En otras poblaciones de la Isla, las respuestas al golpe de Estado son de calibre. En La Laguna los soldados que montan guardia en calles y plazas son acosados de forma repetida por tiradores ocultos y un grupo de obreros intena sin éxito tomar la torre radiotelegráfica militar situada en la montaña de San Roque.

En el pueblo sureño de Fasnia, en la tarde del 18 de julio y al circular el rumor de que en la capital se estaba luchando en las calles, dirigentes anarquistas y socialistas se proponen llevar a cabo acciones que obliguen al ejército a desplazar parte de sus fuerzas y de ese modo «dejar más aliviados a los anarquistas de la capital». Así, se vuela el puente situado a la salida del túnel de la carretera que une aquella población con Güímar. También en Barranco Grande hacen explosión algunos petardos y la Guardia Civil de Güímar impedirá que se dinamite la central hidroeléctrica, deteniendo a algunos obreros.

En el norte de la Isla, la misma tarde del 18 de julio y a lo largo del día siguiente, piquetes de obreros recorren la población excitando a la oposición al golpe de Estado. Algo similar sucede en Garachico, aunque en este caso los manifestantes tratan de asaltar el domicilio del cura y cerrar la central telefónica, intentos abortados por la intervención de la Guardia Civil.

En el noroeste la resistencia también es protagonista. En Icod, Los Silos y especialmente Buenavista son numerosos los obreros que, junto a algunos republicanos de izquierda, se internan armados en el monte, donde muchos permanecerán huidos hasta bien entrada la Guerra Civil.

En cuanto a Buenavista del Norte, y con el objetivo de hacerse con el control de la situación, las nuevas autoridades precisarán el envío de un contingente de soldados. La nota explicativa emitida por la Comandancia Militar da cuenta de los hechos que se están sucediendo en los siguientes términos: «Se organizaron patrullas de fuerzas al mando de dichos oficiales que se internaron en el Monte de Teno, por distintos sitios, el día 23, de madrugada, dando por resultado la captura por las fuerzas del teniente Companys, de 2 rebeldes, que se hallaban refugiados en cuevas». Y añade: «El grupo de huidos lo componían el primer teniente de alcalde, secretario, concejales y guardia municipal, destituidos del Ayuntamiento de Buenavista y varios extremistas a ellos afectos. Se les ocuparon armas y municiones, habiendo sido trasladados a esta capital e ingresados en la prisión flotante».