La Agencia Tributaria Canaria (ATC) ocupará su nueva sede en la capital grancanaria más de tres años después de que el Gobierno comprara el edificio Royal, parcela que en su momento ocupó el cine y los multicines del mismo nombre. El Consejo de Gobierno aprobó ayer el gasto de 7,7 millones de euros para las obras de reforma interior y acondicionamiento del edificio, que se prolongarán durante seis meses. El Ejecutivo adquirió el inmueble en enero de 2019 por 17 millones de euros. En total Hacienda se va a gastar en la nueva sede de la ATC cerca de 25 millones de euros.

El inmueble fue construido en 2012 como edificio de locales y oficinas tras el cierre de los multicines Royal. Desde entonces estuvo en venta pero la crisis frenó las expectativas de sus propietarios. Desde 2017 el Ejecutivo comenzó a mostrar su interés por adquirir el edificio para albergar a las oficinas de la Agencia Tributaria Canaria por encontrarse cerca de los edificios administrativo que tiene la Comunidad Autónoma en la capital grancanaria. En su momento se pensó en la reubicación de los trabajadores de la ATC en este inmueble para que la plantilla de la Consejería de Hacienda se pudiese trasladar al Edificio de Servicios Múltiples I.

Pero pasaron casi tres años para que la Comunidad Autónoma terminara la operación de compra del inmueble, que culminó en enero de 2019 tras finalizar el expediente en diciembre de 2018 por 17 millones de euros. La ATC es un organismo autónomo dependiente de Hacienda con una plantilla cada vez más numerosa –trabajan actualmente más de 400 empleados– y que se pretende que continúe creciendo ante las necesidades tributarias de la Comunidad Autónoma, por lo que requiere de espacio y medios más modernos para desarrollar su labor. Después de casi tres años el Ejecutivo ha aprobado la partida para la reforma interior y acondicionamiento cuyo proyecto de ejecución ha sido redactado por la UTE de los estudios TDA Arquitectura y Urbanismo 2002 SLP y Arquitectura Tgin y SLP, que resultó ganadora del concurso abierto convocado por la ATC.

En la actualidad el edificio tiene terminados sus espacios comunes de circulación, aseos en cada planta y cuartos de instalaciones. El espacio propiamente de oficinas está constituido por plantas diáfanas con los pavimentos y cerramientos exteriores terminados pero sin divisiones de despachos, instalaciones interiores, ni falsos techos. Asimismo, el edificio muestra ciertas deficiencias constructivas por la falta de mantenimiento de los sistemas, así como obsolescencia de los mismos después de nueve años desde que finalizó su construcción.

Según la nota difundida ayer tras el Consejo de Gobierno «se ha insistido en la necesidad de implementar sistemas que causen un menor impacto en el medio ambiente, con materiales cuya producción causen la menor contaminación a la atmósfera, que produzcan menos consumo de agua y de energía, que sean biodegradables, y que, en la mayor medida posible, posibiliten un reciclado de los mismos».

La parcela donde se encuentra el edificio Royal se construyó por primera vez en 1963 para albergar al cine. Casi dos décadas, en los años 80, se convirtió en multicines y fue en 2006 cuando las salas de proyecciones cerraron definitivamente. En 2009 comenzó a construirse el edificio actual.