Un informe elaborado por dos inspectoras del área de Salud Municipal del Ayuntamiento de La Laguna concluye que en el campamento de atención temporal de extranjeros (CATE) de Las Raíces “las medidas sanitarias necesarias para evitar la propagación de la covid-19 no son las óptimas”, entre otras cosas porque en las colas para acceder al comedor u otros servicios del recinto no se respeta la distancia de seguridad entre los usuarios. Dichas profesionales aprecian que en el espacio dedicado a la empresa de cáterin el pavimento no es el adecuado ni el estipulado en la normativa para una zona de manipulación de alimentos; se carece de una correcta evacuación del agua y falta un fregadero con agua caliente, que es obligatorio en un recinto donde se trabaje con productos alimenticios. Las inspectoras también advierten de que el abastecimiento de agua caliente no es suficiente para el número de usuarios, hay cortes en el suministro eléctrico y no existe aislamiento y acondicionamiento de las carpas-dormitorio ante el clima de la zona.

Ambas técnicos del consistorio realizaron una visita a las instalaciones junto con el concejal de Bienestar Social lagunero, Rubens Ascanio, y un agente de la Policía Local el pasado 24 de marzo a las nueve y cuarto de la mañana. La carpa destinada a comedor tiene capacidad para 620 personas, pero, según el personal de Accem, los migrantes entran en grupos de 75 en diferentes turnos. A la llegada de las empleadas de la corporación y el edil, se servía el desayuno, para lo cual se forma una cola a la entrada donde no se guarda ningún tipo de distancia de seguridad. Aquel día en el desayuno se ofreció un pan pequeño y una bolsa con un jugo, dos galletas, mantequilla y aceite de oliva en recipientes monodosis, así como una bebida caliente (café, leche o chocolate). Las técnicos apreciaron que en dicha carpa existe “un fregadero sin agua caliente (obligatorio en zonas de manipulación de alimentos)”. Por fuera del comedor había tiradas numerosas mascarillas usadas. En otro comedor de 60 plazas ubicado en el edificio principal tampoco hay agua caliente. La comida, que ofrece la empresa Serunión, llega empaquetada, refrigerada y etiquetada de forma adecuada desde Málaga, aunque dicha sociedad supuestamente tiene un centro logístico en el Polígono de Güímar. Sobre la carpa que usa en Las Raíces, “el pavimento de esta zona no es el adecuado ni el previsto en la normativa para una zona de manipulación de alimentos, ni tampoco hay una correcta evacuación de agua”, afirman las inspectoras. También en dicho punto hay un fregadero “sin agua caliente”. Las trabajadoras de Salud Municipal comprobaron que Serunión tiene implantado un sistema de autocontrol.

En el edificio central también se apreció la concentración de migrantes que esperaban sin respetar la distancia de seguridad. “En los despachos de atención sanitaria (médicos y enfermeras)” destaca “que ninguno cuenta con un punto de agua, además de la escasez de mobiliario adecuado para el normal desarrollo de la actividad”, apuntan las mencionadas técnicos. Estas detectaron que hay entre 24 y 32 plazas en cada carpa usada como dormitorio. Las literas están separadas por medio metro y algunos migrantes han colocado sábanas o mantas para preservar su intimidad. “Es importante destacar que ninguna dispone de un suelo aislante del pavimento exterior, por lo que es probable que entre tanto el frío como el agua de lluvia”, aclaran las especialistas.

Los servicios higiénicos están en estructuras desmontables con 180 inodoros y lavabos. También hay 22 baños químicos. En el documento se advierte de que con el “agua caliente hay un problema de suministro en todo el campamento: al parecer las calderas tardan bastante en calentar el agua y, cuando hay una utilización masiva, se acaba; por tanto la mayoría del tiempo no se puede disponer de ella”. Y suele haber cortes de luz con frecuencia.

Las empleadas municipales explican que el personal de Accem y el del cáterin “se quejan de que la empresa Tragsa, responsable de las infraestructuras (agua caliente, piso del depósito de comida) no ha dado solución a los problemas planteados”.

El Ayuntamiento remitió este informe a la Delegación del Gobierno y la Dirección General de Salud Pública del Gobierno canario mediante oficios, donde solicita que se apliquen “las medidas necesarias para salvaguardar las buenas condiciones de las personas alojadas en estos espacios”. Rubens Ascanio dice que “estamos viendo que el modelo de macrocentros genera más problemas que beneficios, que no es la fórmula más adecuada para dar la atención” idónea “a estas personas”. Para Ascanio, el informe “señala cuestiones bastante preocupantes” y se piden “medidas y actuaciones necesarias” para corregirlas, ya que existe un riesgo para la salud.

El ministro de Migraciones y Seguridad Social, el socialista José Luis Escrivá, aseguró en declaraciones a Efe que los centros de Canarias cumplen con los estándares humanitarios “más altos posibles”. Sobre los altercados de Las Raíces, dijo que entiende la “situación de frustración” de los migrantes por tener que volver a sus países, en los casos de Marruecos y Senegal, por los convenios de repatriación existentes.