El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, aseguró ayer durante una de sus intervenciones ante el pleno del Parlamento regional que la causa de que las Islas continúen en la lista británica de territorios no seguros no está en las Islas, sino en otras Comunidades Autónomas. Más en concreto en «algunas» en las que gobierna el PP, le dijo Torres a la líder y portavoz de los populares en la Cámara, María Australia Navarro, en una alusión apenas velada a la Madrid de Isabel Díaz Ayuso.

«Canarias está pagando la incidencia acumulada [de la covid-19] en otras Comunidades Autónomas donde no es tan importante el turismo, como en algunas donde gobierna el PP», argumentó el jefe del Ejecutivo canario. En definitiva, Torres entiende que la obstinación de las autoridades del Reino Unido por mantener al Archipiélago entre los países y regiones con semáforo ámbar se debe a que Londres sigue teniendo en cuenta la situación de la pandemia en el conjunto de España, y no en cada uno de sus territorios. Están así pagando justos por pecadores, y en este caso las Islas serían los justos.

Hay que puntualizar, no obstante, que el empecinamiento del Reino Unido –la pandemia está más y mejor controlada en Canarias que en muchas de sus propias regiones– tiene más que ver con la economía que con la salud. Al menos según se temen en el seno del mismo Gobierno autonómico, donde apuntan hacia un viraje proteccionista en Downing Street en virtud del cual el veto a Canarias y otros destinos de vacaciones es la vía para promover el turismo interior y, en última instancia, lograr que las libras que sus ciudadanos se gastan cada año fuera del Reino Unido se las gasten en 2021 dentro de sus fronteras. Sea como sea, lo cierto es que con el semáforo en ámbar, los británicos que se atrevan a venir al Archipiélago tendrán que guardar cuarentena domiciliaria a su regreso a casa, lo que supone tanto como cortar de raíz el flujo turístico.

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Pleno del Parlamento de Canarias. Carsten W. Lauritsen

El bloqueo británico –el principal país emisor de turistas a Canarias, muy por encima de Alemania– contrasta con el optimismo de Torres, que ayer en el Parlamento se reafirmó en que en diciembre de este año habrá en las Islas alrededor del 70% de los visitantes –siete de cada diez– que había en el mismo mes de 2019. El vaticinio del presidente del Ejecutivo llevó a la portavoz parlamentaria del PP, María Australia Navarro, a acusarlo de estar «jugando» con las expectativas de los ciudadanos. «La realidad es que, a día de hoy, solo han venido 400.000 visitantes», le recordó la líder de los populares canarios, que exhortó a Torres a dejar el papel de «pitoniso». El jefe del Gobierno, visiblemente molesto, le exigió a Navarro que no tergiversara sus palabras.

El también secretario general del PSOE canario explicó que «nunca» ha dicho que Canarias estará a final de año en el 70% de la cifra de turistas de 2019 –lo que exigiría que en lo que queda de ejercicio vinieran unos once millones de visitantes–, sino que en diciembre de 2021 –y solo en diciembre de 2021– sí habrá un número equivalente al 70% de los turistas de diciembre de 2019 –y solo diciembre de 2019–. «Y esto no obedece a un optimismo gratuito, sino a datos y previsiones muy claras», enfatizó Torres, que sustenta sus cálculos en la puesta en práctica del certificado digital europeo y los avances en el proceso de vacunación.

En línea con lo anterior, el presidente autonómico apuntó que las reservas de los franceses para pasar sus vacaciones de verano en el Archipiélago se han incrementado un 30% con respecto a las de 2019 –el último año de normalidad antes de la pandemia–, mientras se mantienen en cifras similares las de los alemanes. En cuanto a los británicos, Torres aseguró que solo falta que Londres acceda al fin a «segregar» a las Islas del resto de España a la hora de clasificar a los territorios en sus semáforos verde, ámbar y rojo. La decisión de las autoridades del Reino Unido marcará el rumbo de la economía regional.