La secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, Cristina Gallach (Barcelona, 1960), admite que la relación de España con Marruecos pasa por un momento complicado diplomáticamente hablando, pero considera que es una situación temporal y superable. Gallach realizó esta semana un viaje a Guinea Bissau y Costa de Marfil para estrechar lazos, colaborar en el control de los flujos migratorios y mejorar la seguridad.

¿Cuál era el objetivo del viaje que realizó esta semana a Guinea Bissau y Costa de Marfil?

Ha sido una visita para profundizar en nuestra estrategia de tener una mayor presencia en África. El fin era abordar de manera conjunta los retos del desarrollo socioeconómico, seguridad y migración. Nuestro objetivo es realizar estos viajes regularmente y ampliar así la relación con África.

¿Abordaron algún aspecto concreto sobre la migración?

Se habló sobre cómo mejorar sus capacidades, porque estos países precisan de apoyo técnico y logístico. En verano, unos equipos de la Guardia Civil irán a Guinea Bissau para reforzar el control marítimo y el control terrestre. En Costa de Marfil se ha entregado material para mejorar las capacidades de las unidades desplegadas en las zonas fronterizas.

¿La idea es ayudarles a blindar sus fronteras?

De estos países no llegan muchos migrantes a España. La idea es que sigan en esta línea, que fomenten la lucha contra la inmigración irregular. El trabajo es multidimensional y se tienen que sentir partícipes, pero también beneficiarios de nuestra colaboración.

¿Qué inversión que se hace en estos países para la contención de la inmigración?

En Guinea Bissau son 240.000 anuales entre la intervención de la Guardia Civil y materiales; y en Costa de Marfil unos 70.000 euros. No es una gran cantidad, pero el impacto que produce es muy significativo y lo más importante es el compromiso.

¿Han iniciado conversaciones para llegar a acuerdos de repatriación con estos países?

No son países emisores de migrantes, pero son muy conscientes del trabajo que hay que hacer en aspectos como las repatriaciones. Si bien, lo más importante es que las salidas no se incrementen. Hemos tenido una actividad diplomática intensa en toda la zona e insistimos en ir a la raíz del problema, para lo que hay que contribuir a su desarrollo económico y social. Tenemos que trabajar en el plano rápido y concreto, pero también en el plano a medio plazo.

¿Hay inversiones españolas en estos países?

Las principales inversiones privadas en Guinea Bissau son españolas, con lo que se crea empleo, se crea riqueza y se fija a la población. Ellos miran mucho hacia el modelo de desarrollo turístico de Canarias. Tienen un potencial turístico muy importante y buscan la manera de desarrollar este sector de forma sostenible.

A pesar del esfuerzo diplomático que se ha hecho con los países de la fachada atlántica de África, en lo que va año la inmigración irregular a Canarias se ha incrementado un 133,2% con respecto al mismo periodo del año anterior.

En los últimas semanas ha habido un descenso. Pero es un tema muy preocupante y hay que abordarlo desde distintos puntos de vista. Por un lado, que en destino se les reciba de una manera humanitaria, con las devoluciones que sean absolutamente adecuadas, y por otro lado, tenemos que contribuir a su desarrollo.

¿Canarias se tendrá que acostumbrar a vivir con el fenómeno de la migración?

Todos nos tendremos que acostumbrar al fenómeno de la migración, pero tenemos que ser capaces de regularla. Es decir, acompañar los movimientos de personas a partir de acuerdos bilaterales, asegurar una asistencia humanitaria o fomentar el desarrollo en origen para hacer países más estables. Tenemos que asegurarnos de que adaptamos este fenómeno negativo y distorsionador a una regulación y a una globalización de la migración positiva.

¿En qué punto está la relación de España con Marruecos?

Está en un momento complicado diplomáticamente hablando, pero es una situación momentánea. Nuestra determinación para hacer de nuestra relación con Marruecos una relación positiva y constructiva es firme. No hay dudas de que lo conseguiremos y trabajamos en ello. Una de nuestras prioridades principales, si no la más importante, es recuperar el diálogo. Siempre ha habido entendimiento y nos concentramos en superar este bache.

¿Ha habido acercamientos para mantener una reunión de alto nivel con Marruecos?

Los contactos no son a nivel muy alto, pero los hay. Estamos desarrollándolos para que progresivamente sean a un nivel más alto. Cada cosa va a su ritmo, pero nadie debe dudar de los pasos que se están dando para recuperar la relación de confianza que tenemos que tener y que hemos tenido. La crisis con Marruecos es un bache temporal, pero es superable con confianza y trabajo.

¿Todavía no hay en agenda una visita del presidente del Gobierno a Marruecos?

No, pero estamos en ello, porque queremos recuperar esa relación de confianza y respeto.

¿Tomarán alguna decisión con respecto a la estancia de Brahim Ghali en España después de que comparezca ante la Audiencia Nacional el próximo martes?

Por un lado está la diplomacia y por otro la justicia. Diplomáticamente nos esforzaremos para la mejora de las relaciones con Marruecos y, por su parte, la justicia tomará las decisiones que tenga que tomar.