Medio centenar de personas se reúnen en Arona, el municipio que alberga más población ucraniana de Canarias, para manifestarse en contra de la guerra en su país. Los ucranianos residentes en las Islas condenan la guerra y la forma en la que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha atacado su estado de bienestar.

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Concentración de ucranianos en Adeje contra la invasión rusa María Pisaca

Distintos miembros de la Asociación Ucraniana de Tenerife se han ido acercando al micro y el altavoz instalado de manera provisional delante del centro comercial Aqua Mall en Arona para dar un mensaje de ánimo a sus compatriotas y mandar una repulsa a la guerra que se ha desatado entre ambos países. "No a la guerra", gritan en ucraniano y en español, el idioma de la tierra que les ha acogido a algunos desde hace más de una década.

Canarias cuenta entre su población con 1.378 ciudadanos de nacionalidad ucraniana, un grupo de que, aunque minoritario entre el colectivo extranjero residente en el Archipiélago, ha mantenido altibajos durante los últimos años según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Elena Svyeshikova es una de las ucranianas que desde hace años reside en Canarias. Desde su hogar en Lanzarote, donde vive hace casi 15 años, sigue muy de cerca la última hora de las noticias que llegan desde su país. “Mi familia está en estado de pánico. Todos están aterrorizados”, dice la joven en alusión a su allegados, que residen en Leópolis, una ciudad ubicada en el oeste de Ucrania, a unos 70 kilómetros de la frontera con Polonia.

En el conjunto del país, más de 112.000 ucranianos viven en España y casi el 56 por ciento de ellos residen en tres autonomías: Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía.