El buque oceanográfico Ángeles Alvariño, el cual participó hasta finales del pasado junio en aguas canarias en las labores de búsqueda de los cuerpos de Tomás Gimeno y su hija Anna, tras la aparición del cadáver de su hermana Olivia, partió en torno a la medianoche pasada hacia Fuengirola (Málaga) tras permanecer unas doce horas en la bahía de La Herradura, en Almuñécar, en la costa de Granada, en el marco de las tareas de investigación que está desarrollando en una campaña para evaluar el estado de los hábitats del mar de Alborán

Así lo han indicado a Europa Press fuentes municipales, que han detallado que la presencia de este buque del Instituto Español de Oceanografía (IEO), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), despertó este pasado lunes gran interés entre vecinos y visitantes de Almuñécar, tras su llegada desde Carboneras (Almería) y también a la hora de partir, iluminado en azul.

Es una embarcación casi gemela del buque oceanográfico Ramón Margalef, que se sumó a la flota del IEO en septiembre de 2011, según información disponible en la web del Ministerio de Ciencia e Innovación.

El Ángeles Alvariño tiene 46 metros de eslora y en su construcción y equipamiento se invirtieron aproximadamente 20 millones de euros, provenientes del IEO y de fondos europeos Feder. Este barco, construido por la empresa Astilleros Armón Vigo, aportó a la flota oceanográfica nacional y europea un laboratorio flotante dotado con las últimas tecnologías que ha permitido una notable mejora en la investigación en ciencias del mar.

Se hizo popular por su participación en el dispositivo de búsqueda que dio con el cadáver de la pequeña Olivia Gimeno tras su desaparición, el pasado 27 de abril, en la isla de Tenerife, con su hermana y su padre, que no fueron hallados.

El 30 de junio cesaba sus labores en ese operativo, después de que la magistrada titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer Número dos de Santa Cruz de Tenerife, órgano competente para la investigación del caso, tomara la decisión tras conocer el informe del responsable de operaciones del barco que calificaba de "completamente inabordable" la exploración en la zona en donde hipotéticamente podrían localizarse nuevos resultados.

Ahora, y según informó el IEO el pasado 23 de julio, y durante 24 días, los científicos a bordo del Alvariño filmarán y muestrearán fondos --muchos de ellos inexplorados--, en la plataforma, cañones y montañas submarinas hasta 1.500 metros de profundidad.

La expedición forma parte del compromiso de España para dar cumplimiento a la directiva europea Estrategias Marinas, cuyo objetivo es "evaluar el estado de diferentes componentes del medio marino y lograr su buen estado ambiental", agregó el organismo dependiente del CSIC.