El Estado mantendrá activos hasta el 14 de octubre los medios de los que dispone en Canarias para hacer frente a los incendios forestales en verano y que se reforzarán desde la Península si fuera necesario, tal y como ha ocurrido en los grandes incendos de los dos últimos años.
Los 51 efectivos y dos helicópteros de transporte y extinción con helibalde de 1.200 litros de las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF), con base en Puntagorda (La Palma), un helicóptero Kamov con capacidad para transportar 4.500 litros de agua, con base en Tenerife, y un avión de carga en tierra de 3.100 litros son los medios que aporta el Ministerio para la Transición Ecológica, según detalló ayer la jefa de servicio del área de Defensa contra incendios forestales, Ángela Iglesias.
Además, la Guardia Civil ofrece la colaboración de las nueve compañías y 44 efectivos de sus dos comandancias provinciales, los diez destacamentos de Tráfico, la Agrupación de Reserva y Seguridad número 8 de Los Rodeos, las 15 unidades del Seprona y dos unidades aéreas, expuso a su vez el jefe del instituto armado en las islas, Juan Miguel Arribas; y la Policía Nacional, a su vez, dispone de una unidad de drones, un helicóptero, unidades de seguridad ciudadana y a la Unidad de Intervención Policial.
El responsable de la Unidad de Intervención en Emergencias de la Unidad Militar de Emergencias, Sergio Álvarez, recordó, en una rueda de prensa conjunta junto al delegado de Gobierno, Anselmo Pestabna, que, de cara a una primera intervención, en el Archipiélago están destacados de forma permanente 150 militares, que tienen a su disposición cuatro nodrizas con capacidad para mover 48.000 litros de agua y 18 vehículos autobomba, que pueden transportar 63.000 litros. Si fuera necesario relevarlos, además de requerirse el traslado de más efectivos desde la Península, fundamentalmente de Sevilla, se contaría con los que las Fuerzas Armadas en las Islas.
Este despligue, no obstante, según admitió Pestana, es el mismo del que se dispuso en 2019 y en 2020.
