La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, acompañó el pasado jueves al presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, y a su homólogo en el Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, en el acto que se celebró con motivo del comienzo de las obras para hacer realidad la central hidroeléctrica de bombeo (CHB) reversible de Salto de Chira.
El inicio de estas obras, que todos los presentes e intervinientes calificaron como un «gran día», implicará que se haga efectivo el primer «gran proyecto de almacenamiento energético masivo» en Canarias para la operación del sistema eléctrico, lo que según Red Eléctrica Española (REE) permitirá aportar una «mayor seguridad» de suministro e incrementará la integración de energías renovables.
Ribera destacó que el proyecto Salto de Chira es un «gran ejemplo del camino» que se debe recorrer para «seguir impulsando un modelo de energías limpias, baratas y eficientes», ya que ha manifestado que el almacenamiento «va a ser una de las piezas clave» de la transición energética tanto por «su contribución a la electrificación como por su capacidad para dotar a las energías renovables de gestionabilidad», algo que dijo es «especialmente importante» en sistemas no interconectados como son las islas. Agregó que es en ese punto donde el Salto de Chira representa un «gran avance, mejorando la garantía de suministro, la seguridad del sistema eléctrico y la penetración renovable». Apuntó que la descarbonización y la reducción de la dependencia energética, se conseguirán «unas islas 100 por 100 sostenibles en los próximos años».
La central hidroeléctrica del Salto de Chira supondrá una inversión superior a 400 millones y generarán más de 4.300 empleos, de los que más de 3.500 se producirán en la isla.
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, resaltó que este es un proyecto «modélico» en cuanto al uso de las energías y que contribuirá al objetivo marcado por el Ejecutivo regional de que en 2030 el «60% del mix energético» sea renovable.
