CC exige la dimisión de Escrivá y Grande-Marlaska por la gestión de las migraciones

Fernando Clavijo, senador de CC y expresidente del Gobierno canario, pidió la dimisión de los ministros del Interior y Migraciones, Fernando Grande-Marlaska y José Luis Escrivá, respectivamente, así como del delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, por su nefasta gestión del proceso migratorio en el Archipiélago. Clavijo también exigió que el delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, por su papel en este asunto. Esta propuesta será presentada en el Parlamento de Canarias a lo largo de esta semana por integrantes del Grupo de CC. Así lo planteó en una rueda de prensa ofrecida en la sede de dicho partido en Santa Cruz de Tenerife, donde estuvo acompañado por la diputada autonómica Cristina Valido y el alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort.

"Al hablar con las ONG hemos escuchado relatos escalofriantes"

Fernando Clavijo

— Senador de CC

Según Clavijo, la llegada masiva de migrantes desde la costa noroccidental africana ya se vivió en el Archipiélago desde el año 2006 y "la realidad es que se pudo atender con más dignidad" que en la actualidad. El senador de CC explicó que "hemos mantenido reuniones con miembros de Cruz Roja, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) o la Comisión Española para Ayuda al Refugiado (CEAR) y hemos escuchado relatos escalofriantes" de lo que pasan las personas que llegan desde el continente vecino en busca de una vida mejor. Para el expresidente canario, como mínimo, habría que dar un trato más humano a la hora de tratar a estas personas.

Cristina Valido, secretaria ejecutiva de Derechos Sociales en CC, recordó que se deben respetar las leyes y las normas, a la vez que recordó que el Estado tiene las competencias exclusivas en materia de inmigración. En ese ámbito, la exconsejera de Asuntos Sociales en el Ejecutivo autónomo explicó que el Gobierno central debería tener los recursos necesarios y adecuados para determinar si un joven que llega en patera o cayuco es menor o mayor de edad. Esta cuestión fue planteada a raíz de que, en estos momentos, la administración no sabe con certeza si ofrece custodia a menores o mayores de 18 años que están en centros de las Islas.

"No se puede tener a adultos en centros de acogida de menores"

Cristina Valido

— Diputada autonómica de CC

La Consejería de Derechos Sociales planteó que, en la actualidad, tiene acogidos a unos 2.700 menores no acompañados llegados desde la costa africana, pero en un elevado porcentaje (un 60%) no se sabe con certeza si realmente lo son. La clave está en el retraso que se produce en las pruebas para determinar su edad. Además, recientemente, la abogada especialista en migraciones Loueila Mint El Mami aseguró que las pruebas que se realizan a estos chicos no son válidas, ya que están pensadas para personas blancas estadounidenses, no para los naturales de Marruecos o la región subsahariana.

Para Valido, no se puede tener a menores en espacios de adultos, ni adultos en centros de menores.

La diputada autonómica de CC también aludió al "principio de solidaridad", que está consagrado en la Constitución, por el cual el Gobierno del Estado tiene el deber de intentar distribuir a los menores no acompañados entre las diferentes comunidades autónomas de España.

Entre 2006 y 2018, ante la "sobreocupación" de los centros de acogida de ámbito regional, el Ejecutivo canario llegó a acuerdos con los diferentes cabildos para ampliar las plazas de dichos recursos y de esa manera resolver el problema, según Valido.

La exconsejera también insistió en la importancia de reactivar el Plan Estratégico de Integración, "de lo que tampoco habla el actual Gobierno de Canarias", así como de impulsar la Mesa de Coordinación de Inmigración, "que es más necesaria que nunca".

"En 2006, teníamos un Gobierno nacionalista, que no era sumiso"

Oswaldo Betancort

— Alcalde de Teguise

El alcalde de Teguise explicó que el proceso migratorio "es imparable" e invitó a recordar cómo se afrontó a partir del año 2006, donde la masiva llegada de embarcaciones se gestionó sin que hubiera convulsión social. Señaló que la diferencia es que en aquella época "teníamos un gobierno nacionalista, que no era sumiso" y que se plantaba y exigía en Madrid.

Para Betancort, en relación al tiempo que CC estuvo en el poder en el Gobierno canario, durante 26 años dicha formación política adquirió "experiencia". Para el regidor lanzaroteño, tras la experiencia de hace 14 años, "no hemos aprendido nada".

Criticó que la tecnología para detectar las embarcaciones está desfasada y los cuerpos de seguridad se quejan de la falta de medios materiales; "y eso las mafias lo saben". Como ejemplo, apuntó que a Lanzarote se ha trasladado una unidad móvil (un camión) con un radar para la detección de pateras. Sin embargo, Betancort, secretario ejecutivo de Políticas Migratorias de CC, lamentó que su sistema operativo no es compatible con el que la Guardia Civil utiliza en el Archipiélago.

Clavijo explicó que el pueblo canario "es humilde y comprensivo", pues ha conocido lo que es la emigración a América y Europa. Y puso el ejemplo de los lanzaroteños que, hace pocos meses, se lanzaron al mar a salvar a los náufragos de una patera cerca del litoral. "Pero todo tiene un límite", apuntó el señador nacionalista. A su juicio, la política migratoria del Gobierno del Estado está generando "un caldo de cultivo" que provoca la crispación de una parte de la población, lo que puede ser aprovechado por alguna formación política con un discurso xenófono. "Estamos sentados en un polvorín", apuntó Clavijo; es decir, que en cualquier momento puede surgir un brote de frustración y de agresividad.

Criticó que, por una parte, están las condiciones en las que los migrantes están en los campamentos del Archipiélago y, por otra, la estrategia del Estado de "dejarlos aquí", cuando en realidad los magrebíes o subsaharianos buscan llegar a la Península o a otros países de la Unión Europea. "Esto es peligroso", añadió Clavijo.

Respecto al papel desempeñado por el Gobierno canario ante la actual realidad, dijo que es de "sumisión" y un "despropósito". Desde su punto de vista, una crítica en un tuit o en una declaración a un medio de comunicación "no sirve para nada".