El secretario general de Coalición Canaria (CC), Fernando Clavijo, avisó ayer al Gobierno presidido por Ángel Víctor Torres que los nacionalistas van a endurecer su oposición porque el Ejecutivo está tomando decisiones, «o no tomándolas cuando debe hacerlo», que agravan la crisis. El líder de CC puntualizó que esto no significa que su partido, pese a la preocupación por las «tensiones» en el cuatripartito, vaya a embarcarse en maniobras de desestabilización ni mucho menos que vaya a promover una moción de censura, pero sí que ha llegado el momento de mostrarse más firmes frente a situaciones como la gestión de la Consejería de Derechos Sociales, cada vez más en tela de juicio; la nunca convocada comisión bilateral Canarias-Estado; la situación del plátano; o la, a su juicio, «impresentable» respuesta del Gobierno de Pedro Sánchez a la crisis migratoria.
CC seguirá apoyando al Ejecutivo de Torres en todo aquello que considere beneficioso, pero el período de cierta indulgencia con la que los nacionalistas se han manejado hasta ahora en su primera experiencia en la oposición ya ha quedado atrás. «Lo que no puede pretenderse es que demos cheques en blanco», subrayó el senador por la Comunidad Autónoma, que puso como ejemplo el decreto ley de medidas anticovid, una normativa que en su opinión ha contribuido a alimentar la inseguridad jurídica ya existente desde que Sánchez levantara el estado de alarma. El también expresidente del Gobierno de Canarias recordó que los presupuestos generales del Estado para 2022 muy probablemente serán los últimos de la legislatura. Por eso, dijo, su partido no está dispuesto a tolerar sin más que la región salga mal parada en las próximas cuentas estatales, porque eso sería tanto como «hipotecarnos para dos años y medio».
El secretario general de Coalición teme que a los habituales despistes en el Ministerio de Hacienda en lo relacionado con el REF se sumen las consecuencias de un tablero político que cada vez tuerce más hacia Cataluña y País Vasco. Clavijo recordó que los presupuestos no son infinitos, y que si el Ejecutivo estatal tiene que usarlos para apuntalar su exangüe minoría en el Congreso, serán los independentistas vascos y catalanes los que saquen rédito en detrimento de territorios como Canarias. En este sentido, el representante de la Comunidad Autónoma en la Cámara Alta contrapuso la complacencia de Sánchez con el presidente de la Generalidad catalana, Pere Aragonés –con quien accedió a sentarse en la apertura de la mesa de diálogo–, a la displicencia respecto de la comisión bilateral Canarias-Estado. Es más, Clavijo se mostró convencido de que «no va a haber» comisión bilateral. «Y el Gobierno canario y el PSOE canario van a agachar la cabeza, y también agacharán la cabeza aunque los presupuestos maltraten a las Islas», dijo.
Frente a este escenario dibujado por CC, los nacionalistas se presentan como «la alternativa», enfatizó su secretario general durante una rueda de prensa junto al responsable de Organización de Coalición Canaria, David Toledo. Clavijo recalcó esa condición de «alternativa» que ahora representa CC para recordar los augurios que aventuraban su inminente disolución cuando salió del Gobierno. Eso sí, admitió que el paso a la oposición dejó al descubierto a «mucha gente» que «no estaba en el proyecto por convencimiento, sino por interés».
El expresidente autonómico hizo hincapié en que a Canarias tampoco le conviene que se abra en estos momentos «el melón» de la financiación autonómica, justamente por ese viraje del tablero político hacia Cataluña y País Vasco y la pretendida debilidad del Ejecutivo regional. «No hay dinero para todos, y cualquier modificación que ahora se ponga sobre la mesa será perjudicial para el Archipiélago», repitió.
Además, Clavijo también se mostró disconforme con los criterios que ha seguido el Ministerio de Hacienda para relajar las medidas de control del déficit público. No en vano, indicó, el Gobierno central reserva para el Estado la mayor parte de ese margen de déficit mientras les da a las autonomías y las entidades locales «solo las migajas». Esto, avisó el senador, va a reducir de manera sensible los recursos de los ayuntamientos justo cuando más fondos necesitan para invertir y para gasto social: «Es la tormenta perfecta, muchas administraciones locales van a colapsar».
