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Presupuestos generales del Estado 2022 | Los nacionalistas de CC presionan

Clavijo mantiene el pulso

El líder de Coalición Canaria relanza desde su escaño en el Senado su papel opositor

en Canarias y en Madrid ante los gobiernos de Ángel Víctor Torres y Pedro Sánchez

Fernando Clavijo en una imagen de archivo en los pasillos del Senado.

Cuando se van a cumplir dos años de legislatura en el Estado, el líder de CC, el también senador autonómico Fernando Clavijo, impulsa desde su escaño en la Cámara Alta su campaña opositora ante los gobiernos de Canarias y del Estado y busca recolocarse en los escenarios políticos regional y de Madrid con la vista puesta en la etapa política que se abre tras la previsible e inminente aprobación de los presupuestos estatales para el 2022. La tramitación de las cuentas públicas del próximo año que arranca en el Senado es la plataforma que el dirigente nacionalista va a utilizar para intentar dar más mecha a su ya larga y sostenida estrategia de oposición a los jefes de gobierno en las Islas y en la Moncloa, Ángel Víctor Torres y Pedro Sánchez, respectivamente, insistiendo en que, una vez más, el Estado «maltrata» a Canarias antes el «silencio cómplice» de su presidente.

Clavijo presentó un veto a los presupuestos en el Senado y por momentos ‘soñó’ con tumbarlos si al conjunto de la derecha de la Cámara territorial se sumaba el principal socio parlamentario del Ejecutivo de Sánchez, ERC, por considerar que el PSOE no cumplía con su pacto en relación con el doblaje a los idiomas cooficiales en la ley audiovisual que se está tramitando en las Cortes. Esa posibilidad de un desmarque de los independentistas catalanes de las nuevas cuentas se desvaneció el pasado jueves, pero Clavijo sigue pensando que su paso por el Senado puede ser un calvario para el PSOE y para Sánchez y que él y CC pueden sacar rédito de ello.

El senador busca aguarle al Gobierno central las cuentas con enmiendas en la Cámara Alta

Apelando a la muy diferente aritmética parlamentaria de la Cámara alta y a las posibilidades de que varios de los socios del Ejecutivo quieren apretarle las tuercas y aprobar enmiendas, Clavijo ve muy posible sacar adelante algunas de las propuestas que el Gobierno vetó o rechazó en el Congreso a la diputada de su formación, Ana Oramas, especialmente algunas que incidan a la creación de una especie de plan de reconstrucción de La Palma para hacer frente a los efectos de la crisis volcánica. Considera que la sensibilidad expresada por la mayoría de los grupos con respecto a la situación de la Isla Bonita sí dará ocasión a que alguna de esas iniciativas se aprueben en el Senado.

Aunque el senador de CC asegura que estuvo a punto de alcanzarse un acuerdo al respecto en el Congreso con el PSOE, los socialistas lo niegan e insisten en que ha sido la formación nacionalista la que se ha mantenido desde un principio en una táctica de rechazo radical a los presupuestos, continuando así, aseguran, en su estrategia de «alianza con las tres derechas», en referencia al PP, Vox y Cs, y considerando que el único interés de Clavijo es mantener su «campaña de líder de la oposición» en Canarias. Por ello, dan por hecho que el líder de CC no va a rebajar hoy en el Senado el rechazo frontal expresado por Oramas en el Congreso y que no hay margen para una negociación de fondo sobre sus enmiendas a las cuentas.

Desde la óptica de Clavijo, la situación es bien distinta. Considera que es el Gobierno de Canarias y, en especial, el socio preferente de los socialistas en el pacto de las flores, Nueva Canarias (NC) el que ha vetado cualquier acuerdo entre CC y el PSOE en los presupuestos estatales. Se trataría, según esa versión, de que sólo el diputado de NC, Pedro Quevedo, pueda vender en las Islas haber logrado rentabilizar la tramitación presupuestaria logrando aprobar enmiendas por valor de 100,4 millones. Máxime cuando Quevedo tendrá que ceder en mayo el escaño a CC por el acuerdo electoral al que llegaron ambos partidos nacionalistas y este será por tanto el último presupuesto estatal al que le podrá sacar rédito político.

Empieza el tiempo de descuento para que NC ceda a CC el escaño en el Congreso

La sustitución de Quevedo por la que fuera número dos de la lista electoral por Las Palmas, la abogada María Fernández, restará un socio en el Congreso al Gobierno de Sánchez, y sumará un voto a la bancada de la oposición, crittica el PSOE por más que CC está apoyando algunas de las medidas legislativas del Ejecutivo y de la mayoría parlamentaria. En todo caso, desde CC, sin reconocerlo explícitamente, se sospecha que el presidente de NC, Román Rodríguez, podría tener la tentación de no respetar el acuerdo alegando que «el escaño se va a emplear en la estrategia de acoso al Gobierno y no para defender los intereses de Canarias». Desde NC siempre se ha sostenido públicamente que respetarán el acuerdo.

Más allá de todos estos avatares, Clavijo va a insistir en su estrategia de hostigamiento a los Ejecutivos regional y central en la idea de que su campaña está resultando efectiva, tal como señalaba hace unos días en Canarias el politólogo y analista Iván Redondo, ex jefe de gabinete de Pedro Sánchez, para quien Torres y Clavijo está en estos momentos en un «empate técnico» político y electoral y quien daba opciones al líder de CC de configurar una mayoría de Gobierno alternativa a la del actual pacto de las flores.

Clavijo está además insistiendo en su actividad en el Senado en todos los frentes de la agenda canaria y recientemente ha llevado hasta la Mesa de la Cámara sendas quejas formales sobre la desidia del Gobierno de Sánchez en relación con los problemas de las Islas. Primero remitió una carta al órgano de gobierno del Senado quejándose por la negativa del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, para que explicar la posición del Gobierno en relación con la decisión de Marruecos de establecer de manera unilateral delimitaciones marítimas en aguas del Sáhara Occidental y frente a las costas canarias, y por las autorizaciones de Rabat para la realización de prospecciones petrolíferas en esas aguas. También ha hecho constar su protesta ante la Mesa del Senado por el bloqueo socialista a la ponencia sobre el fenómeno de la inmigración y cuyos trabajos estaban sólo pendientes de la aprobación de una conclusiones y recomendaciones.

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