Las organizaciones humanitarias están desbordadas. La crisis migratoria en Canarias en plena pandemia del coronavirus está poniendo contra las cuerdas hasta a los más solidarios, que ven cómo los recursos disponibles se quedan cortos a la hora de atender a la cantidad de migrantes que se acercan cada día pidiendo ayuda. Así lo manifestó ayer la entidad católica Cáritas Diocesana de Canarias a través de un comunicado en el que la organización explica que ha experimentado un incremento del número de personas migrantes que acuden cada día a los comedores y servicios de Cáritas. Una situación que ha “sobrepasado la capacidad de las cocinas para elaborar los menús necesarios diariamente”. Solo en el mes de enero, el número de personas que se acercaron a los comedores que existen en el Archipiélago se incrementó en un 72%.

“Las personas migrantes llegan a los comedores con un folio donde se les indica la dirección y horarios de los servicios de comedor, duchas y lavandería de Cáritas Diocesana de Canarias en la isla”, apunta la entidad, que además denuncia que el Gobierno de España está tomando decisiones que no tienen en cuenta los derechos de los migrantes.

La organización perteneciente a la Iglesia católica asegura que el aumento de peticiones de ayuda procede de la necesidad de muchos menores no acompañados que residen en centros de acogida y que quedan en “situación de desamparo” cuando cumplen la mayoría de edad, lo que les aboca a quedarse en la calle “sin recursos, comida ni acceso a la atención sanitaria”. En esta misma situación se ven los migrantes que salen de los hoteles y apartamentos destinados a la acogida humanitaria, aseguran desde la entidad. Para Cáritas, es “preocupante” que los migrantes afirmen no haber recibido información en un idioma que comprendan. Según la entidad mucho carecen de asesoramiento sobre su situación administrativa, lo cual “deja en desamparo a aquellas situaciones de especial vulnerabilidad y más necesitadas de protección”.

Libre circulación

Ante todo esto, Cáritas ha pedido al Gobierno de España que restablezca, a la mayor brevedad posible, la libre circulación de las personas migrantes a la Península y al resto de la Unión Europea para que puedan reunirse con sus familias y continuar su ruta.

También ha solicitado que los programas de acogida humanitaria desarrollen un acompañamiento integral de las personas migrantes, dotándoles de los medios necesarios para poder resolver la situación en la que se encuentran; y que se garanticen los fondos económicos suficientes y estables para la Cooperación al Desarrollo en los países de origen.

Para la entidad es imprescindible evitar que los inmigrantes sigan siendo víctimas de organizaciones delictivas que se “aprovechan de la desesperación y la falta de oportunidades” en los países empobrecidos. “Más de 2.000 personas han perdido la vida en 2020 intentando alcanzar las costas españolas”, denuncian .

Mientras, al Gobierno de Canarias, los cabildos y ayuntamientos de las islas, Cáritas ha reclamado la puesta en marcha de programas específicos y adecuados para luchar contra la xenofobia, el racismo y los discursos de odio.

Un reclamo que cobra especial importancia en las últimas semanas a raíz de las manifestaciones xenófobas que se han registrado en algunas zonas de Gran Canaria como Las Rehoyas, La Isleta o El Lasso. “Muchas personas vienen con moratones y contusiones afirmando haber sido agredidos, insultados y vejados en la vía pública por su condición de migrantes”, aseguran desde la organización católica.

Por último, la entidad quiso recordar a los canarios que no se trata solo de migrantes. “También se trata de nuestros miedos, y esto se nota particularmente hoy día frente a la llegada de migrantes y refugiados que llaman a nuestra puerta en busca de protección, seguridad y un futuro mejor”.