Las pateras, con niños a bordo, no dejan de llegar al Archipiélago. En los 20 días de este año ya han alcanzado las costas de las Islas unas 1.300 personas y las víctimas de las que se tiene constancia en la ruta canaria se elevan a diez, entre ellas un niño de nueve años que pereció la semana pasada en el océano y fue arrojado por la borda delante de su madre y su hermana melliza. El Plan Canarias de Inmigración del Gobierno de Pedro Sánchez, que se sustenta principalmente en abrir centros en las Islas para acoger a unos 7.000 migrantes, no es, ni de lejos, la solución porque estas personas siguen llegando y quieren continuar su tránsito al Continente y, muchos de ellos, reunirse con sus familiares que ya están allí. El Gobierno de Canarias, cabildos, ayuntamientos, ONG o la propia Iglesia ven como solución a la tensión que se está generando en las Islas que el Ministerio del Interior permita las derivaciones a la Península. La demanda es unánime.

Las repatriaciones están siendo mínimas -al parecer cuatro vuelos al mes con unas 20 personas desde noviembre- y el tránsito hacia la Península se está bloqueando. Los migrantes permanecen en los hoteles y ellos mismos muestran su hastío por estar confinados en las Islas sin que los dejen partir.

En Puerto de la Cruz, 176 senegaleses hicieron una huelga de hambre el pasado domingo, aunque duró solo un día. Únicamente piden que se les permita salir de las Islas. Ayer hubo un conato similar en un hotel de Mogán, aunque al parecer solo se saltaron el desayuno, pero el sentimiento es el mismo que el de los senegaleses.

La alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, acusa al Ministerio del Interior del bloqueo para volar a otras comunidades. A su juicio, se ha paralizado desde que otras regiones se quejaron de que llegaban migrantes desde Canarias, como ocurrió en Granada. Además, la UE tampoco quiere que circulen libremente y puedan cruzar las fronteras españolas.

Los migrantes siguen en hoteles y las quejas sobre actos delictivos vinculadas a ellos están generando cierto grado de xenofobia. De hecho, la Policía y la Guardia Civil están haciendo un seguimiento de los mensajes de incitación al odio contra los inmigrantes que circulan estos días por las redes sociales y por grupos de Whatsapp con referencias a Gran Canaria, en algunos casos amagando con organizar actos de violencia en grupo.

El presidente canario, Ángel Víctor Torres, avaló ayer el anuncio de la Delegación del Gobierno de que los migrantes que ejerzan violencia en las islas sean repatriados, pero condenó con “igual contundencia” los episodios de “xenofobia y fanatismo” que se generan al calor del fenómeno migratorio. En cualquier caso, Torres volvió a reclamar “solidaridad” a la Unión Europea para afrontar la migración que padece Canarias, subrayando que no puede ser “una palabra que se queda en el aire”, de ahí que solicite “un pacto de asilo y refugio justo” para las personas que salen de sus países buscando un futuro mejor. Y pidió más “solidaridad interterritorial” para acoger a migrantes.

Desde el Ministerio del Interior justifican el freno al tránsito a la Península en las limitaciones derivadas por las restricciones del Covid. Ante la negativa de la Policía Nacional a que 11 migrantes volaran desde Fuerteventura a otras comunidades, pese a que tenían pasaporte, bajo la justificación que carecían de visado de entrada a España, Interior argumenta que si hay una entrada irregular a un país, “no se tiene una documentación válida aunque tengan pasaporte”. Es decir, lo que ha sostenido la Delegación del Gobierno en las Islas de que de los migrantes son libres a las 72 horas y si tienen pasaporte pueden irse no vale ahora, a pesar de que estas personas se muevan entre comunidades, para lo que no se requiere visado de entrada al ya estar en el país.

En este contexto tan revuelto, la Cámara Comercio de Gran Canaria instó ayer a las autoridades a que “aceleren” el traslado a campamentos de los inmigrantes que ahora están alojados en complejos hoteleros y advierte de que la “negligente” gestión de este fenómeno está dañando la imagen del destino turístico. El presidente del Cabildo de la Gomera y portavoz de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), Casimiro Curbelo, demandó al Gobierno español que deje viajar a la Península a los inmigrantes ya. CC reclama al Parlamento canario “un diagnóstico real y honesto de la situación actual”, para que Canarias no se convierta en una cárcel de migrantes, y el PP solicita la comparecencia del Ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, en el Congreso para que ofrezca explicaciones por la crisis migratoria en las Islas.

Ayer se produjo una masiva llegada de migrantes a las Islas, con muchas mujeres y niños a bordo. En torno a 260 personas alcanzaron las costas isleñas, entre ellos 28 menores. Salvamento Marítimo rescató a 99 personas en dos pateras en aguas cercanas a la isla de Gran Canaria: en la imagen, los inmigrantes a su llegada al muelle de Arguineguín (Gran Canaria). |