El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha mostrado este martes su voluntad de visitar Marruecos, como hicieron cerca del comienzo de sus respectivos mandatos sus predecesores, pero no lo ha hecho porque "hasta este momento" no le han aceptado la visita.

Torres, que respondió en el pleno del Parlamento a la portavoz del PP, Australia Navarro, sobre la reciente crisis diplomática entre España y Marruecos, defendió su voluntad de mantener buenas relaciones con el país vecino, aunque consideró "inaceptable" que Marruecos "utilizara a sus propios compatriotas" en su confrontación política con España, al enviarlos a Ceuta.

El presidente quiso diferenciar esta "acción civil" promovida por Marruecos del "fenómeno migratorio permanente" que afecta a Canarias, porque lo sucedido en Ceuta fue "lanzar un mensaje de enfrentamiento a España inaceptable".

Torres alabó la actitud de la portavoz del PP y su "criterio de Estado", que contrapuso con la del líder de su partido, Pablo Casado, después de que Australia Navarro asegurara que "en una agresión a nuestras fronteras" el Partido Popular "siempre va a estar con España y con el Gobierno, sea del color que sea y por muchos errores que cometa".

Navarro defendió la actuación del Gobierno de España en la crisis de Ceuta, donde se dio "una respuesta inmediata y contundente", con la visita del presidente Pedro Sánchez, el despliegue del Ejército, la derivación de menores a otras comunidades y la "devolución inmediata en caliente" de inmigrantes.

Pero lamentó que en Canarias no haya habido la misma respuesta tras recibir en un año 23.000 inmigrantes en sus costas, entre ellos 12.000 marroquíes.

El portavoz de CC-PNC, Pablo Rodríguez, también reprochó "el trato desigual" del Gobierno de España a la crisis de Ceuta con respecto a "la grave situación" en Canarias, lo cual atribuyó a la falta de "peso" de Ángel Víctor Torres y del Gobierno de Canarias en el Palacio de la Moncloa.

"Es de una enorme gravedad" lo sucedido en Ceuta y confirma "el fracaso diplomático y en política exterior" del Gobierno de España y su "nefasta política migratoria en su conjunto y especialmente en Canarias".

Pablo Rodríguez criticó al presidente canario por la presencia de mil migrantes durmiendo en las calles de las islas en condiciones indignas.

El presidente le reprochó en su respuesta que obvie otros datos sobre la inmigración, como que quedan en Canarias 3.000 inmigrantes de los 30.000 llegados en los últimos tiempos, y señaló que no solo viven inmigrantes al raso, sino otras muchas personas por la situación de pobreza de las islas.

Torres reclamó al representante de CC-PNC que echen una mano al Gobierno para trabajar juntos y conseguir que la inmigración no sea "una cuestión partidaria", tras afirmar que si en Ceuta ha sido posible derivar menores inmigrantes a otras comunidades ha sido porque "Canarias abrió ese proceso" con este Gobierno, algo en lo que no se trabajó en legislaturas anteriores, denunció.

Sobre este asunto se pronunció también el consejero de Administraciones Públicas, Julio Pérez, quien, en respuesta al diputado de CC-PNC Juan Manuel García Ramos, afirmó que nada tiene que ver lo ocurrido en Ceuta con la inmigración que recibe Canarias.

Si se trasladara una situación similar a las islas sería equivalente a recibir 220.000 personas en el plazo de unas horas, dijo Pérez, y señaló también que la respuesta inmediata para derivar menores se produjo ante la llegada de 8.000 de golpe, además de el reparto que es un camino abierto por Canarias.

Para Julio Pérez, la crisis de Ceuta ha puesto de manifiesto que "la política española y europea con Marruecos es más clara que nunca", en el sentido de que "la defensa de las fronteras no es incompatible con la amistad, la cooperación y las relaciones de vecindad".

Según el representante de CC-PNC Juan Manuel García Ramos, lo ocurrido en Ceuta "es muy grave", la respuesta del Estado ha sido muy distinta a la que recibe Canarias, a donde el Gobierno solo envía "ministros zombis".

Además, aseguró que el 70% de la inmigración que llega a Canarias parte de la zona del Sahara ocupada por Marruecos.

"Esto tiene de fondo el problema de Sahara" y con los intereses de Estados Unidos, Israel o Francia, "donde se están apastando" los derechos humanos, la actuación de Naciones Unidas y la descolonización, dijo García Ramos.