El Diputado del Común de Canarias, Rafael Yanes, reclamó ayer un protocolo de actuación acordado entre todas las comunidades autónomas españolas para un “reparto automático” de los migrantes irregulares que llegan al país por cualquiera de sus territorios y advirtió de que el éxodo desde África hacia Europa no es algo extraño, sino que es la nueva realidad de las próximas décadas, más incluso que la de vivir con mascarillas. A título personal, también consideró “inaceptable” que se abandone a los inmigrantes en las calles e insistió en una modificación de la Ley de Extranjería para que los menores no acompañados no queden en un limbo jurídico y “en tierra de nadie” cuando cumplen los 18 años.

Yanes compareció para valorar el informe extraordinario del Defensor del Pueblo sobre las migraciones en Canarias y reiteró las críticas a “la improvisación por parte del Estado”, que a su juicio “no aprendió nada” de la crisis del año 2006, cuando llegaron a las Islas casi 32.000 personas, un 30% de las que arribaron en 2020.

El Diputado del Común rechazó las críticas que se han lanzado desde el País Vasco por el bloqueo de migrantes en la frontera de Irún, en el sentido de que han sido trasladados desde Canarias para no dañar su imagen turística, y aseguró que el Archipiélago siempre ha sido hospitalario y su vez un pueblo de emigrantes.

Yanes explicó que la Diputación del Común colaboró estrechamente con el Defensor del Pueblo en la elaboración del informe, aunque sus competencias se limitan a la supervisión del tratamiento a los menores, y consideró que Canarias atraviesa una situación “extraordinaria” para la que no está preparada, con la imagen del muelle de Arguineguín como ejemplo “del fracaso” de la política migratoria.

“Las razones de lo ocurrido son conocidas; sociales, económicas y demográficas”, apuntó. Entre las primeras citó la enorme desigualdad que existe en el continente africano y la vulneración constante de los derechos humanos. Respecto a las económicas, señaló que las mayores bolsas de pobreza del planeta están África y recordó que la ONU, en 1970, recomendó a los países desarrollados que aportaran una cantidad insignificante de su PIB, el 0,7%, para los países en desarrollo.

“Hoy, 50 años más tarde, España no llega al 0,2%, Europa tiene una media del 0,4% y solo hay tres países que lo cumplen, Finlandia, Dinamarca y Suecia; el dinero no se aportó en ese tiempo sería de 5 billones de euros, es decir, 10 veces el gasto total del Estado español durante un año, por lo que si se hubiera cumplido la recomendación de la ONU hoy hubiésemos tenido una realidad muy diferente”, añadió.

“Si vemos todo este contexto”, puntualizó, “la conclusión es que lo que hemos vivido en Canarias no es algo extraordinario, sino que esa sí es la nueva realidad que vamos a vivir; y si a todo eso le sumamos la crisis de la pandemia del coronavirus, tenemos la tormenta perfecta”.

Yanes comparó los datos de las dos grandes oleadas migratorias hacia el Archipiélago para lamentar que se mantenga “la improvisación” y no se aborde una política migratoria en España y en la UE. Así, en 2020 llegaron a Canarias de forma irregular un total de 23.023 personas desde el continente africano. Si se le suma el último trimestre de 201e y las llegadas en lo que va de año 2021, la cifra alcanza las 28.000 personas. De ellas, 20.000 ya se han ido, entre devoluciones a sus países de origen y traslados a la Península, aunque aseguró desconocer los datos de esas salidas.

Improvisación

“Esto no es nuevo; en 2006 llegó a Canarias más del 30% de este cantidad, 31.678 personas; se tomaron medidas y aquello sí fue una improvisación lógica porque no estábamos preparados nunca había ocurrido, pero como no aprendimos, hemos repetido con la falta de instalaciones adecuadas y la inexistencia de protocolos para distinguir a las personas más vulnerables”, insistió.

Dentro de la gravedad, Yanes resaltó hasta tres “aspectos positivos de lo que hemos vivido”. Primero, “la reacción solidaria de una parte de la población, que hay que destacar porque atravesamos una situación muy compleja por la crisis del coronavirus”.

En segundo lugar, la labor de Salvamento Marítimo. Y por último, “la buena voluntad de la Delegación del Gobierno, o por decirlo más claramente, que la Delegación ha actuado con mucha voluntad y muchos errores, basados en esa improvisación porque no aprendieron la lección de 2006”.

Tras enumerar otros tres aspectos negativos, la carencia de una política migratoria de Estado, la falta de coordinación entre las administraciones y unas infraestructuras inadecuadas de acogida, el Diputado del Común lanzó cinco propuestas: impulsar el Plan Canarias para crear más instalaciones; dotarse de personal especializado en extranjería, como intérpretes y letrados; programas dirigidos a evitar la xenofobia; acuerdos bilaterales de España con los países de origen; y un acuerdo dentro de la UE para impulsar “de verdad” el crecimiento económico de África.