La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, afirmó ayer que a los migrantes que están llegando a la Península y Canarias “se les está devolviendo a los países desde los que llegan”, citando expresamente a Marruecos, Mauritania, Senegal y Argelia. Casi al mismo tiempo, el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, trasladó al secretario de Estado para la Unión Europea (UE), Juan González-Barba, que el nuevo pacto de asilo e inmigración en que trabaja la UE “no es aceptable”, porque “diluye la solidaridad” del resto de estados europeos. La fórmula de Bruselas pasa por dejar a los migrantes en el punto de llegada, como sucede desde hace meses en las Islas.

Retornando a González-Laya, la jefa de la diplomacia intervino en El programa de Ana Rosa. En la entrevista, recogida por Europa Press, incidió en la importancia de trabajar con los países de origen y tránsito, y expuso la “tolerancia cero” que el Gobierno central mantiene respecto a las mafias y los traficantes de personas. Además, subrayó que existen mecanismos para que la gente no tenga que entrar “por la puerta de detrás” e insistió en la necesidad de un “gran acuerdo” sobre migración y asilo a nivel europeo puesto que “España es una primera frontera pero dentro de la UE hay libre circulación”. “Queremos tratarla [la migración] desde la solidaridad pero también desde la responsabilidad”, insistió.

Por su parte, Ángel Víctor Torres, trasladó a González-Barba, la exigencia de Canarias para la redistribución tanto a Europa como al resto de España de los inmigrantes que llegan a las costas canarias. El presidente canario pidió que esta redistribución se defienda tanto en el seno de la UE como en España y recalcó que “no es aceptable” el nuevo texto que se pretende aprobar sobre asilo e inmigración en los países europeos, al centrar la responsabilidad en los países fronterizos.

En opinión del jefe del Ejecutivo regional, el resto de países no puede diluir su responsabilidad sobre esta cuestión, que afecta a Canarias como frontera sur de Europa, postura que, según reveló, “comparte y respeta” el secretario de Estado.

Torres insistió en que para hacer frente al fenómeno de la migración es precisa la solidaridad del restos de países y de las comunidades autónomas, recuperar las relaciones diplomáticas con los países africanos de donde proceden los inmigrantes, invertir en los países de origen y de tránsito, aumentar la vigilancia y ofrecer una acogida digna a las personas. Al respecto de esto último, el presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, solicitó ayer la construcción de un centro de acogida. Dicha isla no cuenta con instalaciones de esas características.

Ángel Víctor Torres incidió también en que el Gobierno central ha elaborado un plan para Canarias en materia de inmigración, con un número limitado de plazas de acogida cifrado en 7.000 que se sobrepasa, por lo que tiene que haber una distribución.

Por otra parte, el Parlamento de Canarias liderará este año los trabajos de los parlamentos y asambleas con capacidad legislativa de la UE en materia de políticas migratorias. Ese es uno de los acuerdos adoptados por la Asamblea Plenaria de la Conferencia de Asambleas Legislativas Regionales de la UE (Calre) reunida el viernes de la semana pasada, donde se aprobó la constitución de los nuevos grupos de trabajo para este 2021. Gustavo Matos, presidente del Parlamento canario resultó reelegido presidente del órgano.

En diciembre de 2020, Matos hizo un llamamiento a los parlamentos y asambleas de la UE, a través del presidente Comité Europeo de las Regiones (CdR), Apostolos Tzitzikostas, para advertir de la necesidad de que en el futuro proyecto de la UE que se encuentra en estos momentos en debate se introduzca como elemento ineludible la obligación de afrontar el fenómeno migratorio como una política común.

En esa línea, señaló que Canarias es pueblo de emigrantes y, también, tierra de acogida. Por ello, afirmó que el Archipiélago tiene mucho que aportar a las instituciones europeas en materia de políticas migratorias, especialmente en estos momentos en que se registra un extraordinario incremento en la llegada de personas por mar procedentes del continente africano.

“Cuando un ser humano llega a cualquier territorio de la UE, en este caso a la frontera sur, buscando seguridad personal, seguridad sanitaria y huyendo de situaciones humanitarias complicadas, lo hace porque quiere alcanzar un punto del territorio de la Unión. Por tanto, si queremos construir un proyecto europeo creíble, la respuesta al fenómeno migratorio ha de ser global y debe servir, asimismo, de antídoto frente a los tics xenófobos y autoritarios que ponen en riesgo la convivencia”, expresó Gustavo Matos.