El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, asegura que es «inasumible» que una comunidad autónoma pueda gestionar en solitario la tutela de unos 2.500 menores migrantes no acompañados y pide al Estado una regulación que no pase por la «solidaridad» entre territorios. Torres aseguró, en una entrevista a la Cadena Ser, que la competencia de los menores es de las comunidades autónomas pero «en una situación normalizada», cuando necesitan «tutela y formación» y ahora, hay un nuevo repunte migratorio y un cambio de perfil pues llegan más mujeres y niños.

Cuestionado por la actuación desigual del Gobierno central con los menores llegados a Ceuta y a Canarias, señaló que la ciudad norteafricana recibió unos 8.000 en 24 horas y tiene 80.000 habitantes, aparte de que se abrió un «conflicto entre países» más allá del ámbito migratorio y que obligó a intervenir a la Unión Europea. «Fue una situación distinta», indicó.

Torres defendió que, pese a que hay más llegadas de migrantes este año, «la situación es distinta» porque hay recursos de acogida en casi todas las islas, la atención ha mejorado y hay derivaciones pues apenas quedan unos 1.900 migrantes adultos en el Archipiélago. No obstante, no ocultó que el fenómeno migratorio se va a «agudizar» en los próximos meses por la mejoría del mar y la crisis social de Afganistán, que se suma a las personas que ya huyen de sus países por el hambre, la covid-19 o las guerras, al tiempo que aseguró que los migrantes vienen a las islas cada vez en «peores barcazas» y la mortalidad de ha incrementado en la ruta atlántica.

La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, visita hoy Canarias y el presidente delantó en su intervención que en el encuentro que mantendrá le solicitará una nueva fórmula legal que permita la distribución de menores sin esperar a la «solidaridad» de las comunidades autónomas, donde destacó el «trabajo excelente» que ha hecho Cataluña. Además, comentó que otra de las «soluciones» es la posible devolución de menores a sus países de origen, algo que su Gobierno apoya pero «si hay reestructuración familiar» y se garantizan sus derechos.

Torres insistió en que la inmigración «no es un tema para hacer política» y ve «denigrante» que desde algunas formaciones políticas se juegue «con los muertos y el drama» de los que huyen buscando una vida mejor. Así, reclamó tender la mano y «buscar soluciones» entre todas las administraciones y que no pueden pasar por que los migrantes se queden en «territorios fronterizos».