La Comunidad Autónoma dejó de gastar en 2020 unos 440 millones de euros tras un año que quebró todas las aspiraciones que había diseñado el cuatripartito para desarrollar su programa. La mayor parte de los esfuerzos económicos y presupuestarios desde marzo se dedicaron a reforzar los servicios públicos esenciales para hacer frente a la pandemia, lo que supuso un incremento significativo de los gastos de personal en 112,8 millones de euros y de los gastos corrientes en 233,8 millones más. Sin embargo, la capacidad de ejecución de la Comunidad Autónoma en las inversiones públicas volvió a quedar en entredicho ya que frente al 95% ejecutado globalmente, en el capítulo VI se llegó al 70%, lo que supuso que 149,2 millones no se pudieron gastar y cerca de 200 millones si se le suma las operaciones de capital del capítulo VII.

El vicepresidente y consejero de Hacienda del Ejecutivo regional, Román Rodríguez, hizo hincapié ayer en que la ejecución presupuestaria se eleva a al 104,3 % si se tiene en cuenta que al presupuesto inicial de 8.006 millones de euros se le añadieron nuevo recursos no financieros por 788,3 millones para hacer frente a la pandemia, y lo gastado ascendió a 8.415 millones de euros frente a los 8.855 millones totales.

Según los datos de la Consejería de Hacienda el nivel de ejecución es similar al de ejercicios precedentes, sobre todo el de 2018 ya que el 2019 fue un año de elecciones autonómicas y de transición por el cambio de gobierno que hubo a mitad de año. En 2018 con menos fondos y sin pandemia la ejecución alcanzó el 94,9% frente al 95,03% de 2020. Sin embargo, el incremento de ejecución de las inversiones fue de apenas el 6% en dos años, del 63,91% en 2018 al 70,06% del año pasado. Rodríguez recalcó que el Ejecutivo gastó 1.200 millones de euros más en 2020 que en 2018 en el “peor año de la historia” con 13 semanas de parálisis administrativa por el estado de alarma y una ralentización de la actividad económica como no se había visto antes.

Román Rodríguez y el viceconsejero de Hacienda y Planificación, Fermín Delgado, admitieron que la gran mayoría de los nuevos recursos que se inyectaron desde el Estado, las modificaciones de créditos realizadas durante el año para afrontar las consecuencias del Covid-19 y el superávit autonómico fueron para financiar las necesidades de personal y gasto corriente de sanidad y educación, por lo que poco se pudo destinar a ayudar a los sectores económicos más afectados por la pandemia pese a las reclamaciones empresariales. Tanto Román Rodríguez como Fermín Delgado aseguraron que los fondos no ejecutados no se perderán, sino que se añaden a los remanentes de tesorería que se podrán gastar este año por el levantamiento de las reglas fiscales autorizado por el Estado. Precisamente parte de este remanente se destinará al plan de ayudas directas diseñado por el Ejecutivo para las empresas más afectadas por la crisis. Rodríguez insistió en que el Gobierno tratará de que estas partidas sean asumidas por los fondos europeos que se destinarán a paliar los daños de la pandemia.

En el capítulo de los ingresos, la pérdida de recaudación se elevó en 2020 a 557 millones de euros, de los cuales 356 millones corresponden a los impuestos vinculados al Régimen Económico y Fiscal (REF) de las Islas, es decir, IGIC, impuesto de matriculaciones y AIEM. Los más afectados por esta bajada de ingresos fiscales han sido los ayuntamientos y cabildos, cotitulares de estos tributos junto a la Comunidad Autónoma. Las corporaciones locales perdieron en 2020 cerca de 207 millones de euros de ingresos frente a los 150 millones que dejaron de recibir las arcas autonómicas por los tributos del bloque canario de financiación. Por los tributos propios y cedidos la Comunidad Autónoma dejó de ingresos unos 200 millones de euros.

El vicepresidente del Ejecutivo se refirió al “daño generado” por la pandemia a la economía, afirmando que la previsión de la recaudación de 2020 “ha sido superada” por las circunstancias. De hecho, destacó que la magnitud de la crisis se pone de manifiesto si se compara la previsión inicial recogida en los presupuestos de 2020, elaborados antes de la irrupción del Covid-19 y, por tanto, en un contexto económico de crecimiento sostenido, con la recaudación final provisional de la Agencia Tributaria Canaria. En este sentido, la Comunidad Autónoma recaudó 787,6 millones menos de lo previsto en el presupuesto inicial debido a la pandemia y 557,6 millones de euros menos respecto a los ingresos finales del ejercicio 2019, lo que supuso una diferencia de un 21,42% de descenso real de los ingresos fiscales.

La deuda cae 204 millones

El endeudamiento de la Comunidad Autónoma descendió en 2020 en 204 millones de euros, según los datos avanzados ayer por la Consejería de Hacienda. Asimismo, el vicepresidente Román Rodríguez puso en valor la refinanciación de 2.700 millones de euros de la deuda autonómica, por la cual las arcas autonómicas se ahorran este año 15 millones de euros en intereses y hasta 2027 54,5 millones de euros. Los gastos financieros de 2020 se elevaron a 91,9 millones de euros frente a los 85 millones iniciales que se habían consignado en el presupuesto. Asimismo, en las operaciones financieras destacan los pasivos financieros, que se elevaron a los 4.203 millones, según las cifras provisionales.