El pacto que sustenta al Gobierno (PSOE, NC, Podemos y ASG) retrasó ayer en la Junta de Portavoces del Parlamento el procedimiento para designar a los siete miembros de la Junta de Control de la Radiotelevisión Canaria (RTVC), lo que, en principio, hará que se demore como mínimo a septiembre la controvertida elección de este órgano. Los grupos del Gobierno rechazaron iniciar ayer el procedimiento para elegir de nuevo a los candidatos -la mayoría, sino todos, serán los mismos- con la justificación de que es necesario que haya un consenso previo en el perfil de las personas que formen la Junta de Control, a fin de evitar que se bloquee otra vez su designación en el pleno, como ocurrió en la sesión plenaria donde se elevó este asunto.

Para Casimiro Curbelo, portavoz de la Agrupación Socialista Gomera, «fue una vergüenza» lo que ocurrió en el pleno de finales de mayo, donde el PSOE viró su posición y se abstuvo al nombramiento de la Junta de Control –por tanto, no dio su apoyo ni a los dos profesionales propuestos por los propios socialistas-. Ante ello, Curbelo considera que es necesario que se intente llegar al consenso antes de volver a votar este órgano en pleno y que suceda algo similar. ASG fue el único de los partidos del Gobierno que apoyó la Junta de Control, porque iba su candidata, Carmen Medina, a la que mantendrá como aspirante.

También Luis Campos, de Nueva Canarias, considera que el procedimiento anterior fue fallido, y es preciso sentarse a dialogar. NC y Podemos querían votar a los candidatos por separado, extremo que les afeó el PSOE. La norma dicta que ha de ser en bloque. No apoyaron a la Junta porque no estaban de acuerdo con el candidato de CC, el periodista Francisco Pomares. Mientras, la oposición y ASG votaron a favor.

Diez días

Los grupos del pacto de las flores optaron ayer por darse un plazo de diez días para consensuar entre ellos y con la oposición a los candidatos, con el fin de abrir después el procedimiento parlamentario de designación y que llegue al pleno una propuesta acordada. El procedimiento que se iba a iniciar establecía como fecha para presentar a los candidatos hasta el 12 de este mes, para después realizar su valoración en la comisión, y llevar la votación al último pleno de julio.

Con esta nueva demora de diez días ya se sobrepasa el plazo de presentación de candidatos, y con el embrollo que existe en la designación de la Junta de Control y en la votación de la candidatura de Francisco Moreno, como nuevo director general del Ente público, es prácticamente inviable ese consenso en tan escaso plazo por lo que, como agosto es inhábil, se retrasará a septiembre con toda probabilidad.

Mientras tanto, el Consejo de Gobierno aprobó el pasado 28 de junio un decreto ley de medidas extraordinarias sobre RTVC y sus programas informativos, que prolonga la capacidad del administrador único, el propio Francisco Moreno, para tomar decisiones para el funcionamiento del canal.

Los grupos de la oposición (CC, PP y Ciudadanos) rechazaron en peso que el Gobierno retrase de nuevo el proceso para elegir a la Junta de Control. Para el portavoz de CC, José Miguel Barragán, «es un paripé» para que «no haya un órgano de control y que haya un administrador único sine die». «No nos han llamado en todo este tiempo, ¿por qué ahora?», cuestionó. Espera que los partidos del Gobierno se pongan en contacto cuanto antes con ellos pero ve difícil que lleguen a un acuerdo en diez días.

Lo mismo opina Vidina Espino (Ciudadanos). A su juicio, «es una prueba más de que el Gobierno de Canarias utiliza a sus grupos parlamentarios para impedir que se nombre la Junta de Control y lo que les interesa es que el administrador único haga y deshaga y no rinda cuentas». Subraya que este bloqueo interfiere además en la constitución del Consejo de Informativos «que es el órgano que tiene que velar por la pluralidad en el ente y que no sea una televisión al servicio del Gobierno, y todo está parado por el tema de la Junta», recalca.

La portavoz del PP, Australia Navarro, no entiende esta búsqueda de consenso ahora. En su opinión, solo logra dilatar a septiembre un procedimiento que se alarga en el tiempo y que vuelve a dejar a la RTVC sin un órgano que controle su funcionamiento.

Todos lo grupos manifiestan que van a dejar a los mismos representantes, entre ellos a Pomares. El PSOE tenía en sus manos desbloquear la Junta de Control en el Parlamento pero decidió variar su posición alegando en la segunda vuelta de votaciones en el Parlamento que si apoyaban la votación, la Junta de Control habría salido adelante con una amplia mayoría, con lo que habría sido posible que Francisco Moreno, el único candidato a la dirección general del ente, accediera al cargo con menos votos que los miembros de la junta.

De esta manera, el PSOE responsabilizó de su acción a Coalición Canaria y el PP de que en la primera votación, se abstuvieron en la designación –también frustrada– de Moreno, y dejaron en el aire el nombramiento de la Junta de Control, aunque sacrificaran en ello a sus dos representantes.