Giro a las maniobras militares que se inician el próximo lunes frente a Canarias. El mando militar de EE UU para África (Africom) ha negado que una parte del despliegue previsto vaya a realizarse en territorio del Sáhara Occidental pese a los anuncios de Marruecos en tal sentido. En medio del deterioro de las relaciones entre España y el país magrebí de las últimas semanas, estas afirmaciones de las fuerzas armadas norteamericanas contribuyen a rebajar la tensión en la zona ya que hubiese sido la primera vez que el territorio saharaui sería escenario de los mayores ejercicios militares que se desarrollan en el continente.

Marruecos perseguía un golpe de efecto con unos ejercicios que llevan varios años realizándose y en el que España también ha participado aunque no en esta ocasión. Tras la crisis de Ceuta y con el líder del Frente Polisario, Brahim Gali, todavía en España, el primer ministro de Marruecos lanzó un tuit el domingo en el que ratificó la presencia de los efectivos militares en zonas del Sáhara Occidental como Dajla, en el sur, y en Mahbes, a 80 kilómetros de los campamento de refugiados de Tinduf, en territorio de Argelia. Apenas 48 horas después el Africom desmintió estas afirmaciones y el tuit fue borrado de las redes sociales.

Según lo comentado por el Comando Central de EEUU para África las maniobras se van a desarrollar en Marruecos, Túnez y Senegal. En el caso del reino alauí los ejercicios se extenderán desde la base aérea de Kenitra, en el norte del país, hasta las áreas de entrenamiento de Tan Tan y Guerir Labouhi [Greïer el Bouhi], en el sur. EE UU cuenta con una base militar estratégica en Tan Tan, que dista 300 kilómetros de Canarias, y Marruecos ha ofrecido ampliarla al mando norteamericano. Guerir Labouhi se encuentra en territorio marroquí pero en el extremo sureste del país, justo encima de la frontera con el Sáhara y cerca de Mahbes, localidad donde, según Rabat, se iban a desarrollar una parte de las maniobras.

El Africom indicó que durante la planificación de estos ejercicios los militares de EEUU y Marruecos consideraron varias localizaciones y que han estado trabajando de cerca para determinar cuáles eran las mejores para unas maniobras exitosas. Según varios medios de la zona, el reconocimiento del expresidente Donald Trump de la soberanía marroquí sobre el territorio saharaui había sido aprovechada por Rabat para consolidar frente a la Unión Europea y España la marroquinidad del Sáhara y que estas maniobras se convirtieran en un refrendo a su posición. Con la tensión provocada por los sucesos de Ceuta y la llegada en secreto de Gali a España, Rabat incrementó como nunca la presión sobre Madrid y Bruselas por el conflicto saharaui. La salida de Gali de España y el desmentido del Africom contribuyen a una ligera reducción de la tensión ya que por ahora Rabat no se ha pronunciado oficialmente sobre estos dos asuntos.

Guerra mediática

Desde que se inició el conflicto diplomático entre España y Marruecos y todas sus variantes no ha cesado la guerra mediática de Rabat y sus medios afines frente al Polisario y Argel con los suyos. Y es en medio de este aluvión propagandístico en el que se dan diferentes versiones sobre la ausencia de España de las maniobras African Lion, que llevan varios años realizándose y los militares españoles han estado habitualmente presentes en las mismas. Hasta tres versiones se han ofrecido de esta ausencia: que hace varios meses que se había decidido por el Ejército español porque había otras prioridades y por restricciones presupuestarias; que el Gobierno español no lo había considerado oportuno para no legitimar la ocupación del Sáhara Occidental y por las presiones ejercidas por Rabat para que España no participara en esta edición.

Según medios marroquíes, la decisión de España de retirarse era, de hecho, una demanda del gobierno marroquí, que aparentemente se ha cansado de la aparente duplicidad y falta de fiabilidad de España en cuestiones de máxima prioridad para los intereses marroquíes. Dado que el ejercicio African Lion es esencialmente un despliegue para desarrollar la interoperabilidad militar y el intercambio de inteligencia o experiencia con aliados, Marruecos se opuso a compartir una plataforma tan sensible con un país que ya no considera un socio confiable o estratégico.

Así las cosas, del 7 al 18 de junio se desarrollarán estas maniobras con un despliegue de más de 7.000 efectivos militares de países como el Reino Unido, Italia, Canadá y los Países Bajos, entre otros, además de los países africanos como Marruecos, Senegal y Túnez. Junto a ellos 67 aviones, dos embarcaciones, más de un centenar de vehículos blindados y unos 24 millones de dólares de presupuestos para unos ejercicios que son considerados los mayores que se realizan en África.

Junto a este despliegue también existe un acuerdo entre Washington y Rabat que ha servido de paraguas para un importante paquete de suministros de material militar estadounidense que, según algunos expertos, ronda los 20.000 millones de dólares (unos 16.400 millones de euros). La lista de armamento estadounidense vendido en los últimos años a Marruecos incluye 200 carros de combate Abrams, 20 cazas F-16 de última generación (más la modernización de 23 más antiguos), 24 helicópteros de ataque Apache (con opción a 12 más) o cuatro drones MQ-9 Sea Guardian armados.

Los países implicados consideran que se trata de un ejercicio estratégico para fomentar la cooperación frente a las inestabilidades que se vive en el norte de África y en el Sahel, con el terrorismo yihadista como uno de los principales desestabilizadores de la zona. Rabat también fortalece su capacidad militar para hacer frente a las hostilidades provenientes del Frente Polisario.