de Bielorrusia», afirmó.
Pero no solo se centra en los bombardeos. Natalia pone sobre la mesa que «hay gente infiltrada que queman casas, coches, sabotean armerías... Por toda Ucrania así. Es mucha la información la que llega directamente y no sé qué decir».
En medio de la preocupación y con elevado nerviosismo, recuerda que su familia vive en el oeste del país, «pero allí también están bombardeando. Es un ataque a gran escala. La gente está equivocada, el problema no son solo en los territorios que nos han quitado, sino que los tanques también están entrando desde Bielorrusia».
«Las autoridades están haciendo un llamamiento para no ponernos nerviosos ni que entremos en el ‘ko’ y ni en pánico. Los avisos son en la línea de mantener la calma, en quedarnos en las casas, tener las maletas hechas con material de primera necesidad, documentación... Temen que lo peor comience esta noche (por ayer), también a que si la OTAN o EEUU y la UE responden la guerra estaría en territorio ucraniano. Vamos a estar en medio en lo que no sabemos», explicó la exjugadora.
Tiene claro que la solución para acabar con la intervención rusa es muy complicada. «Ahora estamos en lo difícil, ya están ahí las tropas y no se ve ninguna solución».
