El Círculo de Empresarios del Sur de Tenerife (CEST) ha pedido este viernes al Gobierno de Canarias que simplifique el sistema de devolución del IGIC a los turistas y que sirva así como incentivo a la reactivación de los sectores turístico y comercial en las Islas.

El miembro de la junta directiva del CEST, Anup Aswani, se ha reunido recientemente con la directora de la Agencia Tributaria Canaria (ATC), Raquel Peligero, para pedirle que no se demore "ni un día más" el comienzo de un sistema adecuado en los aeropuertos canarios, ha informado el CEST en un comunicado.

"Se trata de una medida muy importante para ayudar a los comercios de las zonas turísticas a paliar, en parte, los efectos económicos de la pandemia", ha asegurado Aswani.

De hecho, el CEST ha recordado que el actual Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF) establece el derecho a la devolución del IGIC a cualquier cliente no residente en las islas.

"Los visitantes extracomunitarios europeos solo están obligados a presentar a la Hacienda Canaria el justificante de salida de las islas mientras que los comunitarios deberán presentar el justificante de impuestos en su país", ha recordado Aswani, quien ha insistido en facilitar "al máximo" estos trámites para incentivar el consumo de los turistas extracomunitarios.

Según cálculos de la asociación multisectorial, el importe de la devolución se calcula aplicando el 0,7% sobre el IGIC, una cifra que implica que un turista podría ahorrarse un 10,5% sobre artículos gravados con un 15%, como es el caso de los perfumes, relojes, joyas, bebidas alcohólicas, como los licores y vinos y cigarros.

Y en el caso de la ropa, electrónica, gafas de sol y souvenirs, ahorrarían un 5% sobre el 7% del IGIC que se aplica.

Además, el CEST ha denunciado que estará en riesgo la competitividad de los comercios de las islas mientras no se agilicen los procedimientos, una situación que se ve agravada por la penetración del comercio electrónico y la devaluación de la libra esterlina.

"Los turistas tienen que conseguir su tarjeta de embarque, desplazarse a otro edificio aduanero para que alguien le selle su solicitud, volver a la terminal de embarque y enviar este papel sellado mediante Correos de su país al detallista que le vendió el artículo. Una burocracia innecesaria que disuade a los visitantes de hacer compras de cuantías elevadas", han concluido.