El Gobierno de Canarias pisa el acelerador para agilizar al máximo el procedimiento de entrega de las ayudas directas a las pymes y autónomos de los sectores que se han visto más afectados por la crisis. De esta manera, el Ejecutivo de Ángel Víctor Torres busca que los hasta 15.000 euros que podrán percibir las empresas que acrediten haber tenido pérdidas lleguen lo antes posible a sus destinatarios. Así lo concretó ayer la consejera de Economía, Conocimiento y Empleo, Elena Máñez, quien apuntó que con este plan económico extraordinario pretende llegar a unas 20.000 negocios de hostelería, turismo, comercio o centros deportivos, pero no descartó que más adelante puedan sumarse a estas ayudas otros sectores que puedan ver restringida su actividad, por lo que ya se trabaja para que las bases puedan incluirlos si se hace necesario.

Máñez detalló en una comisión parlamentaria que estas ayudas directas, que contarán con un presupuesto de más de 165 millones de euros, se tramitarán por la vía de urgencia, para reducir a la mitad los plazos. Además, tendrán una concurrencia competitiva simplificada, se abonará el 100% de forma anticipada y las empresas no necesitarán justificar a posteriori los fondos. Se contará con las Cámaras de Comercio para facilitar que las solicitudes cuenten con toda la documentación necesaria en el momento de la presentación y evitar así retrasos y los solicitantes deberán firmar una declaración responsable para poder acceder a ellas.

Las bases contemplarán tres tramos de ayudas en función de la pérdida de facturación que hayan registrado las empresas y a diferencia de lo que se había detallado al principio, cuando se habló de cuantías hasta los 12.000 euros, Máñez elevó esta cifra hasta los 15.000, siendo 3.000 la cantidad que reciban aquellas empresas con un menor porcentaje de pérdidas.

La consejera afeó a los grupos de la oposición que pusieran en duda la disponibilidad de los fondos para hacer llegar 165 millones en ayudas directas a pymes y autónomos afectados por la crisis, ya que recalcó que esta financiación está “garantizada”, bien a través de los fondos europeos, para lo que será necesario contar con la aprobación de Bruselas, o recurriendo al endeudamiento. “Son fondos extraordinarios para no tener que recurrir al presupuesto de 2021, pero están asegurados, no generen incertidumbre”, recalcó.

La oposición dejó claro que aunque el plan de ayudas es bienvenido, sigue siendo escaso para paliar los efectos de la crisis que asola Canarias. La diputada nacionalista, Rosa Dávila, criticó que todavía no se sepa “cuándo llegarán estas ayudas” y le recriminó a la consejera que las empresas no se sientan atendidas por el Gobierno. “Es un clamor, las pymes no necesitan aplazamientos de impuestos ni préstamos, sino ayudas directas y que dejen de freírlos a impuestos”, valoró.

El popular Fernando Enseñat pidió al Gobierno “que sean serios” y no “engañen a los ciudadanos, ya que la cuantía del plan es “claramente insuficiente” si se tiene en cuenta que solo el sector turístico “necesita 4.000 millones para su rescate”.

“La economía canaria está en la UVI”, señaló el diputado de Ciudadanos, Ricardo Fernández de la Puente, quien demandó más agilidad en la tramitación, ya que si no se acelera es probable que las ayudan lleguen demasiado tarde para muchas empresas.

Imposible llegar a todos

La consejera de Economía, Elena Máñez, advirtió ayer de que con unas pérdidas de 10.000 millones de euros en el tejido económico de Canarias debido a la crisis sanitaria es “imposible” rescatar a todas las empresas que se han visto afectadas por la paralización de la actividad. Sin embargo, valoró el esfuerzo que se está haciendo desde lo público para tratar de mitigar los efectos que la pandemia está teniendo en la economía del Archipiélago. “No hubo un paquete similar de ayuda en la anterior crisis” y señaló que si ahora no se hubiera actuado, “el impacto hubiera sido mucho mayor”.