El Gobierno de Canarias intenta hacer de la necesidad virtud y acelera hacia el objetivo de la diversificación de los mercados emisores sin descuidar a los fieles británicos o alemanes.

La población de Islandia –menos de 360.000 habitantes– no equivale ni al 10% de los británicos que cada año pasan sus vacaciones en Canarias. O que al menos las pasaban antes de la irrupción del coronavirus. La cifra es pequeña, sí, pero crece de manera sensible si se le suman los casi dos millones de súbditos que tiene Letonia, país que durante 45 años fue parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y que recobró su independencia en 1991. Entre islandeses y letones ya superan de forma holgada los dos millones de personas. Y se van hasta más allá de los cinco si hacen equipo con los más de tres millones de italianos de la ciudad de Nápoles y su área metropolitana, la mayor población al sur del país de la bota.

Así que entre napolitanos, letones e islandeses puede que no alcance para compensar la extraordinaria caída –casi desaparición– de los turistas británicos, pero sí que llegan a un número suficiente para al menos paliar la falta de ingleses, escoceses, galeses y norirlandeses. Y en ello está la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias, que dirige la gomera –gomera de nacimiento y también de la Agrupación Socialista de Casimiro Curbelo– Yaiza Castilla. Pero ¿qué tienen en común Reikiavik, Nápoles y una antigua división de la URSS situada en el Báltico? Pues que se trata de tres mercados emergentes donde el destino Islas Canarias ya tiene la caña y los aparejos listos para pescar visitantes. Los esfuerzos de la consejería de Castilla por buscar alternativas, en la medida de lo posible, ante el veto del Reino Unido –el Archipiélago continúa entre los destinos a los que Londres les ha dado semáforo ámbar, por lo que los británicos que regresen a sus casas desde Canarias deberán confinarse– van más allá de islandeses, letones y napolitanos, pero con estos se han dado pasos definitivos. En los casos de la fría Islandia y la casi tan fría Letonia, hasta ahora solo había conexiones chárter, mientras que en adelante ya habrá rutas regulares con las compañías Icelandair y Air Baltic. Y en cuanto a la menos exótica Nápoles y el sur de Italia, sí que ha habido vuelos regulares con mayor o menor frecuencia a lo largo de los años, pero en estos momentos se trataba de un caladero de turistas al que no se le podía sacar todo el partido posible por la falta de más conexiones. Era una región «infraservida», en palabras de Castilla ante el pleno del Parlamento. Desde este mismo verano habrá dos rutas más con salida en Nápoles y destino en Tenerife y Fuerteventura.

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Pleno del Parlamento de Canarias María Pisaca

Reikiavik, Riga y la ciudad del sur de Italia suponen así tres pasos en firme hacia el objetivo de la diversificación de la clientela turística. En ningún caso se trata de despreciar, ni mucho menos, a los grandes países emisores, como Alemania o el Reino Unido, pero sí de ir mitigando en la medida de lo posible la enorme dependencia que Canarias tiene de estos mercados, lo que en momentos de crisis como el actual supone un obstáculo más hacia la recuperación. «La primera regla para garantizar la sostenibilidad económica de cualquier actividad es la diversificación de riesgos, y desde siempre la dependencia del mercado británico ha sido muy alta en las Islas, lo que nos hace muy vulnerables», señaló la responsable de las áreas de Turismo, Industria y Comercio durante una de sus intervenciones ante el pleno de la Cámara autonómica. «Todo ello sin renunciar a la fidelidad y relevancia de los británicos», puntualizó.

Estrategia

Aunque Islandia o Letonia son dos logros que llaman la atención de manera especial, el Gobierno regional está trabajando en pos de la diversificación de los mercados emisores también desde otras vertientes. Yaiza Castilla adelantó la próxima apertura de rutas con aeropuertos regionales con los que hasta ahora no se había trabajado. Son los casos de los de Turín –habrá conexiones Turín-Gran Canaria y Turín-Lanzarote– o, ya en España, Reus y Jerez de la Frontera, donde Binter volverá a ser pionera. «Trabajamos de manera constante en la mejora de la conectividad regular, y en los próximos meses podrán verse ya los buenos resultados de esta labor», aseguró la consejera.

Además, la consejera de Turismo destacaba la cada vez mayor presencia de grandes operadores como British Airways, Lufthansa o Air France –este último desembarca por primera vez en el Archipiélago con la ruta París-Gran Canaria–, que contribuyen a la captación de pasajeros premium y de viajeros procedentes de destinos con los que hasta el momento no existen vuelos directos, tanto dentro de Europa como a escala intercontinental, gracias a la dimensión y capacidad de estas multinacionales.