La dirección nacional del PP tiene clavada sobre Canarias la chincheta que señala los territorios donde tiene intención de impulsar un proceso de renovación del partido, tanto en los liderazgos como en las estrategias políticas a propugnar. Pero los deseos de la cúpula de la calle Génova se están encontrando con serios problemas de aplicación como consecuencia de la ausencia de líderes fuertes y representativos en el conjunto del Archipiélago, y de la falta de pulso político tanto interno, como en el seno de las instituciones. La idea inicial del presidente nacional, Pablo Casado, y del secretario general, Teodoro García Egea, es la de propiciar un recambio en la presidencia regional, actualmente en manos de Australia Navarro, pero sin una nómina de candidatos alternativos con proyección pública y que supongan un cambio generacional, se abren serias dudas sobre los pasos a dar.

Fuentes cercanas a la dirección nacional señalan en este sentido que el inminente proceso de congresos insulares a celebrar antes del verano, que se abre el próximo día 30 con el de Gran Canaria, dará pistas sobre la situación real del partido, y sobre la posición y “estado de forma” de los dirigentes susceptibles de aspirar a la presidencia del PP canario en el próximo congreso regional previsto para finales de año. Génova considera que la etapa de Navarro, que se hizo cargo del partido en septiembre de 2019 tras la renuncia de Asier Antona, debe dar paso a una fase mucho más activa, a ser posible con gente nueva, y una dirección y estrategias renovadas, para preparar con tiempo la alternativa que se quiere plantear de cara a las elecciones del 2022.

La teoría en la dirección nacional está muy clara, pero su puesta en práctica presenta problemas. El PP no tiene en estos momentos ningún dirigente regional de referencia salvo casos muy puntuales en algunos de los pocos municipios donde gobiernan. Esta situación le obliga a actuar con prudencia y sin decidirse a impulsar la alternativa a Navarro. Por eso consideran preferible aplazar cualquier movimiento o decisión hasta después de la celebración de los congresos insulares. La cúpula nacional reconoce que hay un problema de presencia política por parte del PP canario y que hay que ver “un conjunto de variables antes de tomar una decisión”. Otros dirigentes isleños aseguran que “en Génova no lo tienen nada claro y por ahora no se definen”.

Hasta el despacho de García Egea, encargado de pilotar los procesos de renovación que se pretende en todos los territorios donde el partido no gobierna, sí ha llegado un cierto clamor desde Canarias de que el relevo de Australia Navarro es obligado, aunque en ningún caso antes del congreso regional. Varios cargos del partido consultados dan por amortizada la presidencia de Navarro y dan por hecha su renuncia a presentarse como candidata a las primarias. Consideran también que la dirección nacional se lo está haciendo llegar desde hace meses, y que ésta en ningún caso defendería su continuidad si detecta, como es el caso, una corriente de opinión en contra.

Las fuentes consultadas consideran que el partido no está sabiendo lograr presencia y protagonismo en el especial momento político, económico y social de Canarias, ni como oposición a las políticas del Gobierno de coalición presidido por Ángel Víctor Torres, ni como alternativa, y que la vida y dinámicas internas del partido también están viviendo sus peores momentos en muchos años. La pandemia y sus consecuencias económicas y sociales, y la crisis migratoria, están haciendo mella en el Ejecutivo regional y su “escaso peso ante el Gobierno central”, pero el PP no está incidiendo todo lo necesario en ello, ni logrando ofrecer una propuesta propia.

Domínguez, alternativa

Una de las cuestiones que algunos dirigentes plantean es la ausencia de iniciativa por contactar con los profesionales liberales que deberían estar aportando savia nueva e ideas que trasladar a los programas y propuestas del partido, así como nutrir sus cuadros políticos desde donde aportar nuevos liderazgos. Este es el gran déficit del PP canario que mantiene paralizado a su cúpula nacional respecto a la apuesta para la renovación que se pretende.

El partido asegura no estar preocupado por el daño que esta baja presencia política en las Islas vaya a ser aprovechado por Vox, el partido de ultraderecha que está haciendo de la crisis migratoria uno de los caballos de batalla contra el Gobierno central, pero que apenas logra protagonismo en el debate regional, entre otras razones por no estar presente ni en el Parlamento de Canarias, ni en la mayoría de las instituciones importantes. Creen que con la desaparición de Cs, que dan por hecha, Vox podría entrar en la Cámara regional con uno o dos diputados, pero sin hacer mella en el electorado popular.

Varios de los dirigentes regionales consultados aseguran que una de las personas en las que está pensando la dirección nacional para el liderazgo regional es el presidente del PP de Tenerife, Manuel Domínguez, que repetirá con toda probabilidad a renovar en su puesto como candidato único en el congreso insular de inminente convocatoria. Desde la presidencia insular desde hace nueve años (2012) y también como alcalde de Los Realejos con ampliadas mayorías absolutas desde el 2011, Domínguez, que cumple este mes 47 años, se acercaría a ese perfil de liderazgo con el que revitalizar el partido y hacer una propuesta de largo alcance.

“La alternativa de Manuel Domínguez está mucho más cerrado con Génova de lo que parece” afirma un alto cargo popular. Su previsible continuidad como presidente insular en Tenerife no será obstáculo para que de ahí pueda dar el salto a la presidencia regional, en cuyo caso los estatutos del partido establecen que sería sustituido en el PP tinerfeño por el secretario general insular. Su nombre estaría por delante de otros como el del diputado nacional Guillermo Mariscal, muy centrado en su rol en el Congreso y alejado de la vida interna del partido en las Islas.

El primero de los congresos insulares, el de Gran Canaria, será la primera de estas pruebas que Génova está pendiente de sondear sobre el estado de cosas en el partido.

Pero tampoco obtendrá en él demasiadas pistas. Poli Suárez será reelegido presidente insular al no haberse presentado ningún otra candidato, pero desde la dirección nacional consideran que, aunque prefieren congresos tranquilos donde haya gobiernos del partido y liderazgos afianzados, necesitan pulso, debate y exposición pública allí donde apuestan por la renovación.