El PSOE impidió ayer la conformación de la Junta de Control de la Radiotelevisión Canaria (RTVC) al abstenerse en la segunda y definitiva votación en el Parlamento.

Los socialistas no respaldaron a los siete profesionales propuestos para el órgano de gobierno del ente público pese a que todos los partidos, salvo Podemos, los consideran idóneos para el cargo. De esta forma, el PSOE no apoyó ni a sus dos candidatos, ya que la votación para la Junta de Control es en bloque, es decir, los diputados deben decir sí o no –o abstenerse– a los siete nombres en conjunto.

La razón esgrimida por el Partido Socialista para justificar este volantazo de última hora –hasta el lunes nada parecía haber cambiado en su intención de apoyar los nombramientos– es que la Junta de Control habría salido adelante con una amplia mayoría, con lo que habría sido posible que Francisco Moreno, el único candidato a la dirección general del ente, accediera al cargo con menos votos que los miembros de la junta. De esta manera, el PSOE responsabiliza de su acción a Coalición Canaria (CC) y el PP, que el martes, en la primera votación, se abstuvieron en la designación –también frustrada– de Moreno. Una justificación que ha levantado ampollas en los dos grandes partidos de la oposición. Sobre todo en CC, que da por rota la confianza en el líder del PSOE, Ángel Víctor Torres: «No es una persona de fiar».

Tras no lograrse la mayoría de tres quintos de la Cámara para designar a la Junta de Control en la primera votación, el Parlamento llevó a cabo la segunda y última consulta 24 horas después, tal como establece la ley de la RTVC. La lista con los nombres de los siete profesionales –todos superaron la evaluación de su idoneidad con el único voto en contra de Podemos al candidato de CC– obtuvo 33 votos a favor, 26 abstenciones y diez votos en contra. En la segunda consulta hace falta mayoría absoluta –al menos la mitad más uno de los 70 escaños, aunque ayer solo había 69 diputados–. Así pues, tampoco esta vez han logrado sus señorías acabar con la interinidad en que la RTVC lleva años sumida.

Con 33 votos a favor entre los escaños de CC, el PP y la Agrupación Socialista Gomera –el único partido del pacto que se ha mantenido firme en el sí–, los 25 diputados socialistas tenían la llave para constituir la Junta de Control con amplio consenso, tanto como el que conlleva una mayoría de hasta 58 de los 70 parlamentarios. Solo Podemos y NC se habrían quedado fuera del acuerdo, una minoría de ocho escaños a la que ayer se sumaron en el no otros dos.

La postura de los de Noemí Santana y Román Rodríguez estaba cantada desde que intentaran cambiar el sistema de voto para dejar fuera al candidato de CC, Francisco Pomares. Pero hasta el lunes también parecía clara la posición del PSOE, que incluso había afeado a sus socios esos intentos de última hora por cambiar un sistema de voto aprobado en su día sin que nadie dijera ni mu. Sin embargo, ayer se confirmó el volantazo: los socialistas, como hicieron el martes, volvieron a abstenerse. ¿Por qué? Por culpa de CC y el PP, explicó la portavoz del grupo parlamentario del PSOE, Nira Fierro, después de que Torres reuniera a su grupo antes de la votación para establecer la estrategia. Fierro sostuvo que nacionalistas y populares no apoyan al candidato a la dirección general –tras el fiasco de la junta se decidió por unanimidad cancelar la votación al cargo, con lo que Moreno sigue como administrador único del ente–, «frustrando» así los nombramientos. Lo cierto es que Moreno tiene el apoyo del pacto de las flores, con lo que su designación no depende de la oposición, mientras que la de la junta sí depende del PSOE. No obstante, los de Torres dicen que Moreno tiene que salir con al menos el mismo apoyo que la junta.

El argumento indignó a CC y PP pero también a la ASG de Casimiro Curbelo, donde el enfado con sus socios de gobierno es mayúsculo. Pero para enfado el de José Miguel Barragán, portavoz de Coalición en la Cámara. «Hay que tener muy poca vergüenza para decir que esto ha sido culpa del PP y Coalición», subrayó. Barragán expuso que Torres ha sido capaz de «traicionar» a los representantes del PSOE en la junta –«capaz de usarlos como un trapo y no votarles»– por estar «plegado a intereses empresariales ajenos al interés público». El nacionalista se refirió así a la próxima caducidad del millonario contrato de alquiler de instalaciones y equipos. Pomares es el único de los candidatos que había apostado por la gestión pública de la RTVC, un modelo que supondría la no renovación de ese contrato.