Furió considera que, además de que en las pateras o cayucos que se dirigen al Archipiélago viaja un número generalmente mayor del que lo hace hacia la Península, las condiciones que dichos migrantes se encuentran en el Océano Atlántico son “mil veces más complicadas” que en el Mediterráneo o el Estrecho, debido a las corrientes, los vientos, las marejadas; el mar de fondo o el mar de levas. En su opinión, una ola de medio metro para los ocupantes de una patera sobrecargada puede resultar “crítica”.

Para Furió, con un aumento de la partida para personal de Salvamento Marítimo de 2.500.000 euros al año se podrían reforzar todas las plantillas de este organismo del Ministerio de Fomento en el conjunto del país. “Y eso ya figura en los Presupuestos Generales del Estado, lo que pasa es que están bloqueados”, señala. Y frente a esa cantidad para cubrir las necesidades de trabajadores, el representante de la Confederación General del Trabajo apunta que la institución pretende gastarse 19.000.000 de euros en la adquisición y puesta en funcionamiento de drones, así como otros 53.000.000 en la construcción de otro remolcador de altura, que no sirve para el rescate de personas que van en cayuco o pateras. Según Furió, “esto es un derroche terrorífico en cosas que no contribuyen” a mejorar el objetivo real de Salvamento Marítimo. A su juicio, de nada sirve tener drones si después no hay tripulantes en cubierta para hacer rescates de manera eficaz. “Es como si a una casa le faltan los cimientos y se piensa en adornar las ventanas”, apunta.