La crisis migratoria que vive Canarias desde hace más de un año añade un nuevo episodio de controversia política a los muchos sucedidos desde entonces. La criticada gestión del Gobierno central podría sumar así un elemento más de polémica tras la decisión de su presidente, Pedro Sánchez, de desmantelar al actual equipo del Ministerio de Inclusión, Seguridad y Migraciones, del que es titular José Luis Escrivá, al forzar la salida de la actual secretaria de Estado de Migraciones, Hana Jalloul, para colocarla como número dos en la lista socialista a las elecciones autonómicas de Madrid, encabezada por Ángel Gabilondo. Es uno más de los gestos de apoyo y respaldo que el también líder del PSOE está teniendo con Jalloul, zaragozana de 41 años, de padre libanés, feminista y con un gran currículum académico y profesional, tras haberle otorgado también formar parte del equipo que coordinará la ponencia marco del XL Congreso del PSOE del mes de octubre en Valencia.

Más allá de la valoración que desde Canarias se haga a la gestión de Jalloul como responsable del día a día de la gestión migratoria en sus compentencias, la acogida de los migrantes, el hecho de que su sustitución obedezca a una jugada política de carácter partidista podría incrementar el malestar entre los partidos y las instituciones de las Islas, así como entre las organizaciones no gubernamentales y humanitarias que trabajan con la secretaría de Estado, por la incidencia que este cambio podría tener en la dinámica de los trabajos que supervisa ese departamento. Todo ello justo cuando, al menos supuestamente, se estaría en estos momentos impulsando de manera especial la mejora de las condiciones de acogida de los migrantes contempladas en el Plan Canarias y activando derivaciones de africanos desde las Islas a la Península.

Minimizó la situación de Canarias en los momentos de mayor emergencia

Jalloul, para la que aún no suenan posibles sustitutos, ha sido durante toda la crisis migratoria un personaje discutido desde las Islas como lo están siendo todos los responsables políticos de los ministerios competentes en la materia, fundamentalmente el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el propio Escrivá. Y aunque fue inmediata su visita a Canarias, a mediados de febrero de 2020, apenas dos semanas después de su toma de posesión el 28 de enero, las buenas intenciones expresadas durante sus múltiples reuniones con el Gobierno regional, cabildos, ayuntamientos y ONGs en distintas islas, en las dos visitas que ha realizado a las Islas, apenas se concretaron con el paso del tiempo en medidas efectivas.

Tras las primeras oleadas de pateras durante el verano pasado, la situación en los campamentos de acogida empeoró considerablemente hasta llegar al extremo de que cientos de migrantes vivieran hacinados en las precarias instalaciones del muelle de Arguineguín sin que el ministerio de Migraciones, ni ningún otro, diera respuesta. El desafortunado comentario que hizo Jalloul en ese momento respecto a las condiciones de este campamento han marcado en parte la imagen que de ellas se ha tenido en Canarias. En una entrevista radiofónica, se mostró convencida de que el Gobierno de España estaba actuado “muy rápido” con la crisis migratoria en Canarias “porque nadie se ha quedado en la calle”, según dijo.

Y para rematar esa visión tan alejada de la realidad, calificó de “pequeño percance” el hecho de que 400 personas tuvieran que malvivir durante días –algunos de ellos hasta dos semanas– en el muelle de Arguineguín, en carpas instaladas por Cruz Roja, a 40 grados de temperatura en horas del mediodía, obligados a usar baños químicos, a dormir sobre el cemento y con la presencia de bebés y niños de corta edad. “Se tenían que realizar PCR, esperar resultados, ese día llegaron muchas pateras y además se produjo el desalojo de muchos centros educativos y deportivos cedidos por Canarias para ubicarlos”. llegó a justificar Jalloul, que fue impulsora, por otro lado, de la iniciativa de utilizar instalaciones hoteleras para alojar temporalmente a grupos de migrantes. Precisamente este semana se tiene previsto trasladar definitivamente a los campamentos habilitados por Migraciones en las distintas islas a los 1.800 que aún quedaban en los alojamientos hoteleros, según anunció el pasado jueves en el Senado el ministro Escrivá. Quizá sea una de las últimas tareas que Jalloul pueda supervisar desde la secretaria de Estado antes de recalar en el mundo político de la Comunidad de Madrid.

Jalloul participó en el Foro Canario de Inmigración celebrado el 9 de septiembre del año pasado en Las Palmas de Gran Canaria. Fue, pese a su participación telemática, un tenso encuentro por el malestar producido en Canarias tras el aplazamiento de la esperada visita de Escrivá prevista ese mismo día y que el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, había anunciado previamente. Jallaul negó en un comunicado posterior el aplazamiento de la visita negando que la misma estuviera prevista oficialmente, rechazando así la versión que el propio Torres había ofrecido en el Foro. Este episodio ha marcado en parte las relaciones entre la secretaría de Estado y el Ejecutivo regional, aunque se han recompuesto en los últimos meses tras la apuesta decidida de la propia Jalloul y del ministro Escrivá por el traslado de los migrantes a la Península, frente al rechazo expresado claramente por Interior. Fue en este encuentro donde la secretaria de Estado anunció que el Gobierno preparaba un “plan de choque” sobre inmigración que se convertiría luego en el llamado Plan Canarias para la creación de instalaciones de acogida con capacidad para más de 7.000 personas, una medida que ha sido rechazada mayoritariamente en las Islas porque convierte a las Islas en una “cárcel” para los migrantes, frente a las derivaciones a la Península que se reclaman como alternativa.