El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, afirma que la instalación del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) en el norte de Lanzarote está «en fase final, por lo que estará en un mes o algo más de un mes». El radar ha pasado siete años guardado, desde que el Gobierno de Mariano Rajoy invirtiera seis millones de euros en la adquisición de este radar, cuyo objetivo es acabar con el punto ciego que impide que los equipos de salvamento sean alertados de la llegada de embarcaciones precarias a las costas del norte de la isla.
El Ministerio del Interior comenzó a finales del año pasado las obras para instalar el SIVE en el Mirador de Guinate, pero los lanzaroteños manifestaron su rechazo ante esta decisión porque el enclave cuenta con vistas privilegiadas hacia La Graciosa. Pestana apuntó que ya hay «acuerdo sobre la ubicación» y se colocará a diez metros del enclave inicial.
El SIVE se ubicará en «un espacio colindante con una instalación de telefonía, lo que permitirá combinar el respeto al mirador que quiere preservar el Ayuntamiento con la necesidad de contar con esta instalación de detección de embarcaciones». Pestana reconoció los retrasos en su puesta en marcha pero instó a «mirar hacia delante», al tiempo que mostró su satisfacción por resolver las deficiencias existentes en la vigilancia de la costa norte de Lanzarote.
La alcaldesa de Arrecife, Ástrid Pérez (PP), subrayó que en octubre de 2019 insistió al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para que acelerara la instalación del SIVE, después de que en enero de ese mismo año el Gobierno de España anunciara que ya estaba trabajando en esta materia. «No va impedir que vengan migrantes a Lanzarote, pero sí que fallezcan personas en la costa norte de la isla que es muy peligrosa», destacó Pérez.
