El consejero canario de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena, ha dejado claro este viernes en el Parlamento autonómico que no se va a construir ninguna regasificadora en las Islas, una infraestructura innecesaria, contraria al modelo de democratización y descentralización energética que promueve el ejecutivo, ha sostenido.

El diputado del PP Manuel Domínguez defendió la construcción de esta infraestructura para dotar de gas natural a la central eléctrica de ciclo combinado de Granadilla, ya que es un combustible más económico y menos contaminante que el gasóleo.

Domínguez recordó al consejero que el Cabildo de Tenerife, con el PSOE al frente, así lo defiende, además de que está previsto en el Plan Energético de Canarias de 2007 (Pecan), aprobado por consenso.

Valbuena zanjó que el Gobierno no tiene ninguna intención de desarrollar el Pecan de 2007, un modelo "obsoleto" basado en la "energía centralizada".

Ese plan es opuesto al modelo distribuido y descentralizado de transición energética de este Gobierno, según el cual en 2030, con un 62 por ciento de producción a partir de energías renovables y sistemas de almacenamiento, "las energías térmicas ya serán elemento de respaldo, no protagonista".

Para alimentar centrales de ciclo combinado con gas natural no se necesita una desgasificadora, sino disponer de gas natural licuado que se puede gasificar dentro de las infraestructuras de la propia Endesa, no hacen falta instalaciones externas, dijo Valbuena.

Por eso, las necesidades de gas natural, por ejemplo para los barcos (bunkering), se cubre con gas licuado y "si alguien quiere gas natural en estado gaseoso lo puede comprar líquido gasificarlo en sus propias instalaciones", aclaró el consejero.

Valbuena afirmó que en 2007, cuando se aprobó el Pecan, la tecnología para la producción renovable y el almacenamiento no estaba como ahora y garantizó que la política de transición energética es de todo el Gobierno de Canarias, de manera que "nadie va por libre".

El consejero, en una respuesta al diputado de Sí Podemos Manuel Marrero, incluyó en la estrategia de transición energética los planes del Gobierno para convertir los edificios públicos de las islas en "el gran huerto solar de Canarias".

La demanda energética de las administraciones públicas suponen en Canarias el 18 por ciento del total y la idea es que todos los edificios públicos sean eficientes energéticamente y se doten de instalaciones fotovoltaicas, para lo que se destinarán fondos europeos, explicó.

El plan del Gobierno es que los consiguientes ahorros en la factura eléctrica de las administraciones se destinen a subvencionar el autoconsumo entre los ciudadanos que no pueden afrontar ese gasto por si mismos.

Con ello, se produce "un efecto multiplicador" de las ayudas europeas, ya no solo desde el punto de vista de la descarbonización y la eficiencia, sino también social, al contribuir a la lucha contra la pobreza energética.