El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, no ha respondido aún a la petición de ayuda de la consejera de Derechos Sociales del Gobierno regional, Noemí Santana, a través de una carta remitida el 23 de julio, para que convoque una «reunión urgente» ante la «emergencia migratoria» que está suponiendo para Canarias la atención, en solitario, a los menores migrantes no acompañados, cuyas llegadas a las Islas se han multiplicado por seis en poco más de un año. Noemí Santana (Podemos) lanzaba en la misiva un SOS: «Necesitamos fondos, necesitamos recursos y necesitamos ayuda». Dos semanas después, la consejera solo tiene una callada por respuesta.

Escrivá no responde al SOS de las Islas para que ayude con los menores

Mientras tanto, siguen llegando pateras a las Islas con menores a bordo en una situación muy precaria para su salud. Un drama que puede vivir de cerca el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desde Lanzarote, donde se encuentra de vacaciones con su familia. Cierto es que desde Madrid es difícil palpar esta tragedia, en el maremágnum del día a día nacional e internacional que debe atender un presidente, pero estando en las Islas se puede percibir con nitidez en los medios de comunicación la llegada de pateras y el esfuerzo que realizan los profesionales y voluntarios para atender a estas personas cuando arriban, con suerte, a las costas canarias. Muchos han desaparecido en el mar, han llegado muertos o han fallecido al tocar tierra.

Escrivá no responde al SOS de las Islas para que ayude con los menores

De hecho, el pasado viernes fue rescatada una embarcación con 63 personas en la que llegaban ocho bebés, otros cuatro niños, 33 mujeres y 18 varones. Nueve niños fueron hospitalizados en el Materno Infantil de Las Palmas, aunque ninguno está grave. Se trata de una niña de ocho años y de ocho bebés, que se encuentran todos en observación, salvo uno de los pequeños, que sigue ingresado. Las imágenes de la llegada al muelle de Arquineguín, en Gran Canaria, desembarcando a los niños, hablan por sí solas de la dureza de estas travesía. Poco ha trascendido de las vacaciones de Sánchez desde que llegó el pasado miércoles con su familia, resguardado por la intimidad que ofrece la residencia de La Mareta, en Costa Teguise, con acceso privado a la playa. Por sus tuit sigue con avidez las hazañas del equipo olímpico español en Tokio.

El presidente canario, Ángel Víctor Torres, sigue esperando por la reunión «oficiosa» con su homólogo nacional y líder del PSOE. Entre los asuntos que Canarias tiene pendientes por tratar con Sánchez, aparte de los presupuestos de 2022, el reparto de los fondos europeos o el cumplimento del REF, también se encuentra la demanda del propio Torres de que el Gobierno de España obligue al resto de comunidades a que acojan a los menores no acompañados que arriban en pateras o cayucos, pues desde que pisan Canarias quedan bajo la tutela del Ejecutivo regional, que afronta en solitario sus cuidados.

En la misiva de Noemí Santana al ministro Escrivá, sin respuesta, expone que es «fundamental» una reunión de urgencia entre el Ministerio y la Comunidad Autónoma para que lleguen más fondos europeos a las Islas destinados al cuidado de menores no acompañados y que se alcance un acuerdo de reparto de los menores en otras comunidades porque la situación es «insostenible», advierte la titular de Derechos Sociales.

El Ejecutivo regional critica que hasta ahora Canarias ha recibido solo 10 millones de euros del Ministerio de Derechos Sociales en diciembre del año pasado, partida claramente insuficiente para financiar los gastos que genera la acogida de tantos menores. Además, advierte al Estado «que un nuevo repunte en las llegadas durante los próximos meses haría insostenible la gestión de dicha emergencia», y sentencia que «Canarias no podrá afrontarla sola».

Canarias atiende a 2.443 niños extranjeros

El Gobierno de Canarias atiende, sin ayuda del Estado, a 2.443 menores llegados en pateras y cayucos a las costas isleñas, y se gasta una media de entre 90 y 120 euros al día por menor. El mismo día que llegó Pedro Sánchez y su familia de vacaciones a La Mareta, en Costa Teguise, el pasado, miércoles, el delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, sacaba pecho del cumplimiento de los compromisos del Ejecutivo central con las Islas, si bien admitía que el reparto de menores a otras comunidades está estancado, pese a las demandas del presidente canario, Ángel Víctor Torres, y de la consejera Noemí Santana sobre la necesidad de que haya «corresponsabilidad» entre las comunidades para el cuidado de los menores. No se trata de solidaridad sino de que el Gobierno central obligue a que se produzca una distribución regional en la acogida de estos niños. Hasta ahora solo se han trasladado a otras comunidades 132 menores (25 a Castilla y León; 25 a Extremadura, 15 a Navarra, 43 a Cataluña, 18 a Valencia y 6 a Castilla La Mancha), y está prevista la salida de 16 a Asturias, 20 a Cantabria, 15 a Galicia y 15 al País Vasco. Es decir, la solidaridad se ha expresado en tan solo cobijar a 198 menores de los casi 2.500 que atiende Canarias.