“No es lo mismo gestionar los retornos y la política migratoria con una pandemía que sin pandemia”. Con esta frase, el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, trato ayer de justificar las dificultades para hacer frente a la emergencia migratoria que vive Canarias desde hace un año, y los problemas con los que se encuentran los ministerios implicados en la respuesta a la llegada de más de 24.000 africanos en este tiempo, así como para coordinar medidas con los países de origen, especialmente para los retornos y repatriaciones como consecuencia del cierre de fronteras por la pandemia, o la imposibilidad de haber podido celebrar aún la cumbre con Marruecos aplazada desde enero.

Sánchez, durante su comparecencia en el Congreso con motivo del estado de alarma, aseguró sentirse “interpelado” por la situación en las Islas y aseguró que “este Gobierno no se desentiende de la crisis migratoria en Canarias”, después de que los portavoces de los dos grupos nacionalistas canarios, Ana Oramas (CC), y Pedro Quevedo (NC) le reprocharan, aunque con muy distintas intervenciones entre sí, la gestión que esta llevando a cabo el Ejecutivo central.

En el fondo del debate figuraba una vez más la exigencia por parte de los nacionalistas canarios de que el Estado asume de una vez la necesidad de llevar a cabo derivaciones regladas y no necesariamente discretas de migrantes desde las Islas hacia la Península, una demanda en la que también insiste el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres. Sobre esta reclamación persiste la división de pociones entre los ministerios de Migraciones, favorables a ellas y tratando de activar viajes en los últimos días para sacar de las Islas a 3.500 migrantes, y del Interior, cuyo titular, Fernando Grande-Marlaka, trata de frenarlas y las limita a las personas vulnerables y con derecho a protección internacional.

Sánchez eludió ayer hacer referencia directa alguna esta reclamación generalizada desde Canarias y se limitó a defender que, “con sus aciertos y errores”, el Gobierno está tratando de dar respuesta a la situación del Archipiélago. “Este Gobierno no se desentiende de la crisis migratoria en Canarias y comparte la preocupación por la utilización que se está haciendo por parte de algunas fuerzas que van allí a jalear los instintos más básicos y los miedos más ancestrales por parte de determinados colectivos”, afirmó el líder socialista en referencia a Vox tras resaltar que se ha puesto “a disposición de las autoridades canarias a través de los ministerios de Defensa, de Migraciones, del Interior y de Transportes recursos, material, terreno para poder ubicar [a los migrantes] y hacer frente a la crisis migratoria”.

Un relato que no convenció a los diputados nacionalistas. Tanto para Oramas como para Quevedo ayer era el momento en el que el debate sobre la gestión migratoria debía recaer de manera directa sobre el propio Sánchez como responsables máximo del Gobierno , y que con su intervención pusiera fin a los enfrentamientos entre Migraciones e Interior.

“Vergüenza e indignación”

Oramas fue sido muy dura y directa en sus críticas a la gestión migratoria del Ejecutivo y aseguró sentir “vergüenza, indignación y afrenta” por la gestión migratoria. “No hay palabras para lo que ustedes están haciendo en Canarias. Han convertido a las Islas en una cárcel para retener a miles de inmigrantes hacinados en campos de internamiento en condiciones inhumanas. Han permitido que miles de personas desesperadas llegaran al principal destino turístico de España y han logrado que Canarias salga en todos los telediarios de Europa con miles de migrantes amontonados sobre el cemento de un muelle”, afirmó Oramas desde la tribuna. La diputada tinerfeña aseguró que “ustedes habían abandonado a Canarias con la crisis, ahora además la insultan”.

Por su parte, el diputado de NC, Pedro Quevedo, aseguró que “la pandemia ha orillado otro conjunto de políticas relevantes” y le pidió a Sánchez “que se implique e intervenga en las políticas migratorias en Canarias”. “No es razonable lo que está ocurriendo. Hay errores serios en determinados ministerios y le pedimos su implicación porque este asunto tiene mucha más trascendencia que una cuestión de derechos humanos, que también lo es, y tiene que ver con otros problemas de fondo como el crecimiento de la xenofobia, el racismo, o el perjuicio a los intereses generales de Canarias”, critió el portavoz de NC, apoyo de Sánchez en Madrid y socio del PSOE en Canarias.

La respuesta de Sánchez fue calificada luego por el diputadonacionalista como “totalmente insuficiente”, al tiempo que consideró “inaceptable” que el ministro del Interior esté poniendo pegas al traslado de 3.500 migrantes autorizado por el ministerio de Migraciones de José Luis Escrivá.

“Nosotros pesamos el 4,5 % en población, pero en materia migratoria el 99%. Esto no es razonable y se tiene que corregir”, subrayó Quevedo, quien cree que “está bien la discreción en materia de traslados a la Península”, pero que la consecuencia de la falta de voluntad política del Ejecutivo de no hacer esas derivaciones regladas y que con la implicación de las demás comunidades autónomas “es que Canarias sigue acogiendo a una cantidad inasumible de personas. “O se cambia de rumbo y se asume una política clara de derivaciones, o vamos a pagar las consecuencias de muchas maneras. No vamos a quedarnos callados”, advirtió el diputado de NC.

Suspendido el vuelo a Senegal

El Ministerio del Interior suspendió ayer el primero de los vuelos previstos de repatriación a Senegal. Este, que partía de Madrid, originalmente había sido programado para aterrizar a las 20.35 horas en Tenerife Norte, donde iban a ser embarcados ciudadanos senegaleses alojados en el CIE de Hoya Fría. Las fuentes consultadas por Efe desconocen los motivos de la decisión. Tras el cierre de fronteras por la pandemia, Interior consiguió restablecer el 10 de noviembre las deportaciones a Mauritania. El convenio que rige desde 2003 con ese país permite trasladar allí a cualquier inmigrante, con independencia de su nacionalidad, si ha salido de sus costas o transitado por su territorio. Además, en diciembre, se reactivaron las devoluciones a Marruecos, con un cupo máximo de 80 personas a la semana.